La eclosión de las smart cities se vertebra sobre innovadoras tecnologías como nuevos sistemas de comunicación, farolas inteligentes o el coche eléctrico, que jugará un papel fundamental en el futuro.
En la actualidad, unos 3.500 millones de personas, más de la mitad de la población mundial, vive en ciudades. Se calcula que, en 2050, esta cifra llegará a los 5.000 millones debido a un crecimiento urbano sin precedentes hasta ahora en la historia, lo que plantea una oportunidad para implantar nuevos modelos de planificación urbana más eficientes e inclusivos.
Ante este escenario de masificación, las denominadas smart cities o ciudades inteligentes parecen haber dado con las claves para mejorar las infraestructuras de los núcleos urbanos a través de la tecnología. Edificios inteligentes y energéticamente más eficientes, nuevos sistemas de comunicación, modernización del alumbrado público, transporte sostenible… son sólo algunas de las piezas que componen el puzzle tecnológico de las smart cities.
En las ciudades, el coche es un agente sustancial. A menudo, las infraestructuras al servicio de los vehículos vertebran las ciudades, pero los automóviles también llevan consigo la contaminación y saturación de las vías públicas. El lado positivo es que, gracias a la concienciación sobre el medioambiente, alternativas como el coche eléctrico son cada vez más populares, integrándose perfectamente entre el resto de piezas que forman parte de las smart cities. Para implementarse de forma definitiva, se necesita una considerable infraestructura de puntos de recarga, algo que todavía está por llegar en nuestro país y que Endesa, a través de su nueva línea de negocio Endesa, pretende remediar.
Los retos de la movilidad en las smart cities
Por ahora, los coches eléctricos sólo suponen una cuota de mercado del 0,61%, mientras que la media en la UE es del 1,44%. Pero las cifras de venta aumentan regularmente cada año, por lo que parece que la venta de este tipo de vehículo por fin arranca en nuestro país.
La falta de infraestructuras para la recarga es la piedra en el camino de los coches eléctricos. Si bien en las grandes ciudades estos puntos son cada vez más numerosos, escasean en el resto del país. Un informe de la Comisión Europa sobre la implantación de infraestructuras para vehículos eléctricos en 2017 constataba que España se queda atrás respecto a Europa en cuanto al número de puntos de recarga. La media de la UE se establece en 52 puntos de recarga por cada 100.000 habitantes, mientras que España cae hasta los 17 puntos por cada 100.000 habitantes.
Si las ventas de coches eléctricos continúa aumentando, pronto se necesitarán muchos más puntos de recarga que los 4.270 que hay en la actualidad, según Electromaps, una web en la que se pueden consultar los puntos de recarga de nuestro país. Para los próximos 5 años, Endesa, ha puesto un marcha un plan para instalar 8.500 puntos públicos y más de 100.000 puntos privados por todo el territorio nacional.
En una primera fase, entre 2019 y 2020, se prevé la instalación de los 2.000 primeros puntos de recarga públicos para garantizar que los vehículos eléctricos puedan desplazarse a cualquier punto de España. En un segundo período, hasta 2023, se espera la instalación de los 6.500 puntos públicos restantes en zonas urbanas, las principales autopistas y las islas. Endesa se responsabilizará del proceso de instalación de los puntos de recarga y también de su mantenimiento y suministro.
¿Cómo son estos puntos de recarga?
Endesa ha desarrollado varios prototipos para la carga de vehículos destinados a particulares, empresas y la administración pública.
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JuiceBox
Es una centralita de recarga doméstica, de pequeño tamaño y diseño compacto. Permite monitorizar en tiempo real el estado de carga del vehículo desde el teléfono móvil, aunque también puede verse en el led incorporado.
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JuicePump
Es el punto de carga rápida que permite la carga de tres vehículos a la vez. Puede utilizarse en zonas urbanas, carreteras y edificios privados, además de disponer de conexión 3G para el control del dispositivo a distancia.
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JuicePole
Es un punto de recarga al aire libre para dos vehículos a la vez. Está diseñado para ser implantado en un entorno urbano, por lo que dispone de una pantalla LED de alta visibilidad de 10 pulgadas que indica el estado de carga. Además, el dispositivo es capaz de señalar la presencia de vehículos que estén ocupando indebidamente la plaza.
