Cuando arrancó sus emisiones, Mask Singer:Adivina quién canta se presentó como un programa de 90 minutos que terminaría antes de las doce y cuarto de la noche; algo que solo ocurrió en sus dos primeras galas, pues desde entonces el talent show de famosos enmascarados de Antena 3 fue alargando su emisión.
Este miércoles, Mask Singer superó el ecuador de su primera edición con su quinta gala, en la que la mecánica variaba ya que por primera vez se enfrentaban entre sí los ocho participantes que quedan: Caniche, Camaleón, Cuervo, Cerdita, Catrina, Monstruo, Girasol y Pavo Real. Así, habría dos actuaciones más que en sus dos primeros programas. Además, se añadió una sección de pistas (verdaderas y falsas) para arrojar más luz al os investigadores.
Como consecuencia de todo esto, así como por los cortes publicitarios, no fue hasta pasada la una de la madrugada cuando el Monstruo se quitó la máscara y reveló su identidad. La gala en sí terminó a las 01:20 horas de la madrugada, lo que indignó a los fans del programa, que llenaron de mensajes las redes sociales.
Entre otros puntos, se recordó que la promesa inicial era la de un programa de corte familiar que podría ser visto por todo tipo de públicos, y que permitía irse a la cama a una hora decente. Además, la duración de algunos cortes publicitarios también fueron una queja constante.
Pese a todo, el programa se convirtió en uno de los temas más comentados en Twitter. En audiencias esta quinta gala fue la menos vista con 2.342.000 espectadores, según los datos de Kantar ofrecidos por Barlovento Comunicación, si bien mejoró un punto en cuota al alcanzar los 22,5. Con estos datos se situó 8,1 puntos por encima de su principal competidor, La que se avecina, en Telecinco, que firmó un 14,4% y 1.647.000 espectadores.