Empezó a dedicarse a la escritura sin habérselo planteado jamás. La historia del vallisoletano César Pérez Gellida comenzó como muchas veces empiezan las grandes historias, por casualidad.
Y hoy, diez años después, Gellida es uno de los autores más relevantes en el género de la novela negra. Su brillante trayectoria como creador de apasionantes historias dio sus primeros pasos en 2011, cuando decidió dejar su trabajo como director de Marketing en una empresa audiovisual para dar el paso y tomar las riendas de lo que hoy es su auténtica pasión, imaginar, crear y perfilas historias y personajes que lleguen a las entrañas de sus lectores.
Con sus obras lo consigue. Desde aquella primera, Memento Mori, que llegó en 2013 vendrían once más que han servido a Gellida para continuar el camino de su personal estilo.
En su palmarés siete premios de prestigio como la Medalla de Honor de la Sociedad Española de Criminología y Ciencias Forenses, el Premio a la mejor novela negra del año en el festival de Valencia o el Premio Conde Ansúrez de Literatura son solo algunos de sus reconocimientos.
Acaba de publicar, hace apenas tres semanas, 'Astillas en la Piel' y ya tiene en marcha su siguiente obra, aunque el vallisoletano, licenciado en Geografía e Historia y con un Máster en Dirección Comercial y Marketing, confiesa que nuevos e ilusionantes proyectos de los que aún no puede adelantar detalle, le están robando tiempo para la escritura.
Pregunta- ¿Cómo fueron sus comienzos?
Respuesta- Fue un poco casual, porque cuando empiezo a escribir mi primera novela, Memento Mori, ni si quiera tengo la pretensión de que fuera a ser publicada. Cae en manos de una persona que tiene contacto con un grupo editorial y que me anima a seguir escribiendo. Finalmente, termina siendo todo un éxito y a partir de ahí me planteo dejar mi trabajo y dedicarme a la escritura. No se trata de algo vocacional, simplemente vas robándole tiempo al tiempo para ir escribiendo y al final das el paso. Me ha salido muy bien, pero podría haber salido mal.
P- ¿Cómo trabaja durante todo el proceso de creación de una novela?
R-Parto de una idea que me parece que puede llegar a algún sitio y la voy desarrollando, no trabajo con guion, argumento o escaleta. Voy generando la historia por donde me van guiando los personajes. Tengo un principio, una idea, pero no tengo final y lo voy desarrollando en base a lo que me van pidiendo las escenas y no planteo más allá porque no quiero que una escena me condicione la anterior.
P-¿En qué se inspira a la hora de plantear y desarrollar sus novelas?
R-La inspiración no existe. La inspiración es estar delante del teclado, tener la historia clara en la cabeza y avanzar, no hay un árbol de la inspiración. Hay días mejores y peores y es una cuestión de oficio, de dedicarle muchas horas y de entender que la escritura tiene como el resto de profesiones un requerimiento que es el estar dedicado a ello.
P- En algunas de sus novelas incluye a personajes inspirados en familiares, amigos, compañeros, escenarios de Valladolid… ¿les va dotando de carácter?
R- Si son personajes reales son ellos porque los conozco pero normalmente se trata de personajes que solamente existen en mi cabeza y eres tú el que tienes que interpetarlos, dotarles de alma para que puedan ser entes individuales que lleguen a empatizar con los lectores, porque si no consigues que tengan vida propia no consigues llegar a quien te lee.
P- Hace menos de un mes ha publicado la última novela 'Astillas en la piel' ¿un breve resumen de su creador?
R- 'Astillas en la piel' es un thriller psicológico que gira en torno a dos protagonistas, Mateo y Álvaro que tienen un pasado que a los dos les ha afectado de forma distinta. Uno de los personajes tiene la necesidad de resolver esas astillas que se clavan en forma de recuerdos o imágenes, la necesidad y las ganas de resolver esos sentimientos para que no te sigan hipotencado.
