Aprovechando que está “fuera de servicio”, David Cantero ha querido dar su opinión en Instagram sobre el hecho de que se le de voz en televisión a los negacionistas del coronavirus que se manifestaron el pasado domingo en la plaza de Colón de Madrid.
No cabe dar pábulo a gente así, son un verdadero peligro para todos
"No se debería dar voz en ningún caso a individuos como este, no dudo de la buena intención del equipo del programa, pero no, no cabe dar pábulo a gente así, son un verdadero peligro para todos... Al igual que no se puede tolerar la apología de la violencia, o el terrorismo, o el maltrato del tipo que sea, no se puede permitir hacer apología del “suicidio colectivo”, lo haga Miguel Bosé (que inmensa decepción), Fernando Luis Vizcaíno o “Perico el de los palotes”... ¡Son un peligro real!”, escribía.
Lo más llamativo, sin embargo, es que las únicas televisiones que están dando voz a estos personajes son Telecinco y Cuatro. Y es que, aunque han hablado con expertos para desmontar sus teorías, desde el pasado lunes programas como Todo es mentira, Cuatro al día, El programa de Ana Rosa o Ya es mediodía son los únicos que han dado minutos a los negacionistas.
El lunes, por ejemplo, Marc Calderó tuvo que llamar la atención en YEM a un manifestante de Colón por reírse de las explicaciones del doctor Piñera sobre el coronavirus. “Yo pediría respeto cuando hable uno de los dos. No hace falta reírse de la opinión del otro”, dijo el presentador sustituto de Sonsoles Ónega.
Mientras, en los programas de la competencia, La mañana de La 1 y Espejo Público, dedicaban minutos y minutos a hablar con especialistas para que tumbaran las teorías de estos personajes. Así, por ejemplo, el programa de Antena 3 hablaba con Serafín Romero, presidente de la Organización Médica Colegial, mientras que La 1 tiene dedicado un espacio a desmontar los bulos de los antivacunas.
La cosa no se quedaba ahí en Mediaset España. Ya por la tarde, en Todo es mentira, Marta Flich, hablaba con la portavoz del Movimiento Resistencia Democrática, quién afirmó tener “miedo de que nos metan otro virus por estar en contra del nuevo orden mundial".
Por su parte, Cuatro al día hablaba con el epidemiólogo Juan José Badiola para echar por tierra las teorías negacionistas y explicar quién está detrás de este movimiento.
Mientras, Más vale tarde hablaba con especialistas para tumbar las teorías de los negacionistas ("Retahñila de barbaridades de los negacionistas del coronavirus", titula su web), y España directo ni siquiera trataba el tema en sus apenas 25 minutos de duración.
El mismo manifestante, en tres programas
Ya el martes, Ana Terradillos entrevistaba en El Programa del Verano al mismo manifestante que había entrevistado Calderó un día antes para, entre otras cosas, decir que “el miedo que están infundiendo los medios de comunicación destruye nuestro sistema inmunológico".
Por la tarde, más de lo mismo. TEM entrevistaba a ese mismo manifestante que ya había sido entrevistado anteriormente dos veces y que también espetó a Flich que no llevara la mascarilla puesta. "Estoy en televisión, no en una manifestación contra la salud pública. Yo la tengo aquí y me la pongo cuando salgo de aquí", contestó ella.
Minutos después, no obstante, entraba también en directo el médico Vicente Baos para recordar la seriedad de la covid-19, lo importante que es seguir las medidas sanitarias recomendadas y, de paso, discutir con el negacionista.
Ya en Cuatro al día se producía precisamente la entrevista que ha provocado que Cantero estallara en redes. Mónica Sanz vivía una tensa entrevista con Fernando Luiz Vizcaíno, uno de los negacionistas del coronavirus que creen que la expansión del virus es una farsa inventada por un élite de magnates que manejan a la población a escala mundial.
"¿Tú eres consciente de que me estás cuestionando a mí cuando la ley obliga a llevar mascarilla aun cuando se guarden las distancias y tú no la llevas?", le decía el negacionista al ser interrogado por el motivo por el que no llevaba la mascarilla puesta el pasado domingo en la manifestación de Colón.