El contrato se ejecutará desde el día 1 de septiembre de 2022 o desde el día siguiente a la formalización del contrato si este fuera posterior, hasta el día 31 de agosto de 2024, siendo los días de ejecución del servicio los días lectivos del calendario escolar de los cursos 2022-2023 y 2023-2024.
A excepción de las rutas de transporte escolar de Colegios de Educación Especial (CEE). En las que los días de ejecución del servicio podrán coincidir en fines de semana si la necesidad del centro así lo requiere. Se prevé la posibilidad de prórroga hasta el día 31 de agosto de 2025.
La Consejería de Educación distribuirá el presupuesto de licitación, 13.363.194, en tres anualidades: 2.004.479 euros para este año, 6.681.597 euros para el año 2023 y 4.677.117 euros en 2024. El número de acompañantes que se estima que son necesarios para prestar el servicio en las 871 rutas de transporte escolar que lo precisan, es de 890.
Figura del acompañante en el transporte escolar
La figura del acompañante en el transporte escolar de Castilla y León se incorporó en el curso 2002-2003 por lo que la Consejería de Educación se adelantó tres años a lo que la normativa disponía al respecto. La Comunidad cuenta en el curso actual con 1.982 rutas de transporte escolar de las que son beneficiarios 34.422 alumnos.
El acompañante de transporte escolar debe ser una persona mayor de edad, distinta del conductor, que se encarga de ayudar en la subida y bajada de los alumnos, especialmente aquellos que presenten déficit de movilidad y a los más pequeños; recoger y acompañar a los estudiantes desde y hasta el interior del recinto escolar; y asegurar el cumplimiento de las normas de uso y utilización del vehículo por parte de los escolares.
Asimismo, vigila que ningún alumno juegue cerca del vehículo; controla que la subida y bajada del autobús se haga por la puerta delantera sin que ningún estudiante se quede alrededor del autobús; comprueba que, cuando haya cinturones de seguridad, el alumno se los abroche correctamente; y vigila que los alumnos permanezcan sentados durante todo el viaje, hasta que el vehículo no se haya detenido completamente, y que hayan colocado sus mochilas y otros bultos debajo de los asientos.
Finalmente, los acompañantes deben velar por la seguridad de los alumnos en el caso de que por alguna circunstancia tuvieran que bajar del autobús, reuniéndoles en un sitio seguro y a una distancia prudencial del mismo para eludir los posibles peligros que surjan por las maniobras de los vehículos.