P-¿Está ya pensando en la próxima o suele tomarse un descanso antes de iniciar el siguiente proyecto literario?
R- Ya estoy escribiendo la siguiente novela. Desde el día posterior a entregar 'Astillas en la piel', he comenzado con la siguiente, el ritmo de trabajo dedicado a la escritura es uno y los proyectos en los que estoy inmerso me quitan también tiempo.
P- ¿De qué proyectos se trata?
R- No lo puedo contar.
P- Doce novelas a sus espaldas, ¿cuánto tiempo ha tardado en escribir cada una de ellas?
R- Depende de cada una de ellas, son un parto distinto, proyectos distintos y depende de muchas variables. Hay novelas en las que he tardado entre quince y dieciocho meses y hay novelas en las que a los seis siete meses de empezar están terminadas.
P- ¿Tiene alguna manía rara a la hora de ponerse a trabajar?
R- Enciendo un secador de pelo cuando empiezo a trabajar y no lo apago hasta que no termino, lo llevo haciendo toda la vida, ese ruido blanco me ayuda a concentrarme y no escuchar nada más.
P- ¿Cuál es para usted el mejor momento del día para ponerse a escribir?
R- Madrugo mucho, normalmente, a las cuatro o cinco de la mañana me pongo frente al ordenador y alargo la jornada depende del día.
P- Eso son muchas horas frente al ordenador...
R- Suelo hacer entre diez, doce o catorce horas, todo depende. Ahora hago muchas menos porque no necesito un ritmo de publicación tan elevado y porque tengo otros quehaceres derivados que no son directamente escribir.
P- Un referente o un espejo en el que mirarse...
R-Siempre he leído mucho y de todo, novela, ensayo poesía...no tengo uno solo. Pérez Reverte, Dolores Redondo...
P- No se cierra al género de la novela negra...
R- He escrito novela criminal con mucha carga de historia, me muevo entre distintos géneros sin preocupación. Como escritores nos dedicamos a contar historias y el género no nos constriñe, no nos obliga a decir me tengo que mantener en estos u otros márgenes, simplemente es lo que nos va pidiendo el cuerpo.
P- ¿Cómo ve el panorama literario en la actualidad?
R- Soy optimista porque el mundo de la literatura postpandemia va estupendamente. Ha habido un notable repunte de lectores que siempre han estado ahí latentes y que durante la pandemia han sabido encontrar de nuevo el espacio y el tiempo para leer. Y que siga así.
P- Ha sido el creador del I certamen de novela negra Blacklladolid, un evento cultural que ha reunido durante cuatro días a los mejores escritores de este género y criminólogos del país, ¿ha costado mucho cumplir ese reto?
R- Llevábamos mucho tiempo trabajando y hasta que la Diputación de Valladolid no se embarca en este proyecto hace al menos año y medio no nos ponemos en serio, aunque todo esto estaba en mi cabeza desde hace mucho tiempo. Con la incorporación de Dolores Redondo hemos ido dando forma a la idea y transformando hasta llegar a un certamen que se pueda convertir en la alfombra roja de la literatura en España.
P- ¿Cómo han ido los cuatros días de certamen en el castillo de Fuensaldaña?
R- Todo ha salido estupendamente y está claro que tenemos que consolidar el proyecto en los próximos años. El balance que hemos hecho está muy por encima de las expectativas que nos habíamos marcado. Quisimos equivocarnos muy poco en esta primera edición para tener un germen sobre el que crecer en las próximas ediciones y a nivel de repercusión en los medios no nos lo esperábamos y nos da pie a pensar en próximas ediciones que se celebrarán en Fuensaldaña.
P- El año que viene el certamen aunará literatura y vino...
R- Sí y lo primero que vamos a hacer es ponernos en contacto con las bodegas que tenemos en la provincia, en la región y no cerrarmos las puertas a otras muchas que quieran participar en cualquier DO. Queremos alcanzar una proyección de ámbito nacional.