La “intensa, extraordinaria y extensa” ola de calor del mes de junio se llevó por delante 75 vidas en Castilla y León. Las temperaturas extremas que dispararon el mercurio por encima de los 40 grados en muchos puntos de la Comunidad, provocaron que entre el 12 y el 18 de junio fallecieran por los efectos de las temperaturas estas personas, de las 111 que lo hicieron a lo largo del mes por causas atribuibles al calor. En el otro extremo, en lo que va de año, 124 han muerto por el frío.
Así lo ponen de manifiesto los últimos datos del sistema de monitorización diaria por todas las causas (MoMo) consultado por Ical, dentro del plan de acciones preventivas contra los efectos de las temperaturas excesivas, coordinado por el Ministerio de Sanidad, que arrojan que la ola se llevó la vida de 643 personas en toda España, de las 714 que fallecieron en junio por altas temperaturas.
El informe arroja un goteo de muertes, con las cifras más elevadas los días 18 y 19 de junio, cuando se remató la ola, con hasta 16 fallecimientos por estos motivos. Para los días 16 y 17 estima 13 en cada caso; mientras que la ola arrancó con una víctima el día 12; que fueron dos ya el 13; seis el día 14, y ocho el día 15.
Por provincias, donde el calor sesgó más vidas en esa semana fue en la provincia de León, con 18, seguida por Palencia, donde hubo 14 personas que fallecieron. En Salamanca y Valladolid la ola se llevó once vidas, en cada caso. Ávila sumó cuatro; siete, Burgos, mientras que en Segovia fueron cinco y en Soria, dos.
El calor se cobró casi tantas vidas como el frío en lo que va de año, que sumó 124. En total son 235 finados por los efectos de las temperaturas, según las estimaciones del sistema MoMo. Así, en enero murieron de frío 82 personas, muy por encima de las 25 de febrero, las 3 de marzo y las 15 de abril.
Efectos y recomendaciones
Las altas temperaturas pueden provocar calambres, agotamiento, malestar, dolor de cabeza, nauseas, vómitos, sed intensa y deshidratación así, como provocar descompensaciones en personas con patologías crónicas como hipertensión, diabetes, cardiopatía y obesidad, entre otras.
Cuando una persona presenta náuseas, vómitos, dolor de cabeza, piel caliente y enrojecida, aumento de la temperatura corporal por encima de 40 grados, inestabilidad al andar, mareos, incluso contusiones, puede estar sufriendo un golpe de calor, ante lo que hay que llamar al 112, colocar a la persona a la sombra; airearla y refrescarla.
Desde las autoridades sanitarias se pide proteger, en espacial, a las personas mayores, con discapacidad, niños, crónicos y personas que realizan trabajos físicos intensos o deporte al aire libre. Hay que evitar salir de casa durante las horas centrales del día (entre las 12 del mediodía y las 6 de la tarde); beber más líquidos, evitar comidas copiosas, tomar verduras y frutas, y no abusar de las bebidas alcohólicas.