Tres monumentos de Castilla y León han pasado a ser Bien de Interés Cultural, BIC. EL Consejo de Gobierno ha hecho público hoy el nombre de los tres nuevos lugares que verán reconocido su patrimonio con esta etiqueta que tiene ventajas a la hora de la conservación y de la financiación. Así, son tres monumentos que pertenecen a las provincias de Salamanca, Valladolid y Soria.
El primero ha sido el Convento de las monjas franciscanas de la Tercera Orden Regular de Porta Coeli, en el Zarzoso, término municipal de El Cabaco, en Salamanca. Asimismo, se incluyen en esta declaración, como partes integrantes, el conjunto de retablos que alberga la iglesia, entre los que destaca el retablo mayor, obra del siglo XVIII, el órgano, así como un conjunto de pinturas y tallas barrocas.
El convento de monjas franciscanas de la Tercera Orden Regular de Porta Coeli se encuentra enclavado en la vertiente sur de una de las estribaciones montañosas del norte de la Sierra de Francia, en el Zarzoso, en el término municipal de El Cabaco, en Salamanca. Fue fundado por el mariscal don Gómez de Benavides, señor de la villa de Frómista y de Val de Matilla y su construcción se inicia en 1444.
En segundo lugar, el Consejo de Gobierno ha aprobado la declaración de la Ermita de la Monjía, en Fuentetoba, municipio de Golmayo, en Soria, Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento. La ermita de la Monjía se encuentra situada en el pueblo de Fuentetoba, en el término municipal de Golmayo, a unos 10 kilómetros de la ciudad de Soria. Se ubica en la ladera meridional de Pico Frentes, en un lugar pintoresco muy cerca del nacimiento del río Golmayo, en un entorno de gran interés.
La Monjía tiene su origen en la Edad Media, debido a una incautación o posesión de tierra de nadie con autorización o permiso del Rey, a favor de los Monjes Benedictinos venidos de Valvanera, con el fin de conseguir pastos y prados para el ganado.
Por último, el Consejo de Gobierno ha aprobado la declaración de la iglesia de Nuestra Señora del Pilar, en Valladolid, Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento. La Iglesia de Nuestra Señora del Pilar se localiza en el nuevo barrio obrero de la Pilarica que surge a principios del siglo XX a las afueras de la ciudad de Valladolid, para albergar a los numerosos inmigrantes que buscan trabajo en la incipiente industria vallisoletana.
Más conocida como iglesia de la Pilarica, es construida a instancia de Rafael Cano Rodríguez-Cairo, catedrático de Derecho en la Universidad de Valladolid, y su esposa Tadea de Prado y Beltrán, en memoria de su hija Pilar, recientemente fallecida, según proyecto del entonces arquitecto municipal Juan Agapito y Revilla. El templo fue consagrado e inaugurado el 12 de octubre de 1907, en estilo neogótico como capilla privada, si bien no fue parroquia hasta 1968.