El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha mostrado su malestar ante la aprobación ayer en el Congreso de la Ley Celaá, asegurando que es “un error” y se trata de un “pacto contra el Estado”. Mañueco ha advertido que en Castilla y León no se pasará de curso con suspensos en Bachillerato y se exigirá una EBAU única "que la nueva ley deja sepultada".
El presidente considera que la nueva ley educativa es “un ejemplo de la más vieja política sectaria” y ha criticado que vaya “contra la lengua oficial del estado y contra la cultura del esfuerzo”. Asimismo, el presidente ha lanzado un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos de la Comunidad y a los estudiantes de los centros concertados, asegurando que se va a proteger “nuestro sistema educativo de éxito” y se utilizarán todas las herramientas jurídicas para garantizar y proteger la “equidad, calidad y libertad”.
También ha avanzado que se abrirá un proceso de dialogo para hacerlo con la mayor “protección y consenso” con los agentes del sistema educativo: “Es fundamental que se salvaguarden los derechos de alumnos y familias”.