La guerra abierta entre Isabel Pantoja y su hijo Kiko Rivera por la herencia de Paquirrí es el tema del momento en el mundo del corazón y, por tanto, también una suculenta fuente de tramas para todo el universo de Telecinco.
La pasada semana, el propio Kiko Rivera daba una entrevista a la revista Lecturas en la que despotricaba de su madre. Y antes de que ella respondiese también a través de la prensa del corazón, la cadena principal de Mediaset anunciaba un especial llamado Cantora: la herencia envenenada, y se emitirá este viernes a las 22:00 horas, lo que le llevará a enfrentarse con La Voz en Antena 3.
A lo largo de la semana, en Sálvame, han adelantado algunas pinceladas de lo que será el programa y prometen contar “toda la verdad” sobre el testamento de Francisco Rivera Paquirri, si la justicia no lo impide después de que Isabel Pantoja haya pedido medidas cautelares.
Según David Valldeperas, Kiko Rivera conocerá “la verdad” sobre el mismo en directo, pues estará en el plató. “Desde hace una semana, un equipo de diez personas se ha puesto a trabajar y a analizar el testamento línea por línea” aseguró Valldeperas. “Hemos viajado hasta Andalucía y hemos seguido la última voluntad de Paquirri. Vamos a saber si se ha cumplido” indicaba.
Kiko Rivera acudirá al especial 'Cantora: Herencia maldita'
En ese sentido, Valldeperas aseguraba que se ha tardado "36 años y una semana" en conocer todos estos detalles, pese a que de la herencia de Paquirri se ha hablado en infinidad de ocasiones. En Telecinco este asunto se ha tratado en magacines como Sálvame, El Programa de Ana Rosa... e incluso en una serie de corta duración como fue Mi Gitana.
Mi Gitana se estrenó en 2012 y que contaba la vida de Isabel Pantoja desde que enviudase de Paquirri hasta que acabase detenida en la Operación Malaya. Una ficción que en agosto de 2018 el Tribunal de Primera Instancia de Alcobendas ordenaba retirar de la web de Telecinco y prohibía su comercialización en formato doméstico al dar la razón a Isabel Pantoja en la denuncia de de 2012 en la que se enfrentaba Telecinco y a Producciones Mandarina por "intromisión ilegítima en el derecho a la intimidad y a la propia imagen".
'Mi gitana'
Así era 'Mi Gitana'
Mi gitana, como ya analizó este portal, destrozaba la imagen de Isabel Pantoja mostrando los aspectos más polémicos de su vida, como sus amistades con Encarna Sánchez o María del Monte, o su relación con Julián Muñoz. Además, había muchas referencias a la herencia de Paquirri, en especial, a unas tierras que el torero tenía al otro lado del charco, así como a la insistencia de Pantoja en tener el usufructo de Cantora.
En una de las primeras secuencias, que nos trasladan a finales del año 1985, Isabel Pantoja regresa a la finca Cantora después de un concierto. Está cansada, y solo quiere disfrutar de su hijo. “Si pudiera quedarme con la finca y vivir de ella...” le comenta a su madre, mientras viajan en coche. “Ni que nosotros supiésemos algo de campo”, le reprocha su progenitora.
Al llegar, Pantoja se encuentra con Ramón, el albacea de Paquirri. “Los Rivera y Carmina no paran de presionarme con sus abogados para que firme” le dice la tonadillera. “No sabes lo mal que están las cosas, ya no sé qué hacer”, continuaba.
Según 'Mi Gitana', Encarna Sánchez le trajo a Isabel un dinero de Paquirri que había en América
Así, Isabel le cuenta a Ramón cómo quiere mantener Cantora, porque tiene “que hacer realidad todos los sueños que Paco tenía puestos en ella”. “Si pudieras traerme un dinero que Paco tenía en América...” le pide al albacea.
Ramón le corregía: no era dinero líquido, sino “unas fincas, y no hay escrituras, y no aparecen en el testamento”. Pero Pantoja insiste: ella las vio en fotos “y valen lo mismo que las de aquí”. “Hay que ver, la mitad de la fortuna en América y nosotras aquí, padeciendo”, lamenta doña Ana, madre de Isabel.
'Mi gitana'
Entonces Ramón le señala que primero que habría que vender las fincas, y después “traer ese dinero eludiendo los impuestos. Además su familia, su padre y sus hermanos, saben de su existencia y te pueden reclamar su parte”, le señalaba a Isabel, invitándola a esperar tres años para abrir el testamento, tal como estaba estipulado.
En la siguiente escena, Mi Gitana saltaba a 1987, precisamente a la lectura del testamento de Paquirri. Isabel llega media hora tarde, desesperando a todos. Así, queda constancia de que el 45% de los bienes del difunto matador de toros y la finca La Cantora son para Isabel Pantoja y su hijo Francisco José. En ese momento queda patente la mala relación de la artista con su familia política: el padre de Paquirri le pregunta que cuándo podrá ver a su nieto, y ella da la callada por respuesta.
La serie dejaba claro que Isabel no quería desprenderse de Cantora
A partir de entonces, Isabel debutaría en el cine y reviviría su popularidad. Entre tanto, se hace amiga de Encarna Sánchez, y hasta se compra una casa cerca de ella, en Madrid. Pero las deudas la asfixian, y se plantea vender esa última vivienda. “La finca es de mi hijo, no la puedo perder por nada del mundo” dice angustiada. “Si al menos me pudiera traer el dinero que Paco tenía en América...” vuelve a decir. Encarna le dice que no quiere que abandone Madrid.
Poco después, la Sánchez e Isabel están en un dormitorio, y Encarna le da un regalo: un par de maletines en los que hay muchos billetes de otro país. “¿Y todo este dinero? ¿El de mi Paco de América?” dice Isabel, emocionada. “Ya era hora de que volviera a casa, ¿no te parece?” responde su amiga.
“Muchas gracias Encarna, no sé cómo agradecerte todo lo que estás haciendo por mí” añade Pantoja. “Solo tienes que estar a mi lado” impone como pago Encarna, mirando fijamente a la tonadillera. La cámara, que las capta desde un plano americano, sale del dormitorio fundiendo a negro y dejando a solas y en intimidad a las dos protagonistas del primer capítulo.