La jefa del Servicio Territorial de Cultura y Patrimonio, Amelia Biaín, ha firmado esta semana el acta de recepción de la obra de consolidación estructural de la Cátedra de Latín, ubicada en el conjunto histórico de Lois. La obra se ha llevado a cabo gracias a una inversión de la Consejería de Cultura y Turismo que asciende a 267.576 euros, incluyendo la contratación de la obra a la empresa Construcciones Javier Herrán SLU, así como la redacción del proyecto y la dirección de obra que se ha adjudicado al arquitecto, Francisco Gutierrez González.
La finalidad de la actuación ha sido la restauración completa de la cubierta actual dotándola de impermeabilización, manteniendo su volumetría y alturas originales y restaurando también su estructura, respetando completamente la estética y sistema constructivo de la edificación preexistente, integrando el diseño con el ambiente y entorno donde se sitúa. También se ha actuado en los forjados de madera, sobre los que se ha llevado a cabo una serie de ensayos para tomar decisiones individualizadas de cada elemento estructural que los conforma. En la medida de lo posible se ha mantenido la viguería existente y se adjuntará el Libro del Edificio en el que se reflejará mediante un cuadro, las limitaciones de cada recinto.
Finalmente, se ha abordado también la intervención en su fachada principal con orientación sur, donde se ha llevado a cabo la reforma y consolidación estructural de las alfarjías y la galería existente sustituyendo la estructura y la carpintería existente por una nueva galería y una nueva barandilla de madera.
La Cátedra tiene la disposición arquitectónica propia de la arquitectura montañesa, con potentes muros de carga de piedra y estructura de forjados y cubierta de madera. Actualmente es de titularidad municipal y se hace una utilización parcial de algunas de las salas mejor conservadas.
El edificio, que es conocido como Cátedra de Latín de Lois, se encuentra situado en el conjunto histórico de la localidad. Fue fundado por Jerónimo Rodríguez-Castañón Valbuena, natural del mismo pueblo y su función era entendida como ‘estudio de gramática’ y lugar donde los hijos de los moradores que no pudieran sustentar una educación fuera del pueblo pudieran estudiar sus primeras letras. Bajo la gestión de un Patronato, esta iniciativa fructificó en numerosas personalidades que pasaron por sus aulas.
La conocida como Catedral de la Montaña, de estilo barroco tardío y limpia de ornamentos, se eleva con respecto al resto de edificaciones y destaca por su calidad arquitectónica, su simetría y su color rosado debido al material con la que se encuentra construida, ya que es mármol veteado procedente de la cantera local.