Tres de cada cuatro jóvenes (76,8 por ciento) de entre 20 y 24 años en Castilla y León han alcanzado al menos el nivel de Educación Secundaria de segunda etapa (Bachillerato o Formación Profesional Básica o de Grado Medio), lo que supone diez puntos más que hace una década.
Según la ampliación de datos educativos de la Encuesta de Población Activa (EPA), publicada hoy por el Ministerio de Educación y de Formación Profesional, Castilla y León está en la media nacional que se situó en el 75,9 por ciento, aunque por debajo de territorios como País Vasco (87,1 por ciento), Asturias (85,1 por ciento), Cantabria (84,5 por ciento), Navarra (83,4 por ciento), Madrid (82,8 por ciento) y Aragón (81,4 por ciento). Por debajo del 70 por ciento, aparecieron Andalucía (67,1 por ciento) y Baleares (65 por ciento).
Desde 2010 el porcentaje de estudiantes que han concluido al menos este nivel educativo ha subido 14,4 puntos en el conjunto del país mientras que el crecimiento es de 1,9 puntos, con respecto al año pasado. Los mayores incrementos en la última década corresponden a Cantabria (+21,2 puntos), Murcia (+19 puntos) y Valencia (+17,2 puntos).
El Ministerio apuntó en un comunicado que la disminución de la tasa de abandono escolar temprano y el aumento de la de titulados de Bachillerato o de Formación Profesional de Grado Medio es uno de los principales objetivos de la nueva ley de Educación, LomLoe, que acaba de entrar en vigor. “Para ello diseña un sistema flexible y abierto, con un currículo más competencial, y apuesta por el refuerzo escolar y la diversificación de los itinerarios, con pasarelas entre ellos”, precisó.
En el conjunto de España, más de la mitad de la población entre 25 y 29 años ha alcanzado el nivel de Educación Superior, en concreto lo ha hecho el 50,2 por ciento, 1,7 puntos más que en 2019. Respecto a 2010, la subida es de 11,9 puntos. Dentro de este porcentaje, el 15,6 por ciento es titulado de Educación Superior no universitaria y el 34,6 por ciento universitaria o equivalente. Por sexo, el porcentaje de mujeres que alcanza este nivel educativo asciende al 56,5 por ciento y el de hombres es del 44 por ciento.
En cuanto a los jóvenes de entre 15 y 29 años que no estudian ni trabajan, el porcentaje ha subido al 17,3 por ciento, 2,4 puntos más que el año anterior. Se rompe así la tendencia a la baja iniciada en 2013, cuando la tasa alcanzó su valor máximo (22,5 por ciento).
El Ministerio justificó este incremento por la menor tasa de empleo en este tramo de edad, puesto que el porcentaje de la población que estudia o se forma sigue subiendo hasta llegar en 2020 al 57,3 por ciento, 0,7 puntos más que en 2019. Sin embargo, el porcentaje de jóvenes ocupados que no están formándose baja más de tres puntos, del 28,5 por ciento en 2019 al 25,4 por ciento en 2020, en un contexto de caída generalizada del empleo como consecuencia de la pandemia de COVID-19.