El sindicato CCOO informó hoy de su denuncia ante la Inspección de Trabajo del "modelo 2x1" que lleva a cabo la Junta y la treintena de empresas concesionarias del servicio de extinción de incendios por el que los trabajadores del sector forestal "no solo apagan fuegos sino que hacen tratamientos selvícolas en verano".
Se trata, como expuso el secretario de Organización de la Federación de Industria de CCOO en Castilla y León, Juan Manuel Ramos, de "un modelo del siglo XIX" que obliga a los trabajadores a compatibilizar los trabajos de extinción de incendios con la realización de tratamientos selvícolas de desbroce y limpieza de los montes en época estival, ante "temperaturas elevadas" que suponen un "riesgo muy alto de estrés térmico por el calor".
Y es que estos trabajadores están obligados a llevar unos equipos de protección individual que "impiden la sudoración y refrigeración del cuerpo" para el desarrollo de los tratamientos selvícolas, que como señalan desde CCOO, "si se realizasen en invierno, se evitarían estas situaciones" y permitirían además a los trabajadores "formarse para adquirir mejores conocimientos y ser profesionales del sector".
Además, se presentó una segunda denuncia ante la Inspección de Trabajo para informar de que estos trabajadores están "expuestos a agentes químicos contaminantes, e incluso cancerígenos", por los componentes de humo, hollín y benceno que se perciben a través de las vías respiratorias y la dermis al tener que llevar los equipos de protección a sus casas para ser lavados cuando esta labor "debería correr por cuenta de las empresas concesionarias o, en su defecto, por parte de la Junta", informa Ical.
Se trata así de sustancias contaminantes que, además, "son introducidas en los domicilios particulares, así que se amplía el riesgo a las familias" de estar expuestos a una contaminación por compuestos que, según la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, son "cancerígenos" al clasificar de forma reciente la exposición ocupacional a la extinción de incendios como tal.
El objetivo del sindicato con esta doble denuncia es evitar que los trabajadores del sector "trabajen con altas temperaturas" para realizar los tratamientos selvícolas preventivos así como que estén expuestos a agentes cancerígenos a través de los monos ignífugos, que deben ser lavados y tratados, como exige CCOO, por las empresas concesionarias.
"Los incendios se deben apagar en invierno", insistió durante la rueda de prensa Juan Manuel Ramos, que recordó que la extinción de un gran incendio como el de la Sierra de la Culebra cuesta "50.000 euros a la hora" y supera "cinco veces" el presupuesto de la Junta para la materia, por lo que es "necesario invertir el modelo" para prevenir en invierno, dotando de un mayor presupuesto al operativo en este periodo para que "los trabajadores puedan profesionalizarse y desarrollar sus proyectos de vida en el medio rural" como forma de combatir la despoblación.
Y es que en la actualidad, los incendios son calificados como "sexta generación" por ser "muy explosivos" ya que, aunque hay menos, "son más grandes y dañinos para el medio ambiente y la población", por lo que la Junta "debe reflexionar y entender que su modelo no se ajusta a la realidad de lo que necesitan los montes y los trabajadores", ya que reduce al 40% el operativo al finalizar septiembre cuando "lo que debe hacer es invertir en invierno para apagar entonces el incendio", recoge Ical.
"Es el peor modelo de operativo", concluyó el secretario de Organización de la Federación de Industria de CCOO en Castilla y León, que recordó además que los trabajadores de prevención están "sometidos a rendimientos" por unos trabajos que "se pueden hacer en invierno y preparar a estos trabajadores como cuerpos de élite", frente al modelo actual que los emplea "escasos tres meses", lo que les lleva a "no volver al sector". Por ello, reiteró la necesidad de "reconsiderar el modelo" por parte de la Junta.
Un modelo que, como expuso el secretario de Acción Sindical de la Federación del Hábitat de CCOO, Óscar Ferrero, cuenta en época estival con 4.500 trabajadores operativos de los que 1.250 compatibilizan los tratamientos selvícolas y la extinción de incendios, siendo estos los que están sometidos a "estrés térmico" y al riesgo de exposición de sustancias químicas "contaminantes, tóxicas y cancerígenas".
Procurar avituallamientos
La rueda de prensa en la sede de CCOO en Castilla y León también sirvió al sindicato para exigir a la Junta que procure "avituallamientos correctos" al personal del sector forestal "máxime ante una época de alto riesgo de incendios".
Y es que la situación vivida en algunos casos durante este verano "no debe volver a repetirse". "Es una falta de consideración hacia los trabajadores del sector que se les dé un bocadillo con el pan de ayer y que no haya agua disponible", así como que "se tiren ocho horas sin comer nada porque no se les haya aprovisionado".
"Es lamentable", concluyó Juan Manuel Ramos, que ante dicha situación, hizo un llamamiento a las Administraciones públicas para que "eso no vuelva a suceder" en un contexto en el que cada vez "se producen más incendios grandes, de mucho tiempo de duración", que requieren de una planificación en el avituallamiento. "Un poco de humanidad para con las personas que están con las desbrozadoras y luego apagando un incendio de este tipo", sentenció.