El pasado 2 de junio el Bocyl recogía el nombramiento de la viceconsejera de Acción Cultural, Mar Sancho, al frente del Comisionado para la Lengua Española, un cargo creado en el Gobierno regional hace quince años con el objetivo de impulsar, con carácter transversal, la enseñanza del idioma castellano a extranjeros, considerando el español como un activo económico y promoviendo las industrias culturales en español.
Sancho regresa así a un área que no le resulta ajena, con la que ya trabajó de cerca en su etapa como directora general de ADE Internacional Excal (2011), para asumir una responsabilidad que ya recayó sobre sus hombros durante sus años como directora general de Políticas Culturales (entre 2015 y 2019), cuando Josefa García Cirac era la consejera de Cultura. Ahora, después de que la pandemia haya sacudido los cimientos del sector, afronta el reto con la ilusión de aprovechar el “inmenso potencial de crecimiento” que atisba para la enseñanza del español en la Comunidad según ha reconocido en una entrevista a ICAL.
¿Cuáles son las principales funciones que conlleva el Comisionado?
Poner en valor a Castilla y León en el español a nivel global. Hay dos líneas muy claras en la Consejería, por una parte la relacionada con los orígenes del español, donde por impulso del consejero vamos a seguir trabajando, pero esa parte del pasado también tiene que conectar con el presente y con el futuro. El rol del Comisionado es ese impulso a presente y futuro en una vertiente que es cultural pero que sobre todo es económica, y que busca hacer del español un sector económico creciente.
Usted ya asumió el Comisionado en una etapa anterior a la pandemia, ¿cómo ha cambiado todo desde entonces?
El sector ha sufrido muchísimo en los últimos años, se ha visto extremadamente dañado porque se restringieron los desplazamientos físicos. Quizá la enseñanza del español para extranjeros sea uno de los sectores más perjudicados en Castilla y León. Los datos de Fedele (Federación Española de Escuelas de Español como Lengua Extranjera) dicen que durante la pandemia se ha rebajado un 85 por ciento el número de alumnos que han venido. Muchas de las escuelas han estado al borde del desastre, pero ahora afortunadamente están ya en una senda creciente, algunas menos y otras más, en algunos casos ya casi en cifras anteriores a la pandemia. Tenemos que acompañar al sector en su recuperación con las medidas que estamos desplegando y permitir que experimente después un crecimiento importante.
¿Qué momento atraviesa actualmente el sector?
El español es el sector con mayor potencial de crecimiento en Castilla y León. Hay otros muchos que están consolidados, como la automoción o el agroalimentario, pero el potencial del español es inmenso. Se trata de un sector que está abanderado por Salamanca, pero que en el que el resto de territorios, y me refiero a las ciudades pero también a entornos rurales, todavía tiene un desarrollo y una posibilidad de crecer importantísima. En eso es en lo que queremos incidir.
¿Desde la Consejería tienen claro qué teclas hay que tocar para aprovechar ese potencial?
Las teclas son evidentes. Hemos visto las que no funcionan y las que funcionan. Desde la Consejería nos hemos reunidos con la Asociación de Escuelas de Español de Castilla y León (AEECyL) y hemos puesto en marcha una serie de medidas para impulsar el sector, algunas para sostenerlos en ese ámbito de crisis económica y la mayoría centradas en su proyección y crecimiento. Hemos desarrollado un plan de promoción mucho más amplio, hemos multiplicado las acciones y los recursos para lo que resta de año, de manera que pueda haber más acciones de misiones directas e inversas para generar una mayor difusión, y de ese modo conseguir que vengan más alumnos.
¿En qué ámbitos es preciso hacer mayor hincapié para posicionar la Comunidad?
Uno es ese ámbito tradicional que las escuelas de Castilla y León trabajan, vinculado sobre todo a estudiantes de Secundaria y universitarios. Nuestras universidades son muy potentes en ese sentido, empezando por los cursos internacionales de la Universidad de Salamanca. Tenemos un programa muy fuerte que llamamos de ‘Prescriptores’, que este año tiene previsto traer a mil docentes, por el cual enganchamos a profesores de universidades principalmente extranjeras para que vengan a conocer cuál es la oferta de Castilla y León y después traigan a sus alumnos. Por otra parte somos conscientes también de que el sector tiene que seguir innovando. La innovación está ahí y es algo manifiesto, y no me refiero solo a la digitalización y las nuevas tecnologías, sino también a la mejora de los productos que ofrece el sector en Castilla y León. Desde la Consejería ya estamos poniendo en marcha una serie de líneas para apoyar esa innovación del sector en materia digital, con materiales más modernos para llegar a los alumnos.
