En estos días ATRESplayer PREMIUM ha abierto el casting para la primera edición de Drag Race España, la adaptación a nuestro país del famoso talent show Rupaul’s Drag Race, el cual surgió hace una década de manera humilde, y que edición a edición ha ido haciéndose grande a nivel mundial.
En el formato matriz, la drag Rupaul (presentadora de televisión, cantante y actriz, entre otros oficios) busca la nueva drag Superstar de Estados Unidos, y para ganar tal título las participantes deben demostrar su talento cantando, haciendo playback, bailando, diseñando trajes o defendiéndose como actrices (y mientras, de manera transversal, nos dan auténticas lecciones de vida y de tolerancia). De momento, se desconoce quién asumirá esa labor de presentación en España, aunque candidatos y alternativas no faltan.
En Drag Race ves lo mismo que en cualquier otro talent show. Creatividad, esfuerzo, talento, compañerismo, peleas, ensayos, disciplina, aunque todo ello entre plumas y lentejuelas, pelucas y tacones. Con la crisis sanitaria del coronavirus todavía haciendo estragos, resulta especialmente interesante la llegada a España de Drag Race, un formato que los seguidores del programa llevaban años reclamando. Y es que en estos momentos los artistas del drag pasan por un momento muy delicado, al igual que todo el mundo del espectáculo en general.
El drag y el transformismo ha sido siempre un sector profesional un tanto underground, cuyo principal mercado está en el mundo de la noche, y con salarios y condiciones no son habitualmente halagüeñas (y más si tenemos en cuenta que requiere de una importante inversión en maquillaje, peluquería y vestuario).
Con el ocio nocturno cerrado pocas drags pueden trabajar en estos momentos
Hablamos de artistas que trabajan muchas horas sobre un calzado a veces imposible, que tiene que entretener al público cantando o haciendo playback, contando chistes, hablando a pie de pista. Un oficio para el que no todo el mundo vale.
Drag Race España permitirá a sus participantes hacer visible su talento y su disciplina, e incluso trabajar en una época en la que solo algunos afortunados lo consiguen. Y es que con el ocio nocturno cerrado y sin vistas de abrir, pocas drags tienen la suerte de trabajar en estos momentos.
RuPauls’ Drag Race logró hacer del arte drag algo mainstream. Muchas drags del programa han conseguido trabajar en giras internacionales, han trabajado en shows en Las Vegas o han tenido la oportunidad, incluso, de tener su propio programa o serie de televisión. Gracias a Drag Race, por ejemplo, la sala La Riviera de Madrid se ha llenado durante dos días seguidos para ver a profesionales del espectáculo que, sin la proyección de la televisión, estarían posiblemente actuando en un pequeño escenario de un bar de ambiente.
Del mismo modo, el formato ayudará, al igual que su programa matriz, a lanzar mensajes muy importantes, tanto a los homosexuales y transexuales como a los heterosexuales. Y es que de manera transversal en Drag Race se ha luchado contra todo tipo de discriminación, de un modo que no se ha hecho jamás en ningún otro programa.
El mensaje de tolerancia del programa es muy necesario ante el auge de la extrema derecha
A lo largo de las doce temporadas ya emitidas en Estados Unidos (a las que hay que sumar las ediciones de Tailandia, Canadá, Holanda y Reino Unido, además de los All Stars) hemos conocido casos que rompían el corazón: gente a la que de adolescente echaron de su casa por ser homosexual, o familias que no apoyan a los concursantes porque no toleran que expresen su arte a través de pelucas y maquillajes. Historias que hay que escuchar atentamente para que no se vuelvan a repetir, en unos tiempos en los que se ha producido un auge de la extrema derecha.
Desde RuPaul’s Drag Race también se ha luchado contra la homofobia en el deporte y en el ejército, se ha relatado cómo las personas enanas sufren discriminación por su acondroplasia, ha sido un canto de amor a las personas mayores homosexuales que tuvieron que partirse la cara para poder vivir su sexualidad hace cuatro décadas, y ha puesto en manifiesto que el sida hizo estragos y que todavía hay que protegerse del virus.