Si comienzo mis comentarios de hoy diciendo que los políticos españoles están mal pagados, algo en lo que creo firmemente, estoy seguro de que algunos dirán, “este que va a decir, si vivió de la política casi 30 años”, mientras otros pondrán sobre la mesa una serie de nombres de algunos políticos que difícilmente puedan justificar sus generosas retribuciones. Pero si siguen mis razonamientos estoy convencido de que al final, terminarán dándome la razón, argumentos que lógicamente no se pueden aplicar a muchos de los que efectivamente viven de la política.
Desde que tuve mi primer contacto con la política, allá por el año 87 del siglo pasado, he defendido que nadie debería vivir de la política si antes no ha sido capaz de vivir de su profesión. De esta forma se hubiera evitado que la política actual esté llena de jovenzuelos sin oficio aunque sí con beneficio, procedentes de las juventudes de los distintos partidos políticos, más preocupados desde el principio por su progresión junto a los responsables de los aparatos de los partido, que de formarse para afrontar la vida.
Por si alguien tiene alguna, que se fije en Adriana Lastra, que carente de los más mínimos estudios, pasó de telefonista del PSOE en la sede de Ferraz, a portavoz (portavoza diría ella), del Grupo Parlamentario del Congreso, y más tarde nada menos que a número dos del partido, y ahora nos amenaza SuperSanchez con que será la candidata socialista a presidir la Comunidad Asturiana. Por cierto, esto no se elegía en las primarias?. Ahora lo entendéis? O Irene Montero que pasó en seis meses de cajera de supermercado a ministra de Igualdad y no sé cuantas cosas más.
Cuando yo me hice cargo de la consejeria de Cultura y Bienestar Social, llevaba 19 años dando clase en la Facultad de Medicina y en la Escuela Universitaria de Enfermería, y ejerciendo la Ginecologia en la Seguridad Social, el Hospital Provincial y en mi consulta privada. Y no creáis que Aznar era especialmente generoso con sus colaboradores. Vamos, que desde el punto de vista económico, no pasé a mejor vida…
Pero la retribución de los políticos cobra especial importancia en tiempo de crisis, y como en la mayoría de los casos son ellos mismos los que fijan sus retribuciones, es interesante analizar su comportamiento ante tan delicado tema, que fue abierto por la Mesa del Congreso de los Diputados al decidir subir el sueldo de los diputados, sus asesores y el personal de la Cámara en un 3,5%, con el voto en contra del PP, Vox. y Ciudadanos.
Algo que se hizo de forma similar en las Cortes de Castilla y León y me temo que en otras muchas CCAA. Nada que ver con las decisiones que algunos tuvimos que tomar en la crisis económica anterior, cuando Zapatero congeló las pensiones y redujo el sueldo de los funcionarios, y en algún Ayuntamiento decidimos reducir el sueldo de los concejales y del personal eventual en un 10% y el del alcalde en en un 15%. Eso se llama solidaridad. Justo lo contrario a lo que estamos viviendo en esta crisis, en la que, elecciones a la vista, las subidas de sueldo de los políticos es generalizada.
Pero la gran sorpresa nos la dio SuperSanchez al concluir el consejo de Ministros de la semana pasada, anunciando que el Gobierno había decidido subirse el sueldo un 4% para no ser menos que los funcionarios, y es que a nuestro Presimiente no se le pone nada por delante.
Dicho todo lo anterior me ratifico en que el sueldo de los políticos en nuestro país es bajo: no es de recibo que el Presidente del Gobierno de España sea de 84.845 € al año, si bien es verdad que tiene cubiertos casi todos sus gastos: no paga casa, luz, calefacción, transporte,( que el Falcon y el Superpuma lo pagamos nosotros), vacaciones (ni las suyas ni la de amigos y familiares)… a pesar de lo cual es de los presidentes de gobierno peor retribuidos de toda Europa.
Los 74.758 € que perciben los ministros tampoco es para escandalizarse, salvo que la inmensa mayoría de ellos no soñaban en obtener tamaños sueldos, con la excepción de magistrados y altos funcionarios, algo que en ningún caso hubieron imaginado los ministros podemitas, salvo el desaparecido Ministro de Universidades, catedrático jubilado de Universidad. Pero si analizamos lo que ganaban antes de entrar en el Gobierno y lo que ganan la mayoría de los españoles, están súperpagados.
Todo ello sin considerar complementos, “bufandas”, dietas y un sin fin de gabelas, (en muchos casos macroviviendas ministeriales) que al final aumentan los ingresos y disminuyen los gastos. O cuando ocupan simultáneamente dos puestos políticos y en uno cobran sueldo y en el otro dietas.
El gran escándalo se produjo cuando se hizo pública la retribución de la presidenta del Congreso: 230.937 €/año, o lo que es lo mismo 19.245 mensuales, 4.441 semanales o 927 diarios, siendo la política mejor retribuida de España. Por supuesto, excluyo a aquellos politicos que carentes de la mínima formación ocupan el consejo de administración de grandes empresas e incluso la presidencia de las mismas.
El sueldo base mensual de los diputados asciende a 3.050,62 € mensuales a los que deben sumar 935,37 los electos por Madrid y 1.959,62 los de provincias. Además perciben distintos complementos los integrantes de la Mesa y Junta de Portavoces, y los que desempeñan distintos cargos en las diferentes comisiones.
Los senadores tienen todos ellos un sueldo idéntico de 3.056 € mensuales, a los que, al igual que ocurre en el Congreso, hay que sumar diferentes complementos a aquellos que ocupan cargos en la Mesa y la Junta de Portavoces y en las distintas comisiones del Senado.
Los presidentes autonómicos tienen un sueldo fijado por cada uno de sus parlamentos, y en España son seis los presidentes autonómicos con una retribución superior a la del presidente del Gobierno: Pere Aragonés (Cataluña), Iñigo Urkullu), (Pais Vasco), Isabel Díaz Ayuso, (Madrid), Javier Lamban, (Aragón) y Concha Andreu, (La Rioja).
Entre los alcaldes destacan los de Madrid, Bilbao, Barcelona, Sevilla, Valencia y Valladolid. (Este último en el primer pleno de este mandato anuló “las rebajas” impuestas por el alcalde anterior a sí mismo y a todos los concejales, y hoy cobra más que el presidente de la Junta).
De los presidentes de gobierno europeos el mejor retribuido es el suizo con 423.000€ anuales, y el que menos Antonio Costa, presidente portugués con 91.000 €/año, excepción hecha del presidente español y de Mario Draghi que renunció a cualquier retribución mientras presidió el gobierno italiano.
El problema es analizar si todos y cada uno de los que viven de la política tienen un currículum que haga suponer que saben lo que se traen entre manos y unos ingresos previos que no despierten sospechas. En todo caso, conviene recordar que en España hay 8.131 municipios gobernados por más de 65.000 concejales y sus correspondientes alcaldes, de los cuales la inmensa mayoría no cobran un sólo euro, por lo que no se les debe incluir entre los políticos, ni bien ni mal retribuidos. Y por hoy, ya está bien.
Hasta la semana que viene, en la que a buen seguro que los patinetes y bicicletas seguirán invadiendo nuestras aceras.