Este viernes se emitió la segunda semifinal de Tu cara me suena. Jorge González ya había conseguido el pase a la final en la semana anterior, y matemáticamente Cristina Ramos, Nerea Rodríguez y Gemeliers estaban ya en la misma.
Faltaba por decidir quién conseguía la quinta plaza, la cual por cuestión de puntos solo se podían jugar Rocío Madrid, Belinda Washington y María Isabel. Finalmente, la excelente imitación de Rocío Madrid de la cantante y compositora LP le valió la victoria de la gala, y también el pase a la final al conseguir en la clasificación general un punto más que María Isabel.
La intérprete del hit ‘Antes muerta que sencilla’ tiene mucho talento, eso es indudable, y desde el primer programa muchos la dábamos como finalista o como posible ganadora. Estaba claro que María Isabel quería aprovechar el programa igual que lo hizo Melody para romper con la imagen de niña prodigio, salerosa y aflamencada, y algunas de sus imitaciones como la de Billie Eilish o Leire Martínez no dejaban duda de eso.
Sin embargo, algo empezó a fallar en María Isabel. Discrepaba con el jurado cuando le daban una mala valoración, y en la gala 6 Ángel Llàcer le dio un tirón de orejas poniéndole un 4 por su imitación de Lola Índigo, pues se equivocó con la letra y señaló que había trabajado poco. “Tienes muchísimo talento y lo tienes que usar” le dijo el presidente del jurado.
“Tienes todo para ganar este concurso. El día que trabajes y te lo curres, por ejemplo como Rocío Madrid, tendrás mi 12”, le dijo. Y es que, efectivamente, Rocío ha sido una de las grandes currantas de la edición.
El potencial de Rocío Madrid como actriz
Al igual que me ocurrió con Gemeliers, cuando se confirmó el nombre de Rocío Madrid para la octava edición de Tu cara me suena tuve mis dudas de cuánto podría ofrecer al show. Sabía que es actriz, y que además se defendía muy bien cantando, pues estaba al frente de un grupo tributo a Hombres G que hacía algunos conciertos por su Málaga natal, pero su imagen de reportera dicharachera en Operación Triunfo y de Crónicas Marcianas pesaba.
Pronto Rocío demostró que el escenario es lo suyo, y que tiene disciplina de sobra. No tiene la mejor voz de la edición, pero sí la inteligencia de convertir esa debilidad en su fortaleza, porque le ha permitido lucirse en las imitaciones.
El no poder esconderse detrás de un chorro vocal ha hecho que apreciemos mejor cómo recrea movimientos y gestos, cómo emulaba los vicios vocales de los cantantes que imitaba, ya fuese la más sexy Marta Sánchez o la más recatada Amaia Sáizar, del grupo Bravo, el que quedó tercero en Eurovisión en 1984 con el tema Lady Lady. A ella todo le sentaba bien.
En una de las galas el pulsador decidió que Rocío Madrid imitase a Carmen Sevilla, y pensé que era un personaje que le vendría como un guante. Porque Carmen nunca fue una de las grandes voces de la canción española, pero sí contaba un salero natural y un gran sentido del espectáculo que hacía que su rango vocal importase poco. Un poco como le ha ocurrido a Rocío en esta edición (y también a Belinda Washington, ojo, que ha dado auténticos números en los que el trabajo, la preparación y la disciplina se notaba a leguas).
En principio resulta difícil pensar que Rocío pudiese alzarse con la victoria la semana que viene, a pesar de que llega a la final con tantas galas ganadas como Jorge González. No cuenta con una base de fans como Gemeliers, ni ha notado el apoyo del público en otro talent como le ocurre a Cristina Ramos. Pero de lo que no hay duda es que su imitación de Mecano con 'Me cuesta tanto olvidarte' será uno de los momentazos de la gala. Y que gracias a TCMS hemos podido descubrir su potencial como actriz y show-woman 360, que diría Paquita Salas.