Los músicos de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León (OSCyL) afrontan el proceso de desescalada con "mono" de regresar a los escenarios y han destacado la "rápida reacción" de su formación ante la imposibilidad de mantener su actividad habitual por efecto de la pandemia de coronavirus para ofrecer alternativas, al tiempo que confían en "volver pronto" a sus citas en vivo con el público.
En esto han coincidido algunos de sus miembros en declaraciones a Europa Press, en las que han subrayado la importancia de la música a nivel psicológico y cómo ésta ha ayudado a muchas personas a soportar la situación de confinamiento, a la vez que han defendido la apuesta por la misma por su relevancia a la hora de formar la personalidad en los más jóvenes como por su capacidad para "curar el espíritu".
Así, la solista de arpa Marianne ten Voorde ha destacado que la orquesta ha tenido una "rápida reacción" ante una situación que ha exigido "improvisar" y ha demostrado una capacidad de "adaptación" a la nuevas circunstancias, con numerosas iniciativas para mantener la actividad de forma telemática, tanto actuaciones como clases magistrales o versiones musicales de cuentos y podcast, entre otras.
Voorde ha reconocido que profesionalmente el confinamiento ha sido "muy duro" por la dependencia "tan grande" que los músicos de orquesta tienen del público y de los espectáculos en directo, aunque pronto surgieron ideas para hacer vídeos con los que poder seguir trabajando y ejercitándose desde casa de forma coordinada, algo parecido a los entrenamientos que los deportistas de élite han desarrollado en sus hogares.
A partir de ahí, las clases, los podcast o las charlas con el público han permitido mantener "la cercanía" con la gente y han supuesto "una oportunidad" para de afrontar el día a día de forma diferente y establecer "vínculos", como reconoce Voorde, amén de resultar "un reto muy divertido".
CONTENIDOS AUDIOVISUALES
Por su parte, el fagotista Alejandro Climent ha señalado lo "duro" que ha supuesto para la OSCyL y sus miembros esta situación, ante lo cual surgió la idea de generar contenidos audiovisuales, como la interpretación "confinada" de la Novena Sinfonía de Beethoven, para la que 40 músicos de la orquesta se grabaron en sus casas tocando esta obra declarada como Himno de Europa, por lo que recibieron la felicitación del Parlamento Europeo además de emplearse para clausurar la reunión del Consejo de Europa en su sesión con motivo del Día de Europa y conseguir una importante difusión y número de reproducciones en internet.
Precisamente de Climent partió esta iniciativa, quien ha destacado la importancia de la misma, a pesar de que la calidad del sonido no era la ideal, como un "mensaje para el público", el cual podría sentirse cerca de la orquesta a pesar del confinamiento y recordarle que "pronto" volverán a estar juntos.
Otras piezas interpretadas por la OSCyL bajo esta forma de cuarentena fue la versión de la banda sonora de 'La Vida es Bella' que 63 músicos de la orquesta grabaron con la colaboración de la cantante israelí Noa, para lo cual hubieron de hacer un esfuerzo de sincronización para hacer más fácil el montaje posterior del vídeo, como ha explicado la solista de arpa Marianne ten Voorde, quien reconoce algo de dificultad al principio, aunque superado ese inicio "todo fue muy fácil".
Voorde ha destacado la cantidad de contenidos culturales, entre ellos los aportados por la OSCyL, que han llenado en estos días las redes sociales y que han servido para "dar valor" a algo sin lo que "le queda muy poco" a alma del ser humano, como es la música y las artes en general.
La respuesta del público online también ha superado las expectativas del violinista Iván García, quien considera que pueden "enganchar" a nuevos espectadores para los conciertos en vivo, ya que "es como pasar de ver y escuchar una película en casa a hacerlo en el cine".
A pesar de que los músicos no han cesado de estudiar y ensayar en sus casas, García reconoce que sin la presencia de otros compañeros, en el caso de instrumentos de cuerda o viento, resulta más difícil la afinación, algo similar al "toque de balón" que los futbolistas no han podido practicar durante el confinamiento.
Respecto a la oferta multimedia que la OSCyL ha desarrollado en estos meses, ha advertido de que se trata de algo que "ha venido para quedarse" con independencia de que se supere la pandemia, si bien no sustituirá, como ha puntualizado, a los conciertos en vivo, que espera que vuelvan "pronto" teniendo en cuenta que "ya se permite llenar trenes o autobuses".
"VOLVEREMOS PRONTO"
"Creo que volveremos pronto", ha insistido este violinista que forma parte también del Cuarteto Ribera y que ha participado de forma telemática en el ciclo 'Música en Familia' del Centro Cultural Miguel Delibes y ha desarrollado un cuento musical sobre la historia de un violín encontrado en el Pisuerga.
García espera que los conciertos al aire libre que durante el verano suelen dar en plazas mayores de Castilla y León, donde es más fácil guardar distancias de seguridad, sea el primer paso para regresar a la Sala Sinfónica del Delibes, escenario habitual de la orquesta.
En este sentido, Voorde ha enfatizado los pasos que se van dando para volver a los conciertos, con ensayos de cámara en los que ya pueden coincidir varios músicos. "De aquí vamos a más", ha apostillado.
Pese al aumento de consumo de cultura a través de internet en el confinamiento, tanto Iván García como Alejandro Climent han mostrado sus dudas sobre si esta situación ha servido para que se valore más, pero sí han insistido en su importancia y han augurado una vuelta a los cines, teatros y auditorios "con más ganas".
"Siempre ha estado ahí aunque no siempre se la ha valorado", ha indicado García, quien ha resaltado su importancia durante la crisis para "sobrellevar" la situación desde el punto de vista anímico.
Por su parte, Climent ha advertido de que para que la música sea valorada es necesario apostar por su presencia en la educación, no sólo para la adquisición de conocimientos, sino para incentivar la "sensibilidad" de los alumnos en su formación personal, por lo que ha reclamado la implicación de las autoridades al respecto.
Asimismo, ha recordado lo "presente" que estuvo en los primeros días, cuando muchos artistas salieron a los balcones "a cantar y tocar" en un momento en que era necesaria porque "la música cura". Por ello, ha llamado a que ahora "no se olvide" y ha recordado que ésta "seguirá curando el espíritu", por lo que ha pedido que se siga sosteniendo.