La que fuera presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, anunciaba este lunes en directo que dejaba el programa Todo es mentira tras ocho meses como colaboradora.
"Ha sido un orgullo poder formar parte durante estos 8 meses de este proyecto televisivo fascinante. Os deseo mucha suerte y os seguiré viendo", decía la expolítica del PP.
"Desde la isla... ¡porque se va a Supervivientes!", bromeaba Miguel Lago. "Gracias, Cristina, ha sido un placer y esta será tu casa siempre que quieras", añadía por su parte Risto Mejide.
Desde entonces, muchos son los que se preguntan cuáles son las razones reales de la marcha de Cifuentes, que durante los últimos tiempos se ha reciclado como colaboradora de televisión en programas como Ya es mediodía o El Programa de Ana Rosa.
Hay quién recuerda que en el horizonte se divisa el juicio por el caso Máster por el que la expresidenta regional está acusada por presunta comisión de un delito de falsedad documental.
Cifuentes, así como la exprofesora de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) Cecilia Rosado y la exasesora de la Consejería de Educación María Teresa Feito, estaban llamadas a declarar los días 11, 12, 13 y 14 de mayo. Sin embargo, el juicio quedó suspendido la crisis sanitaria provocada por el coronavirus.
Además de los tres años de cárcel, el fiscal pide para la expolítica popular veinte meses a una cuota diaria de 50 euros (alrededor de 30.000 euros). El Ministerio Público considera a Cifuentes inductora de la falsificación de un acta "a sabiendas" de que acreditaba una defensa del TFM "que jamás se produjo" y que exhibió en varios medios, redes sociales y hasta en la Asamblea de Madrid "para evitar las nefastas consecuencias políticas a las que debería enfrentarse".
La caja B del PP
Además de este juicio, Cifuentes también está investigada en el caso Púnica por haber supuestamente participado en la presunta financiación ilegal del PP de Madrid y haber amañado la adjudicación de contratos de la Asamblea de Madrid para favorecer presuntamente al empresario Arturo Fernández.
La expresidenta de la Comunidad de Madrid aseguró entonces que no tuvo ningún poder de decisión sobre la contabilidad del partido y que tampoco estuvo presente en reuniones con los empresarios implicados, según recogía el audio de su declaración, al que tuvo acceso El Confidencial.