¿Contemplan alguna nueva línea de acción en los próximos años?
El español ha ido creciendo muchísimo en entornos como Estados Unidos, donde hay muchos profesionales de determinados ámbitos que se ven abocados a estudiar español. Hablamos de abogados, médicos… Nos gustaría captar a esos estudiantes que no son universitarios o de secundaria sino profesionales de determinados entornos geográficos que quieren aprender español y que pueden combinar ese aprendizaje del español con productos turísticos de calidad de nuestro territorio. Esa es una de las nuevas líneas de acción en las que queremos trabajar desde el Comisionado, ya que puede haber una connivencia magnífica entre un turismo de calidad y el aprendizaje del español. También nos gustaría potenciar la llegada de universidades americanas de relevancia para que puedan establecer centros en Castilla y León, como sucedió en su día con la Universidad de Washington, que abrió una sede en la ciudad de León, adonde trae un número de alumnos al año a veces a estudiar español a la vez que amplían su formación en otras materias específicas como la ciberseguridad, la aeronáutica o la enfermería.
¿Qué acciones tienen previsto realizar en ese sentido?
Uno de los objetivos es abrir contactos con universidades norteamericanas de relevancia para que puedan establecer centros en Castilla y León. Son muchas las que tienen ubicaciones en otros lugares, generalmente en Hispanoamérica por proximidad geográfica, pero aspectos como la historia de Castilla y León, su relación con los orígenes de la lengua y otros atractivos turísticos pueden favorecer la llegada de otras universidades a nuestro territorio, y por tanto de alumnos.
Además de en Estados Unidos, ¿en que otros mercados potenciales se trabajará con mayor intensidad?
Estadísticamente el principal movimiento llega de mercados europeos como Francia o Italia, sobre todo en grupos de secundaria. En los últimos años antes de la pandemia las cifras eran muy buenas, pero ahora el modelo ha cambiado tanto que casi hay que reinventarlo. Queremos reforzar nuestra presencia en países donde las cifras venían siendo buenas, pero también abordar una promoción en nuevos mercados donde el volumen de estudiantes que atraemos es menor, porque ahí es donde tenemos posibilidad de crecer. Me refiero a los países nórdicos o asiáticos, por ejemplo.
En su comparecencia, el consejero anunció la constitución de dos grupos de investigación para potenciar el conocimiento en torno al español, en torno a los orígenes de la lengua y los fueros desde el Alto Medievo. ¿Ya están creados?
Se refería al Centro de Orígenes del Español, que está ligado al Instituto Castellano y Leonés de la Lengua en cierto modo, y que no está dentro de las competencias del Comisionado, aunque a buen seguro beberemos del trabajo que allí se realice y le daremos proyección. Los grupos de investigación ya están formados y pronto habrá avances en ese sentido que nos permitirán poder hacer una divulgación exterior también de ello.
También anunció un gran congreso de la literatura española. ¿En qué fase se encuentra ese proyecto?
Es uno de los anuncios de legislatura, que se va a materializar más adelante. Ayudará a posicionar al español en ese sentido, porque es un congreso de literatura en español y va a suponer una herramienta de promoción nacional e internacional en torno al español. Pero no es una de las medidas inmediatas. Hemos empezado por otras cosas.
¿Qué potencialidades desaprovechadas tiene el idioma?
Más allá del daño que ha experimentado el sector estos últimos años, trabaja de maravilla y siendo conscientes del liderazgo de Salamanca puede crecer también en otros entornos geográficos dentro de la Comunidad. Puede haber más empresas que se dediquen a esto porque hay una cantidad ingente de estudiantes de español en el mundo. La mejora viene por ahí, por el crecimiento de empresas que sean innovadoras, que a lo mejor liguen una enseñanza profesional del español con una experiencia turística interesante, y que además lo hagan en entornos que puedan ser inesperados, aprovechando por qué no los entornos rurales o las potencialidades de Castilla y León en ese sentido. Por ahí está la posibilidad del avance.
¿El sector turístico debería establecer más sinergias con la enseñanza del español?
Sin duda alguna. El turismo tiene que estar también involucrado en ese ámbito. A mí personalmente en esta etapa me resulta muy práctico tener el turismo entre mis competencias para poder generar esa interacción, algo que no me sucedía en momentos anteriores. Al final es turismo idiomático en definitiva, una vertiente más del turismo donde quien viene a estudiar utiliza todo tipo de infraestructuras turísticas y tiene que estar acompañando en esa faceta. Como el español es uno de los ejes que van a vertebrar todas nuestras actuaciones evidentemente lo hará también en el ámbito del turismo de una manera muy especial.