RTVE va a por todas en Eurovisión Junior 2020. Después de lograr la tercera posición con Melanie García en la pasada edición, este año ha contratado a una de las compositoras del éxito de Lola Índigo, ‘Ya no quiero ná', para repetir la victoria de María Isabel en 2004.
Ella es Hajar Sbihi, más conocida bajo el nombre artístico ASHA, quién junto a César G. Ross y el ganador del Grammy, Bruno Valverde Juárez, han dado vida a Palante, el tema con el Soleá intentará ganar el micrófono de cristal este domingo 29 de noviembre a partir de las 17 horas.
Fue TVE quién nos llamó para decirnos que querían una intro épica
Un tema que no sólo ha gustado a los eurofans españoles sino también a los europeos por su fusión de flamenco y música urbana, y que paradójicamente le debe mucho a un campamento de composición de Sergio Dalma, otro eurovisivo. “Conocí a César G. Ross allí. Éramos como diez o quince compositores a los que se nos pedía una canción para el siguiente álbum del cantante”, explica la joven artista marroquí en conversación con BLUPER.
Sin embargo, no sería hasta hace unos meses cuando César y Hajar comenzarían a trabajar juntos. “Un día me llamó César para decirme que tenía una canción que tenía un toque para entrar en Eurovisión Junior y que quería contar conmigo”, recuerda.
Sin embargo, era otra canción completamente distinta a la que es ahora. “Tenía el Palante e hicimos otra canción encima con Bruno”, explica la joven recordando el proceso que vivió por ejemplo el gran hit de Operación Triunfo, Mi música es tu voz, que terminó siendo una canción completamente a la que se presentó por primera vez. “César es más compositor y letrista que productor. Bruno es más productor y mi labor es que la canción sea pegadiza, que no se te salga de la cabeza”, cuenta.
Tampoco se sale de la cabeza la épica intro, así como el puente del final de la canción, donde Soleá da rienda suelta a todo su arte flamenco. “La canción no tenía la intro. Fue TVE quién nos llamó para decirnos que querían una intro épica. Tiene una esencia española, pero también ciertas reminiscencias árabes”.
Y lo mismo ocurre con el puente. “En la canción original tampoco estaba el puente y también nos llamó TVE para que le metieramos un puente. Es ahí donde aprovechamos para fomentar el gitaneo de Soleá”, recuerda Sbihi con un bonito acento francés.
En cuanto al resultado, la compositora y cantante no puede estar más contenta con Soleá. “Cuando la vi sabía que iba a triunfar. No ha sido nada difícil guiarla en las voces. Muy pocos artistas tienen ‘artistaje’ y Soleá lo tiene, tiene ese alma, esa energía... Y eso que se hizo la canción sin estar con ella y sin conocer su tono de voz. Era la primera vez que trabajaba con una niña, pero tenía una madurez profesional”.
La guerra por 'Ya no quiero na'
No era, sin embargo, la primera vez que trabajaba con un artista eurovisivo. Y es que ya había estado en algunas ocasiones en el estudio de grabación con Blas Cantó, nuestro representante en 2021, aunque aquel trabajo nunca dio su fruto. Pero sería gracias al murciano por el cual terminaría conociendo a Lola Índigo y a la par componiendo junto a ella, Bruno Valverde y Lewis Pickett el hit Ya no quiero na.
Estoy muy decepcionada con Lola Índigo. Hay gente que no tiene educación
“Un día nos llamó Mimi diciendo que Blas le había hablado de nosotros”, cuenta la joven antes de que le preguntemos por la polémica que siempre ha girado en torno a la autoría del tema después de que la malagueña afirmara en Fama, a bailar que la canción la hizo ella junto al productor Bruno Valverde.
“Aquello fue un roce que yo no quería sacar. Pero, estoy muy decepcionada. La chica estuvo en nuestro estudio y pasamos tiempo juntos… Así que, ¿por qué el día que se hace famosa cuenta en televisión que un día se le ocurrió una canción y fue con un colega de Segovia? No es un colega. Es un productor y tiene nombre”, dice disgustada.
“La felicité un día porque vi un anuncio de ella y no me respondió. Me dejó en leído. En fin, hay gente que no tiene educación o valores y se le sube la fama a la cabeza”, critica Shibi, que reconoce que el éxito de la canción le pilló por sorpresa porque cree que han hecho canciones mejores que nunca han visto la luz.
“Algo que me molesta es que la gente piensa que una canción que tiene 100 millones es mejor que otra que tiene 20 millones. Y lo único es que a una le ponen más promoción que otra”, explica la marroquí. No obstante, en el caso de Yo ya no quiero na cree que es una canción esta “que ha tocado la sociedad de una manera”.
Licenciada en Dirección y Administración de Empresas, carrera que nunca dejó mientras se dedicaba a la composición, ASHA también ha decidido lanzarse como cantante ya que realmente ese siempre fue su sueño. “Nunca lo deje, aunque me dieron ganas, pero era importante para mí poder formarme. Y, además, podía hacer las dos cosas en paralelo. De hecho hasta componía canciones en clase”.
Además reconoce que no quería “lanzar cosas sin saber quién soy musicalmente. Y gracias a la composición, un dia vi que había canciones que sí que podía cantar yo y encontré mi sonido. Terminé la universidad y decidí cantar porque la composición no me llena al 100%”.
De esta manera la joven ya ha lanzado dos singles al mercado: Bésame y Opina. “Ahora son canciones bailables, que es donde es más difícil conocer a la persona. Pero el proyecto tiene una proyección mundial, es multicultural, con una identidad y un sonido que nunca va sonar igual. Tengo canciones que son exitazos pero tengo miedo de sacarlas ahora porque no tengo la fuerza para que tengan la exposición que merecen”.