Pasaporte a la isla pretendía ser el entretenimiento del verano para los espectadores de Telecinco. Y sólo de Telecinco. El género del reality daba un paso más en la cadena encerrando en una casa a varios rostros sólo afines al público de la de Fuencarral. El programa no ha conseguido meterse a la audiencia en el bolsillo y va bajando escalones día a día.

La razón principal para crear Pasaporte a la isla era crear un espacio por y para Telecinco. En verano cae el flujo de noticias y la cadena necesita contenido fresco recién sacado del mercado para mantener en pie sus titanes, El programa de verano o Sálvame en su versión diaria y Deluxe. Sus primeros datos de audiencia ya escocieron: 1,5 millones de espectadores y un 14,7% de cuota de pantalla. ¿Qué ha fallado entonces?

Parecía que Pasaporte a la isla tenía todos los ingredientes para triunfar: un casting llegado desde todos los programas de la cadena (Mujeres y hombres y viceversa, ¿Quién quiere casarse con mi hijo? o Adán y Eva) y un presentador especializado en el género, Jordi González. Este lunes en su última gala, sin embargo, el programa ya ha caído a un 11,8% de cuota.

El casting, su principal problema

El verano es fresco, inestable y permite bajar el ritmo a las cadenas. Bajo esta premisa se creo un casting excesivamente low cost que sólo conocían los adictos a Telecinco y la fábrica de juguetes rotos de Mediaset España. Numerosos rostros recién nacidos de Mujeres y hombres y viceversa y muy poco rostro de caché alto que llame a los titulares.

Mientras en Gran Hermano VIP se arriesgaron metiendo en una casa a potentes personajes como Belén Esteban, Kiko Rivera o Víctor Sandoval, en Pasaporte a la isla el público se ha tenido que contentar con las madres de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? o con la ex de Kiko Rivera. Personajes que ya no son ni secundarios en el universo Telecinco. 

El programa ha intentado asfaltar el camino andado con nuevas incorporaciones que podrían hacer mejorar sus audiencias. La pasada semana entraba en la casa Pepi Valladares, la que fuese amiga de Isabel Pantoja, que intentaría introducir al clan de Cantora al programa. Sin embargo, las audiencias se han mantenido inmóviles. 

El verdadero reality es otro

Si hay algo que hace triunfar a un programa de Telecicno, son el resto de programas. Si algo es importante en Sálvame es importante en la cadena. Sin embargo, Pasaporte a la isla ha pasado desapercibido por el programa presentado por Paz Padilla. Mientras GH VIP ocupó horas y horas en los contenidos del vespertino de Telecinco, Pasaporte a la isla apenas ocupa algunas piezas cada día.

Los Pantoja, los Mateo y Sandoval son las estrellas del verano

Y es que lo que ocurre en aquella casa es algo secundario para el programa de corazón, así como para El programa de verano. La razón: la actualidad que han dado otros personajes. La familia Pantoja, el clan de los Mateo, recién salidos de Supervivientes, y el culebrón de Víctor Sandoval se han convertido en los verdaderos contenidos estrella de los espacios de la cadena.

Con estos contenidos que arrasan en términos de audiencia, Pasaporte a la isla ha dejado de ser algo necesario para Telecinco y se ha convertido en un engorro que lo único que hace es bajar la media de audiencia en sus días de emisión.

El cansancio del género VIP

Desde el pasado mes de enero Telecinco ha enlazado sus realities VIP. A principios de año arrancaba GH VIP, el más visto de este año gracias a sus escandalosos datos de audiencia. El programa cerró el pasado mes de marzo con 3,9 millones de espectadores y un 29,8% de cuota de pantalla media.

Telecinco lleva enlazando desde enero tres formatos VIP

Una semana después comenzaba Supervivientes, con Chabelita como mayor aliciente para los espectadores. Las audiencias no defraudaron y el pasado 12 de julio se cerraba una nueva edición con un 27,3% de cuota de pantalla media y 3,3 millones de espectadores. No había pasado ni una semana cuando Telecinco estaba estrenando su tercer reality VIP consecutivo, Pasaporte a la isla.

La ruptura de todas las reglas del reality

Tal y como indica la propia palabra reality, en este tipo de programas se busca la realidad de un grupo de concursantes en una situación concreta. Sin embargo, en Pasaporte a la isla han intentado terminar y romper con todas la reglas del género conectando a los participantes en todo momento con el mundo real.

Cada semana, los concursantes acuden a los estudios de Telecinco, donde son analizados por los colaboradores el programa, enfrentándose a sus problemas y no permitiendo la desconexión que mantiene viva la convivencia. Además, uno de los concursantes (Christian) no ha tenido problemas en salir del encierro durante unas horas para participar en alguno de los programas de la cadena, un sinsentido para este tipo de programas. 

No es la única ruptura espacio-temporal que el espectador ha tenido que sufrir en Pasaporte a la isla. Las grabaciones de Mujeres y hombres y viceversa están tan avanzadas que estos días se puede seguir viendo a Jesús Reyes en el programa matinal mientras continúa con su participación en el reality. Una situación que puede descolocar hasta a los espectadores más afines a la cadena.