Sobradamente conocida es la importante presencia de los dos grandes místicos españoles, Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz en la ciudad de Salamanca.
Para conocer de primera mano la historia de esta fundación debemos tomar en nuestras manos las obras de Santa Teresa de Jesús y buscar el Libro de las Fundaciones. En los capítulos 18 y 19 de dicho libro encontramos, narrada por la misma Santa, la fundación salmantina realizada por ella misma.
En el capítulo 18 del Libro de las Fundaciones la escritora mística anuncia la fundación salmantina e inmediatamente se extiende dando consejos caseros a las prioras de sus conventos. Entre dichas recomendaciones cabe destacar la discreción y suavidad que les recomienda.
Conviene detenerse en la lectura de los primeros párrafos de este capítulo dónde la Santa habla de sus viajes de fundadora y realizan los primeros tanteos de la fundación proyectada en la famosa ciudad universitaria.
Resulta de gran interés la lectura de este capítulo porque en él palpamos la vida y el estilo en la dirección teresiana de las comunidades religiosas.
Adentrándonos en el capítulo 19 nos damos cuenta de que para Santa Teresa de Jesús la fundación del Carmelo de Salamanca fue la más trabajosa de todas las realizadas hasta ese momento.
Teresa de Jesús llega a Salamanca en la víspera de Todos los Santos del año 1570.
Resulta divertida la lectura de esta fundación en la que Santa Teresa de Jesús está buscando una casa que resulta ser de estudiantes universitarios. Se trata del lugar en el que se realizará la inauguración primitiva en la noche de difuntos.
Más tarde se producirá el traslado a un nuevo edificio y se producirán dificultades sin cuento con el vendedor del mismo.
Resulta muy sabrosa la lectura de este capítulo de las fundaciones teresianas, recomendable para conmemorar adecuadamente este acontecimiento histórico en Salamanca.
Santa Teresa de Jesús nos habla de la pobreza de aquellos primeros comienzos, también, en tono de gracia, cuenta las peripecias de la fundación en Salamanca y cuenta la inauguración de la misma celebrando la santa misa el rector salmantino de la Compañía de Jesús, el P. Martín Gutiérrez.
Pocos días después la comunidad se verá fortalecida con tres Carmelitas Descalzas llegadas del monasterio de San José de Ávila, dos del Carmelo de Medina del Campo y una de la fundación de Valladolid.
Posteriormente la Santa nos contará su aventurero viaje desde Ávila a Salamanca en pleno verano y con una comitiva grande. Cuenta Santa Teresa la pérdida de un burro en el que llevaban el avituallamiento necesario para el camino y finalmente el extravío de sí misma en un pueblo a medio camino entre Ávila y Salamanca.
Transcurridas graciosas peripecias y curiosos avatares en el camino, finalmente llega la Santa a Salamanca el 31 de julio de 1573. Inmediatamente comienza a trabajar y traslada de nuevo a la comunidad a un nuevo emplazamiento inaugurado el 29 de septiembre del mismo año. Aquel lugar sería abandonado en el año 1582, ocupando la comunidad otro emplazamiento en 1584 en el actual Paseo de Carmelitas, de cuyo edificio se conserva la iglesia de Santa María del Monte Carmelo. En el año 1970, la fundación teresiana se traslada a Cabrerizos, donde se encuentra actualmente formada por una treintena de monjas.
A la vez que celebramos 450 años de la fundación de Santa Teresa de Jesús en Salamamca, también recordamos 50 años del traslado de dicha comunidad al emplazamiento actual.
La historia de esta comunidad salmantina fundada por Santa Teresa de Jesús, es extensa en el tiempo y rica en acontecimientos. Prueba de estas dos realidades es el conjunto de piezas de valor histórico, artístico y devocional que dicha comunidad conserva. Entre estos objetos valiosos podemos destacar autógrafos de Santa Teresa de Jesús y de San Juan de la Cruz, dos valiosos cuadros comprados por la misma Santa para su fundación y también objetos que pertenecieron directamente a la Madre Teresa y que han sido conservados celosamente por las Carmelitas Descalzas del monasterio de San José de Salamanca.
Recordemos que Santa Teresa de Jesús fue declarada primera mujer doctora honoris causa por la Universidad de Salamanca en el año 1922 y que su sepulcro se encuentra en la fundación salmantina de Alba de Tormes, que cumplirá el próximo 25 de enero sus 450 años de fundación. El camino entre Salamanca y Alba de Tormes fue recorrido frecuentemente por la Santa; de este hecho queda constancia en la Fuente de Santa Teresa de Jesús en la finca de Los Perales, en la carretera que transcurre entre la capital salmantina y la villa ducal.
La labor fundadora de la Santa le obligó a viajar por gran parte de España en situaciones poco confortables, “con cansancio de caminos, con aguas y nieves y con perderlos," como ella misma relata en el Libro de las Fundaciones. En todas las fundaciones tuvo también que enfrentarse a problemas económicos y legales, discutiendo con escribanos y notarios. Su tenacidad le sirvió para que al final de su vida el Carmelo masculino y femenino estuviera unificado en un mismo espíritu.
La presencia del espíritu de Santa Teresa de Jesús, iniciada en Salamanca hace ahora 450 años, permanece en la ciudad y en la provincia en las Carmelitas Descalzas de Cabrerizos, Alba de Tormes, Peñaranda de Bracamonte, Mancera de Abajo y Cabrera; también en los Carmelitas Descalzos de Salamanca, Alba de Tormes y Las Batuecas.
Dada la situación sanitaria en la que nos encontramos, esta efemérides se celebra discretamente con una Eucaristía de acción de gracias en el Carmelo de Cabrerizos y con su posterior fiesta de familia.
P. Miguel Ángel González, Prior OCD Salamamca - Alba de Tormes
Retrato de Santa Teresa de Jesús. Siglo XVII. Carmelo de San José de Salamanca.