Los nuevos Van Dyck Tormes abren este viernes con un espacio más accesible, más moderno y más seguro
Muchos se frotarán los ojos: les costará creer que Van Dyck Tormes haya cambiado tanto en tan pocos meses. Los cines del Centro Comercial El Tormes reabren este viernes 7 de agosto después de una reforma completa. No se trata de un simple lavado de cara, sino de una modernización profunda.
El complejo de nueve salas presenta un único espacio diáfano y continuado que elimina las barreras arquitectónicas y optimiza la circulación del público. El nuevo vestíbulo, de gran tamaño, se integra en la primera planta del Centro Comercial y centraliza todos los servicios, desde la taquilla a la barra de palomitas y la de chucherías. Una espectacular pantalla de contenidos digitales invita a acercarse a un espacio minimalista en el que prima la funcionalidad. Una rampa que evoca la alfombra roja del cine conduce a los espectadores desde la luz y el ajetreo a un espacio más íntimo, el de la sala, el de la experiencia cinematográfica personal y al mismo tiempo compartida.
La segunda prioridad de este innovador proyecto fue redistribuir el espacio para facilitar el tráfico fluido de espectadores. Al incorporar nuevas entradas y salidas laterales, se evitan las aglomeraciones: el público que acaba de ver una película nunca coincide con el que espera a la siguiente. Esta medida -ya prevista antes de la pandemia- garantiza la distancia de seguridad, primordial en la lucha contra el COVID-19. La renovación continúa en el interior de las salas, todas ellas con nuevo aislamiento acústico e iluminación.
La obra, planificada antes del Estado de Alarma, se ha ejecutado en tres meses, plazo milagroso solo posible gracias al compromiso, la eficiencia y el rigor de los implicados. Si en el proyecto todas las mejoras se enfocaban a la comodidad del espectador, ahora contribuyen también a su seguridad y a la del personal de los cines. Hoy más que nunca es importante incidir en los protocolos sanitarios, las mascarillas, los dispensadores de gel hidroalcohólicos, los lectores digitales de entradas, los indicadores de distancia en el suelo, el aforo restringido, la constante desinfección y, por supuesto, una apuesta por la venta online para minimizar las colas. En la fachada de los propios cines se ha instalado un cajero automático de venta de entradas.
Desde su inauguración en el año 2000, Van Dyck Tormes nunca ha dejado de reinventarse y de mejorar sus instalaciones. Apenas una década más tarde, completaron el proceso de digitalización, incluida la proyección en 3D. Con el nuevo cambio de década, los cines dan un paso al frente; una gran inversión en la que no entraba en juego una pandemia mundial. Pero ni los rebrotes ni los retrasos en los estrenos mundiales los desalientan. Esta nueva realidad solo puede afrontarse con el empuje de una renovación íntegra.
Desde este fin de semana el público podrá redescubrir las salas, con una cartelera con los últimos estrenos españoles e internacionales y especial atención al público infantil.
Este espacio de encuentro amplio, moderno y digitalizado, potencia lo que Cines Van Dyck siempre ha defendido: la magia de las películas en pantalla grande.