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JuiceStation
Es una gran estructura en la que pueden recargarse de forma simultánea hasta 8 vehículos, aunque también hay disponibles ‘juegos’ de 4 o 6 puestos de carga. El dispositivo se puede instalar en el suelo o en la pared y cuenta con un sistema centralizado que gestiona las recargas de forma automática en función de las características y necesidades de cada uno de los vehículos enchufados.
Sin embargo, los vehículos privados no son los únicos que forman parte de las ciudades. Las restricciones al tráfico privado darán cada vez más peso al transporte público en los grandes núcleos urbanos, por lo que, si se logran flotas sostenibles, éste jugará un papel importante en el desarrollo de las smart cities Los primeros ejemplos que vemos en España se han dado en Madrid, donde recientemente han desembarcado 15 autobuses eléctricos, o Barcelona, donde ya funcionan 9 autobuses eléctricos de gran capacidad. En la Ciudad Condal, Endesa también ha desplegado una infraestructura de carga ultrarrápida que permite recargar el 80% de la batería de un autobús en 8 minutos.
La eficiencia energética, desafío pendiente de las ciudades
Para trasladar el concepto de smart city a los ayuntamientos, desde Endesa se ha planteado la iniciativa Citysens con el objetivo de acercar a las entidades locales proyectos de innovación para ahorrar energía y reducir el impacto medioambiental de las ciudades.
La eficiencia energética es una tarea pendiente en los edificios públicos, cuyo consumo energético supone un alto coste para los ayuntamientos. Para reducir la factura, desde Citysens se ha propuesto el uso de una infraestructura solar fotovoltaica que podría generar ahorros de hasta el 30%. Por otro lado, la incorporación de luces LED en los edificios tiene un potencial ahorro del 70% en iluminación, mientras que la renovación de instalaciones térmicas como calderas o aires acondicionados obsoletos produciría un ahorro del 40% en climatización.
De forma global, podría optimizarse el consumo energético de las smart cities mediante la inteligencia artificial para tareas de medición y control. Una solución tecnológica que permitiría a los municipios tener un control continuo y en tiempo real del consumo energético de la ciudad a fin de implementar mejoras para reducirlo.
Los proyectos más innovadores de alumbrado público
En España, el alumbrado público supone el 40% de la factura energética de los municipios. De los 8 millones de puntos de luz repartidos por todo el territorio, al menos dos tercios están obsoletos. Se trata de un punto con un elevado potencial de ahorro, ya que si el alumbrado anticuado se sustituye por tecnologías LED, podría haber un ahorro energético del 80%, además de reducir la contaminación lumínica por el control de luz que permite esta tecnología.
Más allá del ahorro que se podría lograr con las farolas LED, en Endesa han pensado cómo en las smart cities el alumbrado público podría tener más de una función. Con esta idea se han desarrollado dos prototipos de farola, una con desfibrilador y otra con cargador para vehículo eléctrico, que fueron presentados el pasado marzo en Greencities Málaga, el Foro de Inteligencia Aplicada a la Sostenibilidad Urbana.
La farola con desfibrilador, que se ha diseñado en colaboración con el Ayuntamiento de Málaga, se instalará próximamente en el Paseo Marítimo Antonio Banderas de la ciudad. En caso de necesitar el desfibrilador, los ciudadanos solamente tendrán que llamar al 061 para recibir las instrucciones pertinentes para su utilización y poder activar el servicio.
El otro prototipo que Endesa presentó en Greencities es la farola con cargador para vehículos eléctricos. JuiceLamp permite recargar la batería de dos vehículos simultáneamente aproximadamente en 40 minutos. Está diseñada para ser instalada en un entorno urbano, por lo que es totalmente personalizable (color, altura, estilo), según las exigencias de cada ayuntamiento, y el pago por la recarga del vehículo se realizará a través de tarjeta de crédito.
Proyectos como los que está llevando a cabo Citysens señalan que ha comenzado la transición hacia las ciudades inteligentes. Las entidades públicas y las empresas privadas ya invierten en el concepto de smart cities a fin de crear un modelo urbano sostenible y lo hacen implementando innovadoras tecnologías para prestar servicios públicos de calidad y ser más eficaces en su actividad.