En medio de un panorama audiovisual cada vez más plagado de plataformas creando sus propias series originales, no es de extrañar que muchas de esas producciones acaben pasando desapercibidas por el público mayoritario. Si a ello le sumamos una pandemia mundial, que paralizaba incluso la industria del doblaje, nos da como resultado una serie que, no tanto para la crítica, pero sí para el público general, ha pasado algo desapercibida en nuestro país: Little Fires Everywhere.
Little Fires Everywhere es la adaptación a la televisión de la novela del mismo nombre publicada en el año 2017 por la escritora estadounidense Celeste Ng. Y como ya hiciera con la brillante Big Little Lies, Reese Whitherspoon vuelve aquí a ponerse a los mando de la producción y vuelve también a ser la protagonista absoluta.
La serie puede recordar en parte a 'Big Little Lies', algo que no es negativo
Estos “fuegos por todos lados”, a la postre un título acertadísimo, narra la historia de una periodista (Elena Richardson) cuya familia, de esas de revista, se ve alterada con la llegada de Mia Warren, una artista con algunos secretos que esconder, y su hija Pearl, al tranquilo barrio de Shaker Heights, Ohio.
De forma inevitable, Little fires everywhere recuerda en parte a Big Little Lies. Quizás por la forma que tiene de contar la historia o quizás por el papel de Witherspoon, aquí también una madre aparentemente perfecta, ambas series tienen un punto de partida similar, sin ser esto para nada negativo. Pero cierto es que la serie termina yendo por otros derroteros, y si bien queda aquí también esa parte de las diferente formas de afrontar la maternidad, la serie de Hulu toca también otros temas importantes. Y es precisamente aquí donde radica su calidad.
La maternidad como vehículo para hablar de las diferencias de clase
Ambientada a finales de los 90, en una américa cada vez más abierta con ciertos asuntos sociales pero con mucho aún que aprender, Little Fires Everywhere habla de racismo, de homosexualidad y de vientres de alquiler de una forma muy acertada, incluyendo tanto la visión más progresista de la gente que intentaba avanzar y la de aquellos aún estacandos en otra mentalidad.
Pero sin duda, si hay algo que la serie hace a la perfección es retratar las diferencias sociales. A lo largo de los 8 capítulos que dura esta miniserie, se abren varios conflictos diferentes, pero la base de todo es esa. Las interacciones entre una familia bien asentada, con una madre soltera y su hija, negras, y con una posición económica mucho más limitada, son un buen reflejo de la realidad. Es interesante ver, además, como en un primer momento la relación es cordial, pero a poco a poco estas diferencias se hacen irremediablemente visibles.
'Little Fires Everywhere' es una serie absorbente con alma de telenovela
Reese Whiterspoon y Kerry Washington son las protagonistas absolutas de la serie y su enemistad uno de los atractivos de la ficción. Cada escena con ambas actrices, con esa tensión que van construyendo poco a poco, son una verdadera delicia. Aunque intentan combatir las diferencias al final lo único que les une es la meternidad, que sirve en la serie para mostrar también lo diferente que puede ser si tu posición económica es buena. Y que tener más dinero no te convierte en mejor madre.
Y, de forma totalmente injusta, solo una de las dos ha conseguido nominación en los Emmy 2020. Whiterspoon no ha logrado pasar el corte de la Academia de la televisión estadounidense. La serie, eso sí, ha conseguido una merecida candidaturas a mejor serie del año. Porque Little Fires Everywhere es una serie absorbente, con alma de telenovela pero con la mejor de las facturas posibles y completamente adictiva, que se eleva aún más gracia los temas tan importantes que trata.
Estos pequeños fuegos consiguen dejar huella, y aunque no inventa nada nuevo, es un acertado retrato de las diferencias entre clases sociales, y sus espectaculares interpretaciones son suficientes para convertirla en una de las series del año.
Disponible en España en Amazon Prime Video.