El presidente de las Cortes de Castilla y León, Luis Fuentes, presentó hoy el anuario gráfico ‘2020’, una publicación y una exposición que reúnen y ponen en valor el trabajo realizado por quince fotoperiodistas de la Comunidad a lo largo del pasado año. “2020 fue el año más duro que habéis sufrido en vuestra vida profesional, y pese a ello habéis contado la verdad y la cruda realidad sin tapujos. A través de vuestro objetivo habéis ido construyendo esa conciencia social en torno a lo que estaba pasando y aún nos queda por vivir”, resumió Fuentes.
Ordenadas cronológicamente, desde la inconsciencia de lo que estaba por venir en los primeros meses del año hasta el apagón vital que supuso el confinamiento en marzo, los meses posteriores de encierro o la ‘libertad condicional’ en la que vivimos desde entonces, las imágenes reflejan la fragilidad, los miedos, la incertidumbre y la incredulidad que nos embargaron cuando el coronavirus quebró nuestras vidas de la noche a la mañana.
La exposición y la publicación pretenden, según explicó Fuentes, “resaltar y valorar” el trabajo de los reporteros gráficos de la autonomía, personas cuyo trabajo está directamente relacionado con la “responsabilidad” de “retratar la durísima realidad de una crisis como la provocada por la COVID”.
“A lo largo de este último año habéis tenido que lidiar y tratar con el sufrimiento y la pérdida con esa prudencia que siempre os caracteriza y que requiere esta situación. Somos conscientes de las dificultades que habéis tenido que afrontar, y desde el parlamento hemos querido rendir nuestro pequeño pero sentido homenaje con la publicación del anuario”, apuntó.
La muestra, que se instaló en el pasillo de la planta baja de las Cortes el pasado mes de diciembre, permanecerá allí hasta el próximo 12 de abril, y hasta entonces las fotografías que recoge se proyectarán sobre la fachada principal del edificio para que el público pueda contemplarlas, ya que las restricciones sanitarias impiden las visitas.
Las fotografías, señaló Fuentes, “recogen esa cotidianidad atípica y extraordinaria de los protagonistas de 2020, e inmortalizan a las personas que han mirado al virus de cara, con valentía y coraje: sanitarios, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, hosteleros, comerciantes, empresarios, autónomos, trabajadores y ciudadanos de todo tipo. Mes a mes nos ayuda a reflexionar sobre la soledad y la importancia de la cercanía, y permiten apreciar la fragilidad del recuerdo y de la memoria”.
“Estas imágenes no solo evocan sensaciones, sino que además nos permitirán para el futuro aprender las lecciones de vida que nos dan los ciudadanos de nuestra tierra, ya que aportan la esperanza para poder continuar y nos lanzan mensajes de esperanza, solidaridad, indignidad, entereza y amor”, señaló el presidente de las Cortes.
Historias de vida
En la selección, que recuerda “la importancia de no caer en la frialdad del dato diario, pues tras cada enfermo o fallecido hay una historia vital”, conviven instantáneas de fotógrafos de la Agencia Ical como Rubén Cacho, Miriam Chacón, Leticia Pérez o Wellington Dos Santos, junto a las de compañeros de otros medios como Gabriel Villamil, Rodrigo Jiménez, Pablo Requejo, Miguel Ángel Santos, Fernando Blanco, Henar Sastre, Juan Miguel Lostau, Ramón Gómez, Alberto Mingueza, Paco Heras y Nacho Gallego.
Acompañándolas, aparecen los textos de periodistas como la redactora de Ical Visitación Andrés y colegas de profesión como Roberto Jiménez, Esther Neila y Javier Pérez de Andrés.
En representación de los fotógrafos, durante la presentación tomaron la palabra Henar Sastre y Paco Heras. La primera aseguró que el miedo o la valentía son sentimientos que desconocen al ejercer la profesión, ya que “al estar tras la cámara no te das cuenta en ese momento de en qué situación estás, solo llevas contigo la responsabilidad de lo que tienes que hacer y lo haces a pleno pulmón”.
“Cuando la gente apenas respiraba en casa protegida, nosotros teníamos el privilegio de estar en la calle y poder escuchar a los pájaros más de cerca, oler el ozono y redescubrir la ciudad. Ha sido un año lamentable, hemos perdido a muchas personas y hemos vivido la sensación de afrontar una guerra silenciosa extraña, durante la cual los fotoperiodistas hemos tenido el privilegio de estar en la calle contando todo eso para que el resto lo pudiera ver”, añadió.
Por su parte, Paco Heras aseguró que el confinamiento cambió la forma de trabajar de los reporteros gráficos, ya que suelen trabajar siempre con una agenda previa, y durante aquellos días oscuros tuvieron que salir a la calle sin saber muy bien qué se iban a encontrar. “¿Cómo le pones cara a las cifras? Teníamos que buscar cada día esa foto que pudiera documentar esos datos. Nos hubiera gustado poder entrar en residencias u hospitales, porque éramos los ojos con los que la sociedad podía ver eso, y ahora somos la memoria, porque dentro de unos años el reflejo que tendrá la sociedad de ese momento serán estas imágenes”, relató.
En declaraciones recogidas por Ical, señaló que “hay muchas fotos, mucho ruido, todo el mundo hace fotos, pero nuestra labor es serenarnos, pausarnos y mostrar una realidad. No todas las fotos valen, y eso nos implica una responsabilidad. Tenemos que ser exquisitos con nuestro trabajo, ser ecuánimes y expresarlo todo para poder transmitir esas sensaciones”, señaló antes de sugerir al presidente de las Cortes que el anuario podría tener continuidad en años sucesivos para guardar la memoria social de Castilla y León.
En nombre de los redactores participantes, quien tomó la palabra fue Javier Pérez de Andrés, que aseguró que “echando un vistazo a las fotografías se ve la diferencia que hay entre un dedo y dos ojos”. Así, quiso defender la imprescindible labor de los reporteros gráficos, cuyas imágenes “tienen sentido y un mensaje”.
“Tenemos que sacar la cabeza y luchar para seguir haciéndonos un hueco que nos separe de ese tumulto de la información que hoy lo acapara todo”, afirmó antes de sentenciar: “La pandemia la hemos contado nosotros, la han gestionado otros y la seguimos pagando casi todos”.