El inicio del próximo curso académico y la vuelta a las clases presenciales tras su suspensión en el anterior periodo lectivo y el paso a una formación telemática por efecto del coronavirus genera "incertidumbre" entre directores de colegios e institutos de Castilla y León.

Los directores reconocen esta sensación dada la situación "tan complicada" que mantiene la pandemia y que cambia "día a día", según han señalado algunos de ellos en declaraciones a Europa Press en las que han subrayado la "importancia" de la educación presencial, si bien han destacado el aprendizaje logrado por el sistema educativo en caso de tener que volver a la fórmula telemática.

Así, el director del IES Universidad Laboral de Zamora, Carlos Macías, ha defendido las medidas adoptadas en su centro, el cual, por sus dimensiones, permite mantener itinerarios separados y organizar las aulas para minimizar el trasiego de alumnos y garantizar grupos con un máximo de 14 alumnos en el caso de la Formación Profesional y de entre 15 y 18 en el de ESO y Bachillerato.

Macías ha reconocido cierta "ambigüedad" en los protocolos fijados a la hora de establecer una serie de garantías "de forma muy genérica", al tiempo que ha puntualizado que, si bien es habitual delegar en los directores la organización del centro, es la primera vez que tienen que gestionar una situación "tan complicada" como la generada por la pandemia.

En cualquier caso, este director ha advertido de la diversidad de situaciones entre centros y tipos de enseñanza, como en el caso de los grados de Formación Profesional que se imparte en el suyo y que requiere de un cambio en la dinámica de trabajo de los alumnos, los cuales solían compartir herramientas o desempeñar numerosas tareas en grupos.

Además, ha subrayado que, en su caso, la Consejería de Educación "ha escuchado y atendido" sus necesidades, con más docentes que ha permitido reducir las ratio de alumnos por clase y desdoblar grupos.

El tamaño de las aulas del IES Universidad Laboral favorece también la distancia entre alumnos, de tal forma que sólo en alguna de las asignaturas optativas será necesario limitar el número de plazas.

COMPORTAMIENTO "EJEMPLAR"

Por otro lado, Carlos Macías ha destacado el "comportamiento ejemplar" mostrado hasta el momento por los alumnos que han tenido que acudir al instituto tras el restablecimiento de cierta actividad presencial en los centros.

Con "incertidumbre" por una situación que cambia "día a día" espera el inicio de curso el director del CEIP Ramón Carande y Thovar, Diego Bercianos que, no obstante, asegura que cumplirá con el protocolo establecido por la Junta al tener espacio "más que suficiente" para adaptar las clases a los alumnos manteniendo las medidas de seguridad.

"Somos un colegio pequeño y eso hace que podamos adaptarnos bien a los criterios de Educación", explica Bercianos que considera que las mayores "complicaciones" llegarán en la entrada y salida de los alumnos y la atención a los padres.

Sin embargo, se muestra convencido de que los alumnos "mecanizarán" el protocolo "sin problemas", para señalar que implicará a los padres para que también conozcan todos estos "procesos". "Pero claro esto es la teoría, luego veremos como es el día y lo que nos encontramos", ha añadido.

A pesar de esa "incertidumbre" que marca la evolución de la COVID-19, Bercianos confía en que el curso se pueda desarrollar de forma "presencial". "El confinamiento ha hecho mella en toda la comunidad educativa, padres, alumnos, profesores y equipo directivo", a los que ha agradecido el "sobre esfuerzo" que han realizado durante todos estos meses, para concluir que la docencia telemática puede "solventar" los problemas de manera puntual, pero la educación presencial, sobre todo en las etapas de Infantil y Primaria, es "insustituible". "Hay cosas que un ordenador no puede hacer", ha concluido.

En caso de que los rebrotes obligaran a volver, una vez comenzado el curso, a una enseñanza a distancia, el director del colegio concertado Blanca de Castilla-Jesuitinas de Burgos, Víctor Mendiguchía, ha reconocido que lo vivido en el tramo final del pasado curso ha servido para "aprender", de tal modo que confía en que se organizaría "mejor".

"Salimos más fuertes de aquello, la escuela ha demostrado que nos ponemos al día rápido", ha defendido Mendiguchía, quien ha explicado que en este tiempo se han dotado de más dispositivos, se ha incrementado la formación digital a los profesores y se han probado nuevas herramientas telemáticas.

PREPARADOS PARA LO ONLINE

Aunque el modelo educativo "no está hecho para impartirse online", tanto por los contenidos como por el componente social de coexistencia entre los alumnos, también el colegio San Agustín de Salamanca ha dispuesto que parte del temario del próximo curso esté preparado para poder ser impartido a distancia, como ha señalado su director, Fernando Martín Báñez.

Así, los docentes de este centro con más de 600 escolares de todas las etapas educativas desde los tres años hasta Bachillerato, han preparado parte de los contenidos para la enseñanza telemática y a través de las nuevas tecnologías, incluso en el caso de que finalmente se pueda realizar en el aula.

En el caso del Blanca de Castilla, sus responsables han puesto en marcha una serie de medidas preventivas que permitan el inicio en septiembre de las clases presenciales, a pesar de ser conscientes de que "a lo mejor no vale", como reconoce su director, quien sí ha advertido de que en un centro como el suyo, con 1.200 alumnos, mantener en todo momento la distancia de 1,5 metros entre escolares "es imposible".

A la "incertidumbre" que reconoce Mendiguchía se suma la advertencia "muy presente" en los equipos directivos de que "se puede tener que volver a lo online", como manifiesta Martín Báñez, quien ha apuntado, no obstante, que las grandes dimensiones de su colegio, de antigua construcción, permiten crear diferentes itinerarios para evitar la aglomeración de alumnos y garantizar su dispersión durante los turnos de recreo, sin que haya sido necesario siquiera desdoblar grupos.

En cualquier caso, el director del San Agustín de Salamanca ha constatado la complejidad de mantener la enseñanza presencial en caso de que se confirmen positivos que obliguen a fijar cuarentenas a alumnos y profesores, la mayoría de los cuales imparten sus asignaturas a distintos grupos.

A pesar de todo ello, Fernando Martín Báñez ha trasladado a las familias un mensaje de "ilusión" y "esperanza" y ha ensalzado el "esfuerzo" y "trabajo duro" realizado por docentes y equipos directivos en estas semanas para que el curso pueda arrancar en la fecha prevista, por lo que ha recomendado a sus compañeros que aprovechen los próximos días para "oxigenarse, descansar y desconectar" antes de afrontar el nuevo periodo lectivo.

El director del centro salmantino ha llamado a evitar la "alarma" entre las familias en la medida de lo posible, tras lo que ha defendido las medidas higiénicas extraordinarias adoptadas y la inversión realizada para que la formación sea segura.