Muy popular en la televisión de los años 90 en programas como Moros y cristianos, José-Apeles Santolaria de Puey y Cruells, más conocido como el padre Apeles, siempre ha presumido de ser sacerdote y abogado.
Ahora además sabemos que el popular colaborador de televisión también ha sido ascendido a capitán del Ejército de Tierra como reservista voluntario, según revela Voz Pópuli.
¿Y qué es un Reservista Voluntario? Según explica el Ministerio de Defensa, un Reservista Voluntario es una persona que "desea aportar, de forma voluntaria y temporalmente, sus capacidades, habilidades y conocimientos, en las diferentes misiones que llevan a cabo nuestras Fuerzas Armadas, en el cumplimiento de la función que la Constitución les asigna y como respuesta a los compromisos asumidos por el Gobierno".
El Reservista Voluntario puede "elegir el Ejército, Armada o Cuerpo común con el que desea colaborar y el período de tiempo al que quiere extender dicha colaboración, en función de su disponibilidad y su grado de compromiso".
Con programa propio
Con más de 50 años a sus espaldas, su ácida forma de comentar la actualidad le hizo indispensable en programas como Moros y Cristianos, Crónicas Marcianas, Día a día o El Puente, un formato veraniego en el que se enfrentó con todo tipo de videntes, exotéricos y amantes de lo paranormal. Una de sus mayores enemigas catódicas fue Aramis Fuster, a la que fácilmente sacaba de quicio.
Nunca tuvo pelos en la lengua, y su forma descarada de criticar o contestar a todo el mundo le hizo conectar con la gente. Incluso llegó a tener su propio programa en Telecinco, Cita con Apeles, una especie de talent show que arrancó en otoño de 1997, al que cualquiera podía ir a contar sus vivencias, a cantar o a bailar; eso sí, si el público se aburría, el participante era retirado del escenario. En aquel programa hizo su debut Rocío Carrasco como comunicadora, aunque la aventura solo duró un trimestre en antena.
Recordemos que en aquella época fue desautorizado por la Conferencia Episcopal española, que afirmó que Apeles nunca había pertenecido a diócesis española alguna o a institutos en España, y que ejercía el sacerdocio fuera de toda jurisdicción.
A pesar de ello, se codeó con lo más ganado del famoseo patrio, como Terelu Campos, la familia Mohedano, Lara Dibildos o la vidente Cristina Blanco, madre de Miguel Ángel Muñoz. Incluso acompañó de forma puntual a Carmen Sevilla en Telecupón. Y sin olvidar a Yola Berrocal, a la que lanzó a la fama después de unas fotografías comprometidas de ambos.
Como tantos otros personajes televisivos, su fama se fue diluyendo, hasta caer en el olvido. Entonces se mudó a Alemania, y años después confesaría en Viva la vida que la televisión le pasó factura, e incluso intentó quitarse la vida allá por 2012. "Tenía ganas de morirme. No tenía ganas de vivir. Tomaba muchos somníferos. Iba andando y me torcía mucho los pies. Llegó un momento en que solo tomaba las pastillas. Un amigo médico me inyectaba cortisona... Fue entonces cuando decidí ir al hospital” explicó. Incluso, "estuvo a punto de fallecer" porque la televisión le "desbordó".
En Sábado Deluxe también habló de su vida y de su ascenso y descenso a la fama."La televisión esperaba de mí lo que yo no podía darle. Si hubieran sido inteligentes, hubiera durado más", le dijo a Jorge Javier Vázquez, en 2017.
También le aseguró que le habría "gustado estar en televisión de otra manera. Me convertí en carne de cañón", y que “cuando trabajaba en televisión, vivía como un marqués no como un cura… Estaba preocupado más por otras cosas. Fue una época que se me vino encima todo… Con el tiempo me di cuenta de que estaba perdiendo el tiempo”.