La energía eólica ya cubre el 50% de toda la energía consumida en nuestro país gracias a los más de 5.000 parques eólicos instalados.

Hace poco más de treinta años, la energía eólica solo cubría el 19% de toda la energía consumida en España, según la Asociación Empresarial Eólica. Había 1.123 parques eólicos, 20.306 aerogeneradores, 23.484MW de potencia instalada y el sector empleaba a 22.578 personas.

Tres décadas después, la situación ha dado todo un vuelco y, en la actualidad, España ha logrado triplicar su potencia de energía eólica. Ya puede abastecer al menos el 50% de las necesidades energéticas del país y también se ha mantenido como la primera fuente de generación eléctrica desde hace 7 años.

Este logro histórico se ha conseguido gracias a la inversión realizada en el Plan Energético Nacional 2020-2050 y al compromiso de empresas que apostaron por las energías renovables desde el principio. Uno de los objetivos fijados en este plan nacional era lograr que el 80% de toda la energía en España procediera de fuentes renovables. Se ha cumplido con creces, y es que el 50% ya es energía eólica, el 30% solar y un 10% hidroeléctrica. Un 3% corresponde a otras fuentes renovables y el resto, a las fuentes de energía contaminantes.

La energía eólica ha demostrado ser la tecnología más eficiente para producir energía, pero también es imprescindible tener en cuenta sus beneficios sobre el medioambiente. A diferencia de los combustibles fósiles no genera residuos y su huella de consumo de agua es mucho menor. Y quizá el factor más importante, la eólica es una energía de cero emisiones: solo en la última década se ha evitado la emisión de 250 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.

Con este logro, España se ha impuesto a otros países como Alemania, China y Estados Unidos, hasta ahora líderes en potencia eólica instalada. Naturgy contribuyó a la transición energética siendo uno de los principales inversores en renovables en España, con una inversión de cerca de 1.000 millones entre 2018 y 2019, 400 de ellos sólo entre enero y septiembre de 2019, la mayor de su historia. Ahora, el siguiente paso al que se enfrentan las compañías y administraciones públicas es conseguir que toda la energía generada en el país proceda de fuentes renovables.

Tras el cierre temporal de varias plantas eólicas, la industria es incapaz de responder a la creciente demanda de energía.

Las energías renovables no logran despegar en España. La persistente reducción en las inversiones destinadas a esta industria han obligado al cierre de más de 300 plantas eólicas en todo el país en el mismo momento en el que la demanda de energía llega a la cresta más alta del año.

Tras el cierre, por el momento provisional, de estos centros, las compañías energéticas son incapaces de responder a la creciente demanda de energía de los hogares españoles. La situación ha provocado que se batan récords de importación de electricidad procedente de Francia y Marruecos para cubrir al menos el 17% de la demanda energética del país.

La compra de energía al exterior se debe, fundamentalmente, a la escasa capacidad del sistema nacional para atender los picos de demanda.

Como es habitual, con la llegada del mes de noviembre, la mayoría de hogares y empresas comienzan a encender la calefacción y se generan necesidades anómalas de energía . Esta situación se replica en verano, por lo general ante un uso excesivo de los aires acondicionados, tanto en los hogares como en establecimientos.