Arriesgándose a poder enfrentarse a Mi hija, el nuevo fenómeno turco de Antena 3, La 1 demostraba hace una semana su confianza en La Caza anunciando el estreno de una nueva temporada para este miércoles 13 de enero a partir de las 22:05 horas.
A su favor, la sorpresa que fueron los datos que cosechó en su primera temporada (14% y 2.162.000 espectadores) pero también el hecho de que, al trasladarse del pirineo aragonés hasta la isla de Mallorca, la serie se reinventa ligeramente en su segunda etapa.
Bajo el subtítulo de Tramuntana, aunque si bien volvemos a un pueblo pequeño, cargado de secretos y en el que todos se conocen, la narrativa cambia y damos constantes saltos al presente y al pasado que llevan al espectador a sumergirse en la historia desde el primer minuto.
El punto de partida de la nueva historia es el homicio de Bernat Cervera, un habitante muy querido del pueblo de Tramuntana y que fue asesinado delante de tres jóvenes por alguien con máscara de cabezudo, un caparrot de bebé de lo más siniestro. Un caso en el que trabajará Sara Campos, la sargento a la que encarna Megan Montaner, y de la que sabemos que algo le pasó durante la investigación y que ha desaparecido.
“Ante el éxito de la primera temporada, nos planteamos crear la segunda y en Tramuntana la serie parte de cero”, revelaba el pasado jueves Fernando López Puig, director de Contenidos y Canales de TVE en la presentación de la serie. José Manuel Lorenzo, presidente de DLO Producciones y productor ejecutivo de la serie, ha añadido que “Tramuntana es muy diferente a la primera temporada, pero sigue respondiendo a ese intento de llamar en cada episodio a los espectadores para que vuelvan la próxima semana”.
El homicio de un vecino y la desaparición de Sara son los dos pilares de la nueva etapa
Así, por un lado tenemos ese doble misterio del crimen y la desaparición, en el que hay asesinos enmascarados, gente que se declara culpable pero que parece inocente, y un grupo de adolescentes que viven en centros y casas de acogida que saben más de lo que dicen.
Por otro, se vuelve a desarrollar el infierno interior de Sara, del que ya conocimos parte en La Caza: Monteperdido. Ahora la sargento vuelve a sus orígenes, descubrimos que parte de su infancia la pasó en Mallorca, y que allí fue, quizá, el lugar en el que fue más feliz. Sin embargo, su mundo interior no está en absoluto equilibrado, tal y como insiste en remarcar una y otra vez el sargento Selva (Féliz Gómez), el encargado de terminar lo que ella no pudo.
Para rescatar un poco la primigenia trama sentimental, durante la investigación de la muerte de Bernat, Sara se reencuentra con el cabo Víctor Gamero, al que vuelve a encarnar Alain Hernández. Que Sara esté sola en la primera parte del episodio ya nos invita a pensar que entre ellos no fue la cosa del todo bien entre ellos, pero eso es lo de menos. Queremos verlos trabajar de nuevo codo a codo, pero también saber si hay posibilidades de que retomen lo que empezaron en el Pirineo aragonés.
Hay que estar muy pendiente para no perderse entre tanto salto temporal
El citado sargento Selva se convierte en uno de los nuevos pilares de la investigación (y de la serie). Vemos un Félix Gómez más andaluz y prepotente de lo que estamos acostumbrados (en el mejor de los sentidos). Es un personaje que cae mal, pero que sabes que su papel para descubrir el pastel será fundamental. Que él será, probablemente, quien encuentre la clave de todo lo que pasa en el pueblo en alguna de esas grabaciones en las que se ve cómo Sara iba haciendo sus investigaciones e interrogatorios.
La Caza. Tramuntana no es una continuación al uso de La Caza. Monteperdido. Los miembros de la Guardia Civil son los mismos, pero nada más. En este primer episodio se nos narrará qué fue de aquellos vecinos a los que cogimos cariño en la primavera de 2019, pero pronto se pasará página y nos centraremos en lo que pasa ahora en este pueblo de Mallorca, de arraigadas tradiciones.
Y así, nos adentraremos en una nueva era de la serie, más madura y compleja. En la que el punto de partida no es una desaparición al uso, sino un crimen (al que luego le sucederán otros), en la que hay que estar muy pendiente de lo que pasa para no perder puntada entre tanto salto temporal, y en la que el primer episodio tiene tanta acción que deja con ganas de ver ya el siguiente.