La tierra, el olor del campo recién arado, el aroma del petricor tras las lluvias primaverales, así como el gélido frío que reina en Burgos durante los meses de final e inicio del año. La provincia de conocidos nombres como el de Rodrigo Díaz de Vivar -El Cid Campeador-, también guarda otros que trascendieron, en menor medida, entre el imaginario colectivo, como los de Federico Olmeda y Antonio José, dos literatos que en 1903, el primero, y en 1932, el segundo, recabaron multitud de piezas surgidas del cancionero popular y de la tradición oral de la provincia. Así, el grupo, también burgalés, de La M.O.D.A. ha recopilado un singular abanico de letras y, sobre todo, sentimientos que se plasmaron en la memoria de generaciones pasadas pero que “bien podrían haber sido creadas en la actualidad”, aseguran los integrantes, entre ensayo y ensayo, de ‘Nuevo cancionero burgalés’, su último lanzamiento.

Todos y cada uno de los ‘siete burgaleses’ -Joselito Maravillas, Jorge Juan Mariscal, Caleb Melguizo, Nacho Mur, Jacobo Naya, Alvar de Pablo y David Ruiz- coinciden a la hora de subrayar el “magnífico entendimiento”, que ha sido protagonista “en todo momento”, con Gorka Urbizu, productor del nuevo lanzamiento y, también, vocalista del grupo Berri Txarrak. El canto a la provincia burgalesa que supone esta compilación plasma “sentimientos muy potentes” que identifican a los músicos con la ciudad de la catedral que este año cumple 800 años, pero aseguran que “todo el mundo tiene ‘su’ Burgos en el corazón”, apoyados en la infinidad de mensajes que reciben de gente, por ejemplo, de Albacete o Paraguay en los que seguidores de su arte afirman sentirse “un poco burgaleses”.

No obstante, pese a la estrecha vinculación de la banda con Burgos, su “casa”, se muestran firmes al asegurar que no pretenden “enarbolar a la ciudad ni que ésta haga la ola a La M.O.D.A.”, puesto que se sienten como “un grupo más”. La humildad rebosa por los cuatro costados de la conversación ya que tampoco califican su nuevo disco como homenaje, puesto que “es una palabra muy grande” y, simplemente, desarrollan el trabajo que “sale del corazón y emociona a cada uno”.

Si bien los nuevos temas se dividen por temáticas, siendo éstas de “la siega, el esquileo, o más joviales como alguna de ronda y celebración, así como amorosas”, todas ellas “encierran sentimientos atemporales”. Así, elogian, también, las bondades de la canción popular, capaz de “transmitir el gen de la vida en una suerte de tesoro sintetizado, como el fiel reflejo de todo lo que circula por la mente de un ser humano”. Explican la fuerza de este tipo de música debido a su significado, ya que, en la mayoría de las ocasiones, “servían como única vía de escape para mucha gente con una existencia muy jodida”.

Algunas de las figuras esenciales en su nueva obra son, tal y como ellos mismos se encargan de ensalzar, “Federico Olmeda, que fue casa por casa, hace más de 100 años, con la intención de sacar a la luz y plasmar sobre el papel las canciones que habían sido cantadas en las calles, generación tras generación”, explican, así como abundan en los “más de 200 textos recopilados por Antonio José, bastante asociado, por cierto, a los poetas de la Generación del 27”.

En este sentido, destacan la relevancia de ambos escritores, “los encargados de escribir las canciones del nuevo álbum”. Con ‘Nuevo cancionero burgalés’, los siete integrantes de La Maravillosa Orquesta del Alcohol tratan de “abrir esa caja de los recuerdos, guardada en la casa de los abuelos, para redescubrir las raíces de cada uno, así como las propias de todos los integrantes del grupo”.

No sólo buscan apelar al reencuentro con el pasado, sino, también, poner en valor la tan de moda España vaciada, debido a que los vídeos de cada tema han sido grabados en pueblos de la provincia, por ejemplo, en la propia ciudad de Burgos pero, también, en pueblos como Pradoluengo o en Ayuelas.

Volver a girar

Pese a la situación sanitaria, que ya se prolonga casi desde hace dos años, todos y cada uno de los integrantes de La M.O.D.A. se muestran “muy ilusionados” con la vuelta a los conciertos, en una especie de ‘normalidad’, que hace volver a sentir “la mirada y la sonrisa de los asistentes al volver a bailar y cantar”.

Así, en menos de un mes, darán el primero de sus conciertos de la nueva gira, cómo no, en su casa, en Burgos, teniendo en mente, también, que “será necesario adaptarse a lo que venga”, referido a cualquier eventual modificación de asistencias o restricciones.