El sistema sanitario de Castilla y León y sus cuatro universidades públicas (Burgos, León, Salamanca y Valladolid) renovaron hoy su alianza en materia de docencia e investigación, con el objetivo de hacer “cantera” en la Comunidad, garantizar la mejor asistencia y potenciar la innovación y su aplicación directa en la salud.

Así lo recoge el nuevo concierto, con una vigencia de cuatro años, prorrogable por otros tantos ejercicios, que suscribieron hoy las consejeras de Sanidad y Educación, Verónica Casado y Rocío Lucas, y los rectores de las universidades de León, Salamanca y Valladolid, Juan Francisco García Marín, Ricardo Rivero y Antonio Largo Cabrerizo, así como la vicerectora de la de Burgos, Begoña Prieto.

Esta firma finaliza un proceso que comenzó hace un año mediante la identificación de los puntos débiles en la colaboración existente entre Sanidad y las universidades públicas, con el objetivo de facilitar nuevos procedimientos que permitan una colaboración más ágil, efectiva y compartida en cuanto a decisiones y resultados. Además, parte de la rúbrica el pasado 14 de julio, del Protocolo de Colaboración entre la Gerencia Regional de Salud y las Universidades públicas de Castilla y León en materia docente y de investigación en Ciencias de la Salud.

Entre las novedades que se incorporan de cara al futuro está el que la colaboración docente relacionará los grados y posgrados que cada universidad desarrollará, incorporando la mejora de que puedan ser modificadas a lo largo de la duración del convenio mediante un mecanismo más ágil como la adenda. Así, la UBU cuenta con una plaza de profesor vinculado y 21 asociados; la de León, con 52 asociados; Salamanca, con 36 vinculados y 365 asociados, y la de Valladolid, con 25 vinculados y 309 asociados. En total, 62 vinculados que prestan asistencia y docencia y 747 asociados, que colaboran principalmente en la formación práctica.

Verónica Casado destacó que con estos convenios específicos les va a ir “muy bien a todos”, porque contribuyen a hacer “más grande, más poderosa y más potente” tanto a la universidad como al sistema sanitario, dentro de una alianza en la que todos ganan. Por ello, subrayó que el objetivo es “unir fuerzas” y hacer que sectores clave, como la universidad y el sistema sanitario, se unan en torno a la formación, la investigación y la docencia.

Rocío Lucas sostuvo que la colaboración es fundamental e imprescindible para nutrir al sistema sanitario de profesionales “bien formados” y vocación investigación, porque a su juicio es la “clave del éxito”. Es fundamental, dijo, reforzar las capacidades de los hospitales universitarios ante la jubilación del personal. Por tanto, destacó que este marco de colaboración mutua debe regir el desarrollo de la formación práctica de los estudiantes y la cooperación y promoción de la investigación.

El rector de la ULE, Juan Francisco García Marín, explicó que se trata de un convenio ya específico que atiende a la parte general y las especificidades de cada universidad. Por ello, remarcó que se han podido plasmar algunas particularidades que se había visto que era necesario definir mejor. Además, aseguró que permitirán una relación “más fluida” no solo en las prácticas, también en la investigación.

El rector de la USAL, Ricardo Rivero, destacó que se hace más sólida la colaboración entre dos “pilares” como son en su opinión la la educación y la sanidad. De esta forma, remarcó que permitirá que no se pierda una generación de futuros profesionales y formadores clínicos. Además, su homólogo de la UVA, Antonio Largo Cabrerizo, destacó esta “magnífica” colaboración y el “trabajo intenso” que ha dado como resultado un convenio para asegurar la calidad formativa de los estudiantes en ciencias de la salud. Además, remarcó que se permite trabajar frente a la “carencia” de profesores acreditados y “hacer cantera para el futuro”, con el fin de poder incorporar profesores vinculados en las áreas clínicas. Otro de los aspectos que remarcó es que se refuerza la investigación y la innovación.

La vicerrectora de la UBU Begoña Prieto celebró este convenio, que aseguró no deja de ser un “hito”, al “vencer todas las dificultades no han sido pocas”. En Burgos, indicó, que afecta a los estudiantes del Grado de Enfermería, si bien señaló que aspiran al de Medicina en el futuro junto con León, al igual que ocurre en otras comunidades.

Novedades

Destaca la importancia que adquiere la figura de la Jefatura de Estudios como elemento coordinador, planificador y regulador de la actividad asistencial, docente e investigadora, entrando a formar parte como vocal en la Comisión Mixta Sacyl-Universidad.

Por otra parte, los protocolos específicos potencian la figura del colaborador en formación práctica (profesional de Sacyl que colabora en las prácticas clínicas), valorándose como mérito en los procesos de carrera profesional y en los concursos públicos de contratación de profesorados de la universidad. Además, los residentes en formación sanitaria especializada que hayan acabado la especialidad podrán acceder a plazas de personal docente e investigador mediante reserva de plazas en la RPT de la Universidad, y se facilitará el acceso a programas de doctorado.

En cuanto a la colaboración docente, se simplifica el sistema de planificación conjunto de la programación de prácticas curriculares de grado y posgrado, y se incluye como novedad la regulación de las prácticas extracurriculares por parte de los alumnos en los centros sanitarios.

Proyectos con implicación clínica

Otro aspecto destacado de estos conciertos es la colaboración investigadora en Ciencias de la Salud, que se amplía a aquellos proyectos de investigación que enfoquen sus investigaciones con una directa aplicación o implementación en el Sistema Sanitario de Castilla y León. Se trata de abarcar por tanto otras ramas del conocimiento que afecten, en su labor investigadora, al sistema de salud de Castilla y León. La Subcomisión de Investigación entre cada universidad y la Gerencia Regional de Salud será el órgano encargado de promover y coordinar la investigación conjunta, seguir el desarrollo de los proyectos comunes e implementar los resultados en el sistema sanitario de Castilla y León.

Además, las bibliotecas sanitarias y universitarias estrechan sus vínculos, realizando una selección conjunta de recursos que satisfagan las necesidades docentes, asistenciales e investigadoras de profesorado, profesionales y estudiantes, dándose un plazo de seis meses para presentar ante la Comisión Mixta ese trabajo de compilación de recursos conjuntos.

Las universidades, como compensación por la concertación de los centros sanitarios como vinculados o asociados, pondrán a disposición de Sacyl recursos materiales con finalidades docentes, cederán material para mejorar la formación o las sesiones clínicas y facilitarán la utilización de sus aulas, así como de salones de actos y paraninfos para actividades formativas, investigadoras o de difusión sanitaria de la Gerencia Regional de Salud.

Por último, los conciertos específicos señalan que para promocionar la docencia e investigación de los profesionales sanitarios, las universidades ofrecerán a profesionales de Sacyl una beca por su colaboración anual en el desarrollo de posgrados universitarios (por ejemplo un máster) que requieran colaboración práctica, prioritariamente para los profesionales que colaboren directamente en la formación práctica del estudiantado de cada master oficial. En este mismo sentido, y en materia de investigación, se ofrecerán becas para matrículas en programas de doctorado y en cursos dirigidos a mejorar competencias para la investigación y consulta de recursos bibliográficos.

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