La era de la perplejidad

‘La era de la perplejidad’ trae nuevas normas del juego

Sus argumentos se añaden a los de más de una veintena de intelectuales que anticipan este futuro. Con mayor o menor optimismo, es un horizonte que se gesta a base de pequeñas revoluciones en ámbitos muy diversos y, no obstante, conectados entre sí. Uno de los hitos de la actualidad es la capacidad que tiene el ser humano para acceder a una ingente cantidad de información, gracias a la cual puede obtener un conocimiento más preciso de lo que le rodea y alcanzar una opinión más formada sobre los asuntos que le conciernen o que le interesan.

Es la consecuencia más directa de la profusión de medios de comunicación digitales y del activismo que fomenta la red, algo que se aborda en ‘La era de la perplejidad’ como un aspecto clave para definir las nuevas normas del juego. Este escenario es el que protagoniza el primer bloque de artículos del libro. A partir de ahí, la obra entra en las nuevas organizaciones sociales, los movimientos y activismos que han surgido y la desafección generalizada de la sociedad hacia la política.

Con estas mimbres, ‘La era de la perplejidad’ ahonda en cómo estas situaciones aparentemente más más cercanas afectan -o lo terminarán haciendo- a la geopolítica, las relaciones internacionales, al papel de las religiones e incluso a la guerra, con especial atención al cambio en los roles que las grandes potencias actuales y emergentes dilucidarán en el teatro mundial.

Íntimamente relacionado con lo político está la economía, a veces sin poder desprenderse una cosa de otra. Lo cierto es que ambos conceptos son los principales culpables de esa “perplejidad” que sirve de título al libro. Y es que buena parte de esa incertidumbre, la inseguridad del ciudadano acerca de un futuro incierto en cuanto a su pretendida estabilidad, genera un desasosiego perturbador. Y eso que, al mismo tiempo, también se abren nuevas oportunidades de exploración acerca de la mejor manera de optimizar las crecientes posibilidades tecnológicas y asimilarlas de la manera más natural posible. O dicho de otro modo, asumir sin angustia este periodo de transición en el que nos hallamos, la ‘era de la perplejidad’.

En este contexto también se antoja igualmente imprescindible que las autoridades y el mundo de la política promocionen la educación “no sólo en el sentido de enseñar, sino también de innovar, de investigar, de promover el emprendimiento, el cambio, tener menos miedo al futuro…”, según el presidente de BBVA. Todo suma en la preparación para un futuro que puede ser incierto pero que también conllevará grandes oportunidades para los que estén mejor preparados.

Que esta colección esté integrada dentro del proyecto OpenMind no es casual, ya que fue creada en 2008 con la intención de erigirse en un foro de debate sobre los grandes temas de nuestro tiempo en los que han participado, como sucede este año, voces autorizadas desde distintos ámbitos de nuestra sociedad. Este acervo multidisciplinar constituye una prestigiosa comunidad online de divulgación que pone al alcance de todos, de manera libre y gratuita, el conocimiento en diversos campos de los más prestigiosos pensadores que han firmado elementos de análisis para entender los grandes movimientos que subyacen en diversos campos.