Hace una semana, Tom Brusse, de La isla de las tentaciones, estuvo en el punto de mira de Socialité, donde analizaban su currículo y sus posibles mentiras. Por ejemplo, que asegure tener varias de gestión y administración de empresas que habría obtenido en dos años cuando las titulaciones de las que habla se consiguen en cinco. Además, explicaron que el restaurante de Hong-Kong del que habla lleva cerrado más de dos años, y que el hotel que tiene en Marruecos no es de lujo, sino que una habitación cuesta unos 65 euros.
Ahora, a través de Instagram, Tom Brusse está invitando a sus seguidores a hacer apuestas. “Chicos si queréis hacer dinero como yo, hay una manera muy fácil con las apuestas. Hay una persona que es solo para los VIPS de España, tienen mucha experiencia y te aconsejan cómo apostar, ¡y es gratis y es la hostia! Mira el dinero que me he hecho, es una locura, por favor”, decía, mostrando un fajo de billetes que no parecían de curso legal.
La empresa que Tom Brusse está promocionando ofrece servicios de tipster, es decir, pronosticadores deportivos que te dan consejos sobre cómo apostar, generalmente por una tarifa fija. Su negocio sería doble, pues no solo cobran de la persona a la que aconsejan vía Telegram, sino que también reciben comisiones de las casas de apuesta por conseguirles nuevos clientes.
Tal como analizó El Diario, se trata de un “fenómeno que crece sin control ni regulación”, y que “se ha convertido en el último filón de las empresas de juego para ganar clientes”.
Hay que destacar que las ganancias, por lo general, suelen ser pequeñas, o requieren de una importante inversión para que merezca la pena. En concreto, aunque Brusse afirma que es un servicio gratuito, una vez uno se pasa por el perfil de Instagram de la empresa verá que ese asesoramiento en apuestas se paga, y así, promocionaban en una de sus últimas publicaciones un pack de tres meses de pronósticos por unos 50 euros.