La Junta de Castilla y León, en el marco de sus competencias en Salud Pública, desarrolla un extenso trabajo en materia de vigilancia, control e inspección alimentaria y ambiental para mantener un nivel de protección efectivo para la salud de los ciudadanos.
Con este fin, la Consejería de Sanidad despliega a lo largo del año el esfuerzo para proteger la salud de las personas a través de la evaluación, gestión y comunicación de riesgos, para fomentar la vida saludable y para prevenir enfermedades, especialmente mediante las vacunaciones, ya sean en niños o adultos.
Esta labor es esencial para la protección de la salud individual y la prevención de problemas sanitaros. Su importancia es cada vez más relevante porque se consigue un fomento de la salud y una disminución de enfermedades que tiene repercusión en términos sanitarios y económicos al provocar una menor presión asistencial y una mayor optimización de recursos.
Coincidiendo con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas la Junta intensifica estas intervenciones ampliando sus ámbitos de actuación para dar respuesta a las características propias del periodo estival y de las actividades más habituales en estas fechas, medidas contempladas en el Plan Estival 2022. Toda la información de interés para el ciudadano está disponible en el portal de Sanidad de la Junta de Castilla y León.
La Dirección General de la Salud Publica, por medio del Servicio Territorial de Sanidad, lleva a cabo una mayor actividad de vigilancia, control e inspección alimentaria y ambiental durante el verano. Esta planificación integral también se centra en la información, formación y el compromiso de todos, ya sea ciudadanos o profesionales de los distintos sectores implicados, como la salud pública o el control alimentario y ambiental.
Altas temperaturas
La Junta de Castilla y León dispone de una ‘Guía de respuesta ante el riesgo de olas de calor’ en la que explica a los ciudadanos cómo actuar ante las altas temperaturas y ante el riesgo de olas de calor. En este sentido, la Junta ha elaborado una serie de recomendaciones que deben ser seguidas especialmente por la población de riesgo.
Deben protegerse especialmente las personas mayores, la población que padezca alguna discapacidad y los menores de cinco años, así como las personas con enfermedades crónicas (como hipertensión, diabetes, obesidad y alcoholismo), quienes tomen alguna medicación y aquellas que realicen trabajos físicos intensos o deporte al aire libre cuando la temperatura sea elevada.
Para conseguir una correcta protección contra el calor la Guía ofrece una serie de consejos. Es importante evitar salir de casa durante las horas centrales del día (entre las doce de la mañana y las seis de la tarde) beber abundante líquido sin esperar a tener sed, evitar las comidas copiosas y consumir mucha fruta y verdura. Es preferible realizar un mayor número de ingestas a lo largo del día pero de poca cantidad, y es recomendable no consumir muchas comidas calientes ni abusar del alcohol.
Es preferible reducir las actividades físicas y utilizar ropa holgada de colores claros y tejidos naturales, además de equiparse correctamente contra el sol con sombreros, gafas de sol y cremas protectoras. Se recomienda en la medida de lo posible permanecer en espacios ventilados y acondicionados, utilizar las habitaciones más frescas del hogar y mantener las ventanas cerradas y las persianas bajadas durante el día.
Los principales efectos negativos que produce el calor sobre la salud de la población son los calambres motivados por la pérdida de sales; el agotamiento generalizado acompañado de síntomas como malestar, dolor de cabeza, náuseas y vómitos y una sensación intensa de sed; la deshidratación y el golpe de calor, que se manifiesta con vómitos y náuseas, piel caliente y enrojecida, un aumento excesivo de la temperatura corporal por encima de los 40°, inestabilidad al caminar y mareos, pudiendo llegar a producirse convulsiones e incluso la entrada en coma.
Si una persona sufre un golpe de calor es muy importante seguir una serie de recomendaciones. Lo primero que se debe hacer es llamar a emergencias sanitarias 112 y colocar al enfermo en la sombra. Si está consciente, se debe colocar con la cabeza ligeramente elevada, proporcionarle abundante agua, y refrescarle con agua o hielo, especialmente la cara y las axilas. Si la persona esta inconsciente se debe colocar tumbado de lado con las piernas flexionadas y no se le debe proporcionar líquido.
El impacto de la exposición al calor excesivo está influido por el envejecimiento fisiológico y las enfermedades subyacentes. Generalmente un individuo sano tolera una variación de su temperatura interna de aproximadamente 3° sin que sus condiciones se alteren de forma importante. A partir de los 37° grados se produce una reacción fisiológica de defensa.
