El 14 de septiembre Telecinco estrenaba su nuevo reality: Sola/Solo, en el que un famoso viviría a solas (aunque recibiendo visitas) en un pisito construido en las propias instalaciones de Mediaset. La primera en entrar fue Anabel Pantoja, que aguantó poco más de una semana. Sofía Suescun llegó el 22 de septiembre y permaneció hasta el 5 de octubre, cuando la organización dio por finalizada su aventura, y más tarde, el Maestro Joao estuvo otro par de semanas.
En la actualidad, el pisito del reality de MiTele Plus lo ocupa Gianmarco Onestini, que para sorpresa de todos lleva un mes en esta aventura televisiva, en la que el programa le ha marcado como reto lo que mejor se le da ante las cámaras: encontrar el amor.
'Solo' no quiere decir aislado
Cuando se anunció la premisa de Sola/solo (que cambia de título según el habitante del pisito sea un hombre o una mujer) muchos pensábamos que el participante estaría aislado. Que tendría que generar contenido por sí mismo, al más puro estilo de Carmen Russo cuando estuvo en Supervivientes, que hablaba con un coco para no volverse loca (y de paso captar la atención del programa).
Pronto Mediaset nos descubrió que aquello era algo diferente: estarían permitidas las visitas, y así, los participantes recibirían entrenamientos deportivos, realizarían un programa de radio, verían películas… Y tendrían que superar una misión.
La misión de Gianmarco en el reality es encontrar el amor
Anabel Pantoja quería adelgazar, Sofía Suescun aprender a bailar y tener soltura en el movimiento (además de superar en días la estancia de Anabel). El Maestro Joao quería conocer el mundo (sin salir de Telecinco). Y para Gianmarco, el reto fue encontrar una chica que le guste, a través de citas virtuales y físicas.
En la web de la compañía se incluyó un formulario en el que cualquier candidata para ser pareja de Onestini se podía apuntar. “Gianmarco quiere volver a enamorarse... ¡y puede ser de ti!” señalaban, en un llamamiento que atrajo a chicas como Sandra, Claudia, Andrea o Lara, que ya han tenido un cara a cara con el italiano.
Gianmarco y Lara Álvarez
El reality que se convirtió en un dating show
La iniciativa de Mediaset de convertir Solo en un dating show ha sido un completo acierto. Gianmarco ya ha demostrado que se le da bien enamorarse rodeado de cámaras; todo recordamos su tormentosa relación con Adara Molinero dentro de Gran Hermano VIP, cuando ella aún era pareja de Hugo Sierra. Así, dan a los espectadores aquello que quieren ver; de hecho, sin duda es mil veces más interesante ver a dos personas flirteando que a una sola adelgazando, por ejemplo.
Es mil veces más interesante ver a dos personas flirteando que a una sola adelgazando
De hecho, el programa ha apostado fuerte y hasta ha metido en el pisito a Lara Álvarez para tener una cita con Gianmarco después de que este revelase que le encantaría tenerla conocerla. Con la presentadora Onestini ha confesado que no está seguro de lo que siente con sus actuales candidatas y ambos han coincidido que buscan lo mismo en el amor: un romance como los de antaño y para toda la vida.
El italiano hasta aprovechó para lanzarle algunos piropos a Álvarez, quien remarcó que se llevan diez años de diferencia, aunque admitió que el joven tiene 24 años “muy bien puestos”.
Otra cosa que se ha podido comprobar en Solo es que, más allá de conocer mujeres, Gianmarco no permite mucho más juego televisivo. Por ejemplo, un día le pidieron que imitase a personajes de la cadena como Paz Padilla o Carolina Sobe, pero se bloqueó y hasta se terminó enfadando. “Yo no sé hacerlo”, se quejaba”Se necesitan años de estudio para poder hacer esto. Lo digo en serio. Siempre me adapto a todo pero esto es imposible” se quejaba. “Prefiero limpiar los baños de todo Mediaset que esto. Yo el payaso no sé hacerlo”, añadía.
Tanto se cerró en banda que el programa le permitió tirar la toalla y le hizo seguir con otra de sus misiones secundarias: crear una canción que arrase el próximo invierno, y que intentará que sea “tranquila, reflexiva y dulce”, aunque no descarta que tenga “una base de reggaetón”.