Los militares del Ejército Español ya están manos a la obra para colaborar en el rastreo de positivos COVID y sus contactos estrechos en Castilla y León. Después de que la Junta de Castilla y León solicitara 60 rastreadores de las Fuerzas Armadas al Gobierno de España, hoy mismo, varios pacientes de la Comunidad están ya recibiendo llamadas de militares para activar el protocolo de rastreo y contener así la expansión del virus en la Comunidad.
Estos miembros del Ejército Español se suman a los 480 rastreadores que ya se encontraban en activo, superando así el medio millar de profesionales que se dedican a llamar a los positivos en coronavirus y seguir así su evolución epidemiológica.
Mientras, el Consejo Interterritorial de Salud decidirá esta tarde si se imponen nuevas medidas de restricción para frenar el avance del coronavirus; y también está sobre la mesa la posibilidad de reducir los tiempos de cuarentena de diez a cinco días.
Castilla y León contará con 22 equipos militares para reforzar la vacunación
El Ministerio de Defensa facilitará a la Comunidad castellana y leonesa veintidós equipos de vacunación móviles, integrados por personal militar, con los que reforzar la vacunación frente a la COVID-19; de esta forma, Castilla y León es la segunda comunidad tras Andalucía que tendrá un mayor despliegue de este recurso sanitario.
La integración de estos equipos móviles de las Fuerzas Armadas reforzará las actividades y llamamientos vacunales entre la población mayor de doce años que aún no se han vacunado y para aquellas personas que están pendientes de recibir la tercera dosis de refuerzo (mayores de 40 años que ya hayan cumplido seis meses desde la inoculación de la segunda vacuna o los que recibieron la dosis de Janssen)
El reparto de estos equipos en el territorio castellano y leonés será, inicialmente, el siguiente: Ávila, dos; Burgos, tres; León, dos; El Bierzo, uno; Palencia, dos; Salamanca, cuatro; Segovia, dos; Soria, uno; Valladolid, dos; y Zamora, tres.