Las personas mayores y los niños pequeños son más sensibles a estos cambios de temperatura. Los primeros tienen reducida la sensación de calor y por lo tanto la capacidad de protegerse, existiendo un paralelismo ente la disminución de la percepción de sed y la percepción de calor, especialmente cuando surgen enfermedades neurodegenerativas. A ello se suma la termólisis reducida del anciano (numerosas glándulas sudoríparas están fibrosadas y la capacidad de vasodilatación capilar disminuida). Esto último ocurre también en la diabetes y las enfermedades neurodegenerativas.
Toxiinfecciones alimentarias
Directamente relacionado con el calor, pero también con la seguridad alimentaria y la manipulación de alimentos, Sanidad recuerda la importancia de prevenir toxiinfecciones alimentarias.
Las diez acciones preventivas básicas para este ámbito, disponibles en el portal de Sanidad, son: adquirir de alimentos que hayan sido manipulados de manera higiénica; mantener los alimentos lejos de roedores, insectos y animales de compañía; mantener tanto una correcta higiene de la persona que se va a encargar de manipular los alimentos como una limpieza adecuada de superficies y utensilios de cocina; evitar el contacto entre alimentos crudos y cocinados; cocinar correctamente los alimentos; consumir los alimentos inmediatamente después de ser cocinados o recalentados; conservar los alimentos cocinados de manera segura con una temperatura optima; calentar suficientemente los alimentos cocinados; utilizar agua potable y no consumir alimentos perecederos expuestos a temperatura ambiente.
Además, como el verano es época de salidas y excursiones, la Junta ofrece en el portal de Sanidad una serie de recomendaciones para el consumo seguro de alimentos en el campo, como beber agua potable; evitar el consumo de alimentos que conlleve refrigeración, especialmente huevo, y lavar frecuentemente los contenedores de bebidas y alimentos.
El ‘riesgo 0’ no existe, pero se pueden limitar en una gran medida las posibilidades de verse afectado si se extreman precauciones y se siguen las buenas practicas tanto en establecimientos públicos como en los propios hogares.
La salmonella es un germen que puede encontrarse con frecuencia en los alimentos, el agua y el medio ambiente contaminados. Las bacterias pasan a los alimentos a través de manos sin lavar, superficies de trabajo sucias, o de otros alimentos crudos, contaminados o insuficientemente cocinados. En la provincia de Soria, en el año 2021, se detectaron 21 casos de salmonella. En ese periodo, los Servicios Oficiales de Salud Pública de Soria realizaron 4.616 actuaciones en relación con el Programa de Vigilancia y Control de Industrias y Establecimientos Alimentarios.
La Junta desarrolla también el Plan de prevención de la legionelosis en Castilla y León con el objetivo de prevenir su aparición, que puede presentar casos esporádicos o en forma de brotes afectando especialmente a la población de edad más avanzada con enfermedades respiratorias crónicas y los fumadores. En el año 2021 se detectaron tres casos de legionela en Soria.
Para prevenir esta enfermedad, la Junta cuenta con un censo de instalaciones de mayor peligro, como son las torres de refrigeración, los sistemas interiores de agua caliente sanitaria y agua fría de consumo humano y las piscinas climatizadas con movimientos de agua y baños de burbujas. En 2021 se realizaron 136 actuaciones en establecimientos con instalaciones de riesgo de legionelosis.
Actividades al aire libre: baño y campamentos
La vigilancia, control e inspección de Sanidad tiene otro foco en las zonas de baño declaradas y piscinas, ya sean estas se titularidad pública o privada.
La provincia de Soria cuenta con cuatro zonas de aguas baño, según el censo oficial de Castilla y León elaborado por la Consejería de Sanidad: tres en el embalse de la Cuerda del Pozo, en los términos municipales de Soria (con dos puntos de muestreo: en Las Cabañas y en Playa Pita), Vinuesa (El Bardo- base náutica) y Cidones (Playa Gamella. Herreros); y en el río Duero a su paso por San Esteban de Gormaz (La Rambla). Según las muestras iniciales realizadas hasta la fecha, la calidad de las aguas de todas estas zonas es apta para el baño.
El control y vigilancia de estas aguas lo realiza el Servicio Territorial de Sanidad, cuyos técnicos toman muestras para su análisis y determinación de la aptitud. Los resultados son comunicados a los ayuntamientos para que estos alerten a los bañistas de la calidad del agua en cada una de las zonas de baño censadas.
