Los fans de los superhéroes siguen estando de enhorabuena porque los cómics que se han convertido en película (y otros que no) siguen sirviendo de inspiración para las producciones televisivas. Pero ya sabéis que lo que nos importa aquí es cómo se viste un superhéroe y en el caso que nos ocupa, por fin, la protagonista es ella: SUPERGIRL, a la que da vida Melissa Benoist.
Para la tarea han confiado en una experta en la materia, la diseñadora Colleen Atwood que ya ha enfundado a The Flash y a Arrow con interesantes y excelentes resultados. El punto fuerte de sus diseños para estas series ha sido mantener el toque clásico, pero darle un aire fresco que renueva al héroe.
Lo más importante fue empujar a 'Supergirl' hacia su street style de heroína del siglo XXI
Con el vestido de Supergirl (CBS la estrenará este otoño) ha querido dar un golpe en la mesa. “He querido abrazar el corazón de la mujer, ya hay bastante piel descubierta por ahí y Melissa es la persona perfecta para evitar eso. Cuando leí el guion me impresionó lo fuerte que es el personaje así que quiero que represente esa fuerza sin muchos artificios”.
Para diseñar el vestuario de la serie en la que la prima de Superman, Kara Zor-El tiene que asumir sus poderes, la ganadora de tres Oscar por Alicia en el País de las Maravillas, Chicago y Memorias de una Geisha, no se olvidó del pasado, pero lo más importante fue empujar al personaje hacia su street style de heroína del siglo XXI.
Una Supergirl práctica pero fashionista
A diferencia de las muchas versiones de Supergirl que hemos visto, la de Melissa Benoist es una Supergirl práctica, pero fashionista. Su uniforme no lleva escotazo, una lógica decisión porque ¿a quién le apetece que se le escape un pecho a lo Toñi Salazar en Tu cara me suena pero en medio de una pelea a vida o muerte o durante un vuelo arriesgado?
Tampoco lleva crop top ni medias transparentes, de nuevo una respuesta a las necesidades reales de esta heroína. El frío que debe pasar a las alturas y velocidades a las que vuela la tendrían todo el día resfriada y en cama. Una superheróina enferma no da juego.
No puedo ver si las botas –me alegro de que las mantengan altas y, de hecho, las suban por encima de la rodilla (muy in, por cierto)- llevan tacón o no, habrá que esperar a verla en movimiento para descubrirlo. Espero con ilusión que dejen los Jimmy Choo o los Manolo para cuando tenga una cita o salga de fiesta con las amigas.
Lo que, como mujer, aún no entiendo es lo de la melena suelta. Si yo me recojo el pelo para cualquier cosa que implique más movimiento del simple hecho de andar por la calle, no me imagino luchando contra el mal con las ondas perfectas y el pelo en la boca o los ojos en mitad del vuelo. Lo que sí han cuidado con esmero es la paleta cromática del vestido y la capa, muy en la línea de los elegidos para el Superman de Henry Cavill (suspiro, suspiro), tanto el rojo como el azul característicos de sus personajes se matiza para alejarlos del cómic y llevarlos a un tono algo más oscuro y tenebroso.
Para la actriz debe funcionar a la perfección porque ha asegurado que en cuanto se lo pone se transforma. “Algo se me mueve dentro. Es imposible no sentir la fuerza, el poder, la esperanza y la positividad. Realmente es surrealista”. En definitiva, el diseño de Atwood es un evidente homenaje al vestuario de la Supergirl de 1984 interpretada por Helen Slater.
La misma actriz ha sido fichada para interpretar en la serie de la CBS a la madre de esta Supergirl de la tele. Las modificaciones en el nuevo traje de color, materiales, el alargamiento de la falda y la subida de las botas son las únicas que convierten el uniforme de la nueva Supergirl en uno 3.0 con sabor vintage.