Este martes, Jorge Javier Vázquez regresaba a Sálvame tras las vacaciones, y junto a él volvía Mila Ximénez, colaboradora que en la actualidad está haciendo frente a un cáncer. Mila no ha tenido problema en hablar de esto, y a diferencia de otras celebridades que prefieren no mencionarlo, ha llamado a la enfermedad por su nombre.
“El cáncer son células que están muertas y creo que la actitud es muy importante” se sinceró la sevillana. “Entré en una depresión muy gorda y no paraba de llorar. He tenido un confinamiento de lo más sano y no entendía por qué me había tocado esto”, continuó.
Así, afirma que tiene que “aprender” de todo esta experiencia. “No creo que esto acabe con un mal final porque no me lo merezco. Lo estoy luchando y estoy haciendo los tratamientos con energía”, admitía, sin ocultar que tiene “miedo a que esto vaya a más”. “Tengo mucha gente alrededor y veo a gente a mi lado con la quimio y metástasis que siguen luchando”, añadía..
Mila quiso dar un mensaje de esperanza a quienes se enfrentan al cáncer, y relató cómo el suyo “está quieto”. “Me quedan tres sesiones de quimio y después seguiré con inmunoterapia”, avanzó. “Voy a vivir toda la vida con él y la cosa es que esté dormido”.
Durante la emisión del programa, Mila recibió una llamada de una espectadora, Isabel, que quería darle ánimos, pero pronto su llamada adquirió un tinte surrealista. “La veo muy guapa, muy bien” decía la espectadora, de nombre Isabel. “Hace justo nada, el día 7 que murió mi marido de lo mismo,y bueno, cuando veo que alguien sigue así adelante me da mucha alegría”.
La cara de los colaboradores en ese momento se desencajó, y algunos hasta rompieron a reír, incluida la propia Mila. “Es un empujón de alegría lo que te ha dado Isabel, gracias, y sentimos mucho lo de tu marido”, la despidió Jorge Javier, saliendo de aquel jardín como buenamente podía.