Según datos administrados por la Consejería de Salud de la Junta de Castilla y León, en los meses comprendidos entre junio y septiembre se realizaron 45 muestreos en la provincia de Soria, con un ratio de 11,3 muestras por cada zona de baño, no encontrando situaciones de irregularidades en ninguno de los controles realizados.
Este año, Sanidad igualmente prevé desarrollar inspecciones periódicas en cada una de estas zonas, estimándose que se realizarán otros 45 muestreos, como el pasado año, en los meses de junio, julio y agosto.
El lugar donde se efectúa la toma de muestras para el control de la calidad de las aguas de baño, en las que se analiza la presencia de enterococos y E.Coli en las mismas, es aquel en el que se prevea mayor presencia de bañistas teniendo en cuenta el mayor riesgo de contaminación según el perfil de las aguas de baño.
En el Portal de Salud de Castilla y León se pueden consultar los mapas de aptitud, que se actualizan semanalmente, de todas las zonas de agua de la Comunidad de Castilla y León, así como consejos para los ciudadanos.
Otro ámbito de intervención de los servicios oficiales de la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad, en relación con el disfrute y ocio de aguas de recreo, es el control de las piscinas. El censo actual de las mismas en Soria es de 44 piscinas al aire libre, 28 de ellas de titularidad municipal. En estas instalaciones se realizan controles periódicos y analíticas continuas para comprobar el cumplimiento de la condiciones higiénico- sanitarias y la seguridad de los usuarios. El año pasado se realizaron 268 inspecciones en la provincia de Soria, con 741 controles de cloro y 396 de pH.
Otro de los ámbitos de intervención, directamente relacionado con las actividades al aire libre, es el control sanitario de los campamentos. Sanidad prevé la realización de inspecciones antes y durante el funcionamiento de estas instalaciones, para lo que se tendrá en cuenta la ubicación del campamento, el número de asistentes, las condiciones de elaboración de las comidas o las condiciones de las zonas de baño si las hubiera. En Soria, el año pasado se realizaron 24 visitas de inspección a campamentos con instalaciones no permanentes.
En relación con las actividades al aire libre hay que tener en cuenta la exposición a vectores, es decir, mosquitos, garrapatas u otros insectos. La picadura de las garrapatas, que viven en áreas boscosas o cubiertas de hierba y muestran mayor actividad cuando existen temperaturas suaves y un mayor nivel de humedad, se puede prevenir en cierta medida utilizando camisas y pantalones de manga larga y utilizando repelentes adecuados. Además, es importante acudir al médico para retirarlas de la piel y no arrancarlas personalmente. En 2021 desde Soria se enviaron al laboratorio de referencia para su análisis y estudio de patógenos 310 garrapatas que fueron quitadas de pacientes que acudieron a los servicios sanitarios.
Vacunaciones internacionales
El último de los grandes ámbitos de intervención en Salud Pública es el referido a los viajeros. En los últimos años se ha producido un aumento muy significativo de personas que viajan a todos los lugares del mundo y esto provoca que estos viajeros estén en contacto con enfermedades infecciosas diferentes a la de su entorno habitual. El riego de adquirir enfermedades varía en función de factores como el país que se visita, la época del año o el tipo de viaje a realizar
Es por eso que los consejos a cada viajero deben realizarse de forma individualizada. Para ello existen los Centros de Vacunación Internacional, que en Soria está ubicado en el Servicio Territorial de Sanidad, donde los viajeros reciben información al respecto y las vacunas y tratamientos obligatorios y necesarios.
En 2021, el Centro de Vacunación internacional de Soria atendió a 228 viajeros, se aplicaron 346 dosis vacúnales y se recomendaron 80 tratamientos de quimioprofilaxis antipalúdica. Los países de destino que necesitan este tipo de atenciones con mayor número de viajeros sorianos en el último año fueron: República Dominicana, Ecuador, Bolivia, Brasil, Gambia y Kenia.
Desde el pasado 1 de enero, los viajeros que han acudido al Centro de Vacunación Internacional de Soria han sido 330, siendo los destinos que precisan este tipo de tratamientos con mayor número de demandantes (más de 10 visitantes): Bolivia (40), Ecuador (38), Colombia (25), México (25), Kenia (19), Tailandia (19), Perú (16), Egipto (15), Uganda (14), Tanzania /12) y Ghana (10).