La Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León analizará, una vez concluya la crisis sanitaria por el coronavirus, qué eventos se pueden trasladar de fecha y cuáles dejará para 2021 ante la "inflación de actividades" que se prevé para la segunda mitad del año por efecto de las cancelaciones impuestas en la primera.
Así lo ha explicado el consejero, Javier Ortega, en una rueda de prensa telemática para explicar las medidas que su departamento está adoptando ante el impacto de la pandemia y en la que ha acompañado a la titular de Sanidad, Verónica Casado.
Ortega ha defendido que la Consejería trabaja "coordinadamente" con los organizadores de estos eventos, que espera que puedan "ponerse en marcha" en cuanto terminen las condiciones de excepcionalidad impuestas por el Estado de Alarma y se adapten al calendario "bien en 2020 o bien en 2021".
Sobre la opción de que la Semana Santa pudiera trasladarse al mes de septiembre como llegó a plantear la Santa Sede, Javier Ortega ha abogado por ver "cómo avanzan los acontecimientos" y evaluar las circunstancias que permitan en cada momento la celebración o no de estos ritos litúrgicos y procesiones.
"Una vez tengamos esa foto fija, podremos tomar decisiones", ha indicado el consejero, que ha recordado que junto a las procesiones habituales existen en el calendario otros eventos relacionados con la Semana Santa como el Congreso Nacional de Cofradías de León y el de Jóvenes Cofrades de Valladolid.
En cualquier caso, Javier Ortega ha insistido en que la Junta no es "ajena" a la "importancia" que la Semana Santa tiene para "todos los ciudadanos", también "desde el punto de vista espiritual y religioso".