La segunda temporada de Toy Boy contará con un fichaje internacional que revolucionará a los seguidores de la serie. La ficción producida por Atresmedia en colaboración con Plano a Plano y Netflix sumará a su reparto original la presencia del italiano Michele Morrone.
Este actor saltó a la fama internacional por su papel protagonista en 365 días, la película polaca de temática erótica que ha tenido una excelente acogida en Netflix. En el filme, Morrone interpreta al mafioso Massimo Torricelli, quien se obsesiona con una ejecutiva y la secuestra, dándole 365 días para que se enamore de él.
El gran atractivo físico del actor, del que presume en las numerosas escenas tórridas que protagoniza en la película, le ha hecho ganarse el reconocimiento como sex symbol internacional. Michele cuenta con 11,7 millones de seguidores en Instagram y, con su participación en Toy Boy, se prevé que siga abriéndose camino en el mercado internacional, pues la ficción ha gozado de un buen recibimiento dentro y fuera de España.
Antes de alcanzar su máxima popularidad con 365 días, el actor había participado en numerosas obras de teatro, series y películas como Sirene, El Juicio o Medici. Todos esos proyectos le otorgaron el reconocimiento por parte del público en su país, tanto que en 2016 participó en la versión italiana del programa Bailando con las estrellas.
A sus 29 años, Michele Morrone también ha trabajado como modelo y cantante. En febrero del año pasado probaba suerte en el mundo de la música lanzando su álbum debut, Dark Room, que tuvo bastante repercusión en las plataformas de streaming.
La vida personal del actor se aleja de la imagen de latin lover que proyecta en su trabajo. Y es que a pesar de su juventud ha estado casado durante cuatro años con la diseñadora Raouba Saadeh, con quien tiene dos hijos, Marcudo y Brado.
En 2018, la pareja decidió divorciarse y el actor se sumió en una profunda depresión que le hizo apartarse de las cámaras. Así lo confesaba él mismo a través de una publicación en Instagram el pasado verano: "Hace un año y medio estuve a punto de dejar todo, no quería actuar más. Estaba en un estado de depresión severo después de divorciarme de mi esposa", desvelaba. Según su relato, la falta de trabajo le ocasionó problemas económicos, por lo que tuvo que trabajar "como jardinero en un pueblo remoto de 1.000 habitantes".
Afortunadamente, el actor pudo volver a encarrilar su carrera gracias al éxito de 365 días. "Cuando estás deprimido, el destino pone el tren correcto frente a ti y si eres fuerte puedes tomarlo. Siempre cree en ti mismo... SIEMPRE", concluye el texto.
La última mujer con la que se le ha relacionado ha sido, precisamente, su compañera de reparto en la película de Netflix, Anna-Maria Sieklucka. Ambos protagonizan escenas de alto voltaje por las que se llegó a especular que practicaron sexo real en el set de rodaje y que entre ellos había surgido el amor. Sin embargo, Morrone ha negado ambas informaciones y asegura que entre él y Sieklucka sólo hay una buena amistad nacida a raíz del filme.