N.M.J / ICAL
“Por las obras os conocerán”. Un refrán que define la labor que desde hace 75 años realiza la Real Academia Burgense de Historia y Bellas Artes, Institución Fernán González, que busca “cultivar, promover y difundir” la historia, el arte y la cultura de la ciudad de Burgos. Son también los objetivos futuros, pero adaptados a las nuevas realidades que se imponen en la sociedad. Así lo asegura su director, José Manuel López Gómez, que señala que la institución no puede seguir con “la misma metodología desde hace 75 años”, consciente de que las “circunstancias culturales” han variado y se ha producido una mejora de las tecnologías.
Fue el 15 de febrero de 1946 cuando la Institución Fernán González comenzó su andadura en la historia, con el objetivo de promover los valores históricos y artísticos de la provincia. Propósito que a día de hoy continúa vigente entre las gentes que forman parte de esta institución bautizada con el nombre del conde castellano. Desde entonces se ha convertido en un referente cultural en la provincia burgalesa, “muy prestigiada” por sus obras, trabajos y publicaciones, asegura López.
De hecho, son precisamente sus obras uno de sus grandes atractivos. El Boletín de la Institución Fernán González, que el próximo año cumplirá los cien años cuenta con más de 500 páginas anuales, todas ellas de trabajos de investigación burgaleses. “Eso supone más de 40.000 páginas de investigación de primera mano sobre la historia, el arte, la cultura y la literatura burgalesa. Es un fondo de consulta ineludible para cualquiera que quiera acercarse a los conocimientos de la historia local burgalesa”, apunta.
A lo largo de los últimos 25 años, la Institución ha publicado algo más de 200 libros, centrados en la historia, el arte, la cultura y el patrimonio de la provincia; se han pronunciado en la sede más de 800 conferencias de grandes personalidades en el campo cultural. Sin embargo, uno de sus grandes tesoros es el Fondo Machadiano de Burgos, que custodia la Institución en su archivo y que se compone de manuscritos de Antonio Machado y libros, escritos, cartas y otros objetos que pertenecieron a su hermano, Manuel Machado.
“A lo largo del tiempo este legado, que es importantísimo y era objetivo de consulta generalizado de investigadores españoles, europeos o americanos, ha sido puesto en valor”, señala. Este fondo documental llegó a manos de la Institución poco después de su nacimiento, cuando, la viuda de Manuel Machado, Eulalia Cáceres, hizo llegar su legado al sacerdote y poeta burgalés Bonifacio Zamora, académico de la Institución.
José Manuel López recuerda la “circunstancia casual, pero afortunadísima para Burgos”, por la cual el matrimonio acabó residiendo en la capital burgalesa después de que el estallido de la Guerra Civil los sorprendiera visitando a la hermana de Eulalia, religiosa en las Esclavas del Sagrado Corazón de Burgos. El viaje marcó al matrimonio y supuso enfrentar “una serie de relaciones muy profundas con una serie de personas burgalesas”. A su regreso, estas amistades se mantuvieron, por lo que tras la muerte de Manuel, su viuda, que quería retirarse a la vida religiosa, donó parte de su legado documental a la Institución.
Sin embargo, no es el único legado documental de gran valor dentro de sus fondos, puesto que también destacan otro como el fondo de la familia Castro Múgica, que abarca desde el siglo XI al XIX, o el fondo Valentín de la Cruz.
Nueva sede
Recientemente el Grupo Provincial Socialista reclamó a la Diputación de Burgos que “atienda las necesidades de espacio” de la Institución Fernán González que, desde hace años, advierte de que su sede en el Consulado del Mar “se ha quedado pequeña para exponer la totalidad de su legado y desempeñar la labor investigadora”. López afirma que esta propuesta recoge una iniciativa previa de la propia Institución, en la que se expresaba esta “necesidad” y se sugería la posibilidad de que se les cediera la conocida como ‘casita de las monjas’, que posee la Diputación en el complejo de San Agustín.
“Es un edificio de planta baja y dos pisos, que no es exageradamente grande, pero que en su conjunto nos permitiría un desarrollo y una desenvoltura suficiente para el desarrollo eficaz de nuestras actividades”, afirma. En este punto, el director de la Institución reconoce que aunque están “orgullosos” de poder llamar sede al Consulado del Mar, con la llegada de más colecciones y fondos documentales, es “aconsejable que se le dé a todo un espacio suficiente”.
Exposición 75 años
Con motivo de su 75 cumpleaños la Institución ha querido acercar a la ciudadanía burgalesa el legado documental del que dispone, con el fin de dar a conocer el tesoro que alberga. López reconoce que “en parte” se desconoce la presencia de estos archivos, por lo que es importante la organización de este tipo de muestras. “Tiene esa finalidad: dar a conocer esos fondos tanto documentales como artísticos al pueblo burgalés, para que sepa que están ahí y queden consultarse como cualquier otra biblioteca o fondo” .
Bajo el título ‘Legado y memoria. 75 aniversario (1946-2021), la Institución reúne entre las paredes del Consulado del Mar los documentos y obras que protege desde hace décadas. Entre ellos se puede ver un busto de Antonio Machado, el poema que este dedicó a Federico García Lorca tras su muerte, o el legado de Andrés Martínez Abelenda, entre otros.
2021, año de celebraciones
Sin embargo la Institución Fernán González no es la única que celebra un cumpleaños muy especial este 2021. La Catedral de Burgos cumplirá el próximo 20 de julio 800 años, una en la que ha querido participar. Su director explica que ha programado una serie de trabajos que conciernen “de manera directa” a ambas instituciones.
Entre ellos, un libro en el que se estudia la “contribución de los académicos de la Institución Fernán González en estos 75 años, en la historia y en el arte de la Catedral”. López señala que son muchos los académicos que durante este período han escrito trabajos de investigación desde diferentes puntos de la Catedral. Asimismo, al académico de la Institución y maestro de música, Miguel Ángel Palacios, se le encargó realizar una obra musical que “relacionase” el VIII Centenario del templo con el aniversario de la Institución. Se trata de una obra que ya está escrita y publicada, sin embargo su estreno, que en un principio estaba programado para el 8 de abril, se ha tenido que aplazar unos meses por la situación sanitaria.
Además, junto al Instituto Municipal de Cultura preparan la publicación de un facsímil que se publicó en 1921 por parte de la editorial Santiago Rodríguez, que recoge una serie de testimonios de personalidades de la época, y cuenta con una guía de la ciudad y la provincia. “Son más de 200 páginas en las que se rememora este acto”, dijo en relación a la celebración del 700 aniversario de la Catedral. “La participación y colaboración es directa e intensa”, resumió.