El Caso Rafael Amargo fue el tema central del Sábado Deluxe de la pasada noche. El programa de Telecinco se veía obligado a cambiar la estructura del programa después de que el bailaor les diera platón horas antes de la emisión, por lo que se tuvo que adaptar a una tertulia en la que se analizó la detención del personaje más mediático del momento.
Uno de los temas principales que se abordaron fueron las llamadas fiestas Chemsex, aquellas en las que se mezcla drogas y sexo. Alonso Caparrós fue el encargado de hacer un Informe Sálvame sobre esta práctica, que no gustó a buena parte de la audiencia por la forma en el que se abordó.
Este tipo de prácticas también existen en ambientes heterosexuales, algo que el programa omitió
Y es que el programa erraba en su visión de esta práctica, que en ocasiones puede desembocar en un problema de salud pública. Tal y como publicaba en Twitter gTt VIH, un grupo de divulgación sobre tratamientos del VIH e información biomédica "analizar sobre un problema de salud pública como el chemsex con un tratamiento sensacionalista y amarillista solo contribuye a criminalizar esta conducta y a las personas que la practican".
El informe no logró contextualizar de forma acertada este complicado asunto ya que, además, reducía esta prácticas a ambientes homosexuales. Si bien es cierto que este tipo de fiestas son más propensas en ciertos grupos del mundo gay, no se puede obviar que en entornos heterosexuales también existan.
Por si fuera poco, el asunto provocaba las risas de los colaboradores por su naturaleza sexual, quitándole importancia a una práctica peligrosa a través del humor. Además, ante una audiencia que de forma general desconoce este tipo de prácticas.
En definitiva, un desacertado enfoque que estigmatiza a un grupo que durante años ha tratado de quitarse de encima ciertos prejuicios muy peligrosos. "Me hace mucha gracia que el programa del progresismo por bandera, del “rojos y maricones” sean los que estén dejando al colectivo LGTBI por los suelos, dejándolos de adictos a todo tipo de sustancias y enfermos del sexo y normalizando sus “chemsex”, decía otra usuaria a través de Twitter.