Valladolid acogió hoy la presentación de la Asociación de Festivales Musicales de Castilla y León, un organismo que aglutina de momento a trece certámenes de seis provincias de la Comunidad, que nace con el objetivo de dar voz a un colectivo que conforma “una industria profesional de primer nivel, que ha demostrado ser competitiva a escala nacional e internacional”. Según explicó el presidente de la Asociación, Jesús Marcos Andrés (Intro Music Festival), los festivales musicales de la Comunidad convocaban cada año, antes de la pandemia, a alrededor de 270.000 espectadores, y tenían un impacto económico indirecto de más de 160 millones de euros, además de generar más de 2.500 empleos y más del 50 por ciento de sus proveedores son empresas de la región.
En declaraciones recogidas por Ical, el presidente de FMCyL aseguró que estos festivales no se sienten “escuchados ni valorados” por la Junta de Castilla y León. “Unilateralmente se nos condena a trabajar en aforos y condiciones muy adversas, pese a que ya no hay estado de alarma y a que la música en vivo es segura”, destacó. En ese sentido, tras reivindicar la "riqueza artística, laboral y económica" que aportan a la autonomía, señaló que solo reclamar que el Ejecutivo autonómico les permita trabajar “en igualdad de condiciones que el resto de comunidades”, así como que se sienten con ellos, algo que vienen reclamando sin éxito desde antes de Navidad, para establecer juntos “un protocolo sensato”, que les permita trabajar. “Queremos igualdad de condiciones y sentido común para adoptar las medidas. Es lo que hace falta”, señaló.
Así, buscan que siguiendo lo aprendido con experiencias piloto como la desarrollada en Barcelona, con el concierto que congregó a 5.000 espectadores en el Palau Sant Jordi para asistir a una actuación de Love of Lesbian, “se pueda ir eliminando la distancia social poco a poco, como se hará en otras muchas comunidades”. “Existen protocolos para poder hacer las cosas, pero creo que falta voluntad y utilizar el sentido común”, afirmó.
En ese sentido, el secretario de la Asociación, Juan Carlos de la Fuente (Sonorama Ribera), aseguró que “ahora es el momento de volver a retomar el pulso de lo que hemos hecho históricamente, y nos encontramos que no hay un marco”. En juego está, apuntó, la “supervivencia real de estos proyectos”, y si desde la Administración no se adoptan medidas que flexibilicen los aforos y las restricciones actuales, “igual en dos años parte de este patrimonio que son los festivales musicales de Castilla y León se habrá perdido”.
“Hay que seguir dando pasos hacia la normalidad, aplicando los protocolos que sean oportunos. Puede ser preciso seguir con la mascarilla, o las zonas de consumo de bebidas no podrán ser comunes, pero lo lógico sería que quienes vayan a un festival puedan consumir del mismo modo que lo pueden hacer antes y después de nuestros eventos. Entendemos que son peticiones lógicas, y si no lo son queremos que nos lo digan, pero hasta ahora nadie se ha dignado a ponerse en contacto con nosotros”, lamentó.
“Tenemos condiciones discriminatorias frente a otros sectores, que nos obliga a suspender nuestra actividad, y el público se irá a otras autonomías donde sí hay festivales, perjudicando a muchos sectores de las zonas donde organizábamos nuestras propuestas”, afirmó Andrés, que apuntó que si no se les permite trabajar “quien pierde será la Comunidad, porque la gente ya puede moverse e irá a festivales en Galicia, Madrid, Murcia o Asturias”. “Llevamos años trabajando y nos hemos dejado la piel por seguir a flote. Hemos sido los primeros en apartarnos, pero esto no se puede mantener más. Necesitamos trabajar, no a lo loco sino con sentido común”, afirmó.
Abiertos a nuevas adhesiones
Por el momento, esta agrupación está integrada por cinco festivales burgaleses (DemandaFolk, Ebrovisión, Pollogomez Folk, Sonorama Ribera y Tribu Burgos), tres de León (León Solo Música, Lexploitation-León es Acción y Planeta Sound), dos de Valladolid (Intro Music Festival y Valladolindie), y por Enclave de Agua (Soria), Fogorock de Ayllón (Segovia) y Palencia Sonora. La agrupación nace “abierta” al resto de certámenes que quieran adherirse a la propuesta, que busca “defender intereses comunes y poner en valor la importancia estratégica del sector en la Comunidad”.
“Queremos poner en valor del a música en directo, visibilizar los festivales como eventos artísticos culturales de interés general y generadores de riqueza económica, promover la música en directo con ánimo de continuidad, intercambiar ideas y experiencias en beneficio de la promoción, producción y distribución de festivales, servir como punto de encuentro de los agentes implicados y desarrollar acuerdos de colaboración y patrocinios con empresas y entes públicos para establecer sinergias. Todo ello además de servir como canal de diálogo con las entidades públicas y facilitar el desarrollo del talento musical emergente en Castilla y León”, apuntó el presidente de la agrupación.
“Nuestros políticos no dejan de hablar de ayudas para la España Vaciada y para defender la cultura, pero aquí no se ha protegido. Se debería nombrar bien de primera necesidad, y se deberían permitir aforos dignos y evitar el cierre de espacios culturales. En Castilla y León hemos seguido cerrados cuando en muchos sitios había aforos del 50 por ciento, y cuando aquí abrimos al 30 por ciento en otras autonomías ya rondaban el 75 u 80 por ciento”, señaló.
En la presentación también intervino la concejala de Cultura y Turismo del Ayuntamienot de Valladolid, Ana Redondo, que apuntó que cuando el 60 o 70 por ciento de la población esté vacunada no habría ninguna razón para limitar la asistencia a los festivales, un evento cultural que claificó de “imprescindible”. “Si hay movilidad por qué no vamos a poder desarrollar los festivales de Castilla y León, que son referentes a nivel nacional y necesitan ese calor del público”, señaló antes de reconocer que aforos por debajo del 75 o del 50 por ciento no permitirán “salvar a los festivales”.