La segunda vida de los neumáticos
El reciclaje está cada vez más presente en nuestros días. Las grandes empresas apuestan por una economía circular que proteja el medio ambiente. El reciclaje de neumáticos es un buen ejemplo de ello.
En la actualidad proteger el medio ambiente se ha convertido en una lucha global. Una forma de apoyar a la naturaleza es a través del reciclaje, que puede desarrollarse a nivel individual, intentando customizar productos como ropa vieja, botellas usadas, papeles… pero que también puede llevarse a cabo desde las grandes empresas. La economía circular, en la que se trata de generar menos basura aprovechando materiales ya usados para darles una segunda vida, es una de las bases sobre las que empresas como Sacyr construyen su lucha para proteger el medioambiente.
Es posible reciclar casi todos los objetos, como por ejemplo los neumáticos, a los que podemos darles una segunda vida de la mano de empresas concienciadas con el medio. Una vida que puede estar alejada de la anterior, convirtiéndose en calzado, en suelo para instalaciones deportivas, infantiles o en asfalto. También pueden volver a su viejo oficio siendo recauchutadas para volver a pisar fuerte sobre las carreteras.
Sacyr participa de forma activa en dar nuevas oportunidades a los neumáticos. Este proceso se lleva a cabo mediante su filial Valoriza Servicios Medioambientales, que cuenta con una de las plantas más avanzadas de Europa en el tratamiento y reciclaje de neumáticos. Desde esta planta, situada en Chiloeches (Guadalajara), se encargan de aplicar el concepto de economía circular, alcanzado las 25.000 toneladas de neumáticos reciclados anualmente.
Proceso de reciclaje de un neumático
Cuando los neumáticos llegan al final de su vida pueden seguir siendo aprovechados para otros usos cotidianos. El proceso de recuperación de los neumáticos es muy sencillo y eficiente. En primer lugar, una empresa que garantiza la correcta gestión medioambiental, como Signus, una entidad sin ánimo de lucro que se encarga de la gestión de neumáticos usados, transporta las ruedas hasta una planta, donde se encargarán de dividirlas según sus tipologías y tamaños (pueden ser de turismos pero también de grandes camiones o maquinarias).
Una vez clasificados, se introducen en máquinas trituradoras y en máquinas de granulación de diferente capacidad (existen maquinarias capaces de soportar hasta neumáticos de un diámetro de 1800 mm), en ellas se separa el caucho del acero o la fibra textil que también forman parte de los neumáticos.
Usos de su segunda vida
Desde Valoriza apuestan por la calidad del medioambiente e intentan implantar la economía circular poco a poco en todos los elementos de la vida cotidiana. Por ejemplo, apostando por la seguridad de los más pequeños, comercializa caucho granulado para suelos de parques infantiles bajo la marca Grelastic Color Park, compuesto por un 80% de gránulo y un 20% de resina. Este material puede tener una gran variedad de colores.
También apuestan por suelos resistentes, seguros y estéticos en las pistas de atletismo e incluso en los campos de fútbol de césped artificial, cumpliendo con las normativas deportivas de calidad exigidas por la FIFA.
Avances que marcan la diferencia
Desde Sacyr se presta gran atención a la innovación aplicada, por ello se encargan de investigar las tendencias y modelos del sector para conseguir mejorar sus productos y servicios. Así nació otro de sus productos más innovadores e importantes que se obtiene tras el tratamiento de los neumáticos, es el RARX, un aditivo de alta tecnología que cuenta con un 60% de polvo de neumático y sirve para generar asfalto. Su utilización se hace de forma directa en las plantas de asfalto, por lo que no se necesita utilizar maquinaria auxiliar, consiguiendo así un ahorro de sobrecostes. Además, el asfalto final también dispone de ventajas una vez que ya está en uso y los coches circulan sobre él, ya que mejora la durabilidad del suelo y reduce la contaminación acústica.
Para su comercialización, Valoriza creó una empresa llamada CIRTEC, que prevé que el uso de RARX ascienda a 4.000 toneladas en el año 2020, desde las 350 toneladas consumidas en el año 2016. Para llegar a esta cifra se necesitarían reciclar casi 850.000 neumáticos y supondría una reducción de 5.500 toneladas de emisiones de CO2.
Medidas como estas nos muestran como la protección del medio ambiente es primordial para la responsabilidad social corporativa de nuestras empresas, porque gracias al reciclaje todo son factores positivos: a la vez que se disminuyen costes, se protege el mundo en el que vivimos. La segunda vida de las cosas es posible. Por ello, se debe seguir invirtiendo y apostando para contribuir a crear un mundo mejor, renovado y, sobre todo, reciclado.