David Herrero / ICAL
Nervios, locura y todo lo contrario, paz y tranquilidad. La Escuela Oficial de Idiomas de la capital palentina, una de las dos sedes para la prueba de evaluación de Bachillerato para el acceso a la Universidad (EBAU) en Palencia, perteneciente al distrito de la Universidad de Valladolid, era esta mañana el reflejo de la incertidumbre y del futuro de algunos de los 11.056 alumnos de Castilla y León que buscan poder entrar en sus grados deseados, tras los quebraderos de cabeza ocasionados por el COVID-19.
Del total, 4.460 se examinan en el distrito de la Universidad de Valladolid; 2.923, de la Universidad de Salamanca; 2.004, de la Universidad de León y 1.672, de la Universidad de Burgos. En relación al pasado curso, cuando se presentaron 12.131 a esta prueba, son 1.073 estudiantes menos. Por provincias, según datos de la Consejería de Educación recogidos por Ical, Valladolid se sitúa en cabeza con 2.558 alumnos, por delante de León (2.004), Burgos (1.672), Salamanca (1.576), Segovia (766), Zamora (775), Palencia (665), Ávila (592) y Soria (481).
"Estoy con un poco de nervios. Nos lo hemos preparado todos muy bien, pero eso no quita para que esté algo nerviosa. Personalmente, me preocupa mucho Inglés, aunque creo que va a salir todo bien, así que ¡a por todas!", explicaba a Ical Elena, una alumna del IES Victorio Macho de la capital palentina, minutos antes de entrar a examinarse.
Está tranquila con la asignatura de Lengua, algo que no le sucede tanto con Historia, porque "da miedo mezclar conceptos y temas". Elena no busca mucha nota porque justamente quiere estudiar Historia, pero reconoce que "siempre es bueno traerlo bien preparado e ir a por la calificación más alta". El tema del COVID-19 está superado, aunque resulta cansado llevar la mascarilla y las medidas de distanciamiento, precisa.
De igual manera se muestra Paula, procedente del IES Alonso Berruguete, quien asegura que esta mañana se ha empezado a encontrar un poco más nerviosa. "Piensas que vas a un sitio en el que casi es ya la Universidad y vas a hacer unos exámenes con los que te estás jugando un poco tu vida, aunque luego no sean para tanto". Detalla que tiene algo de presión por todo ello, dado que desea estudiar un Doble Grado de Comercio y Recursos Humanos, que es de reciente creación.
"Me da miedo Historia y la parte de Literatura. Tengo muchos nervios. Han empezado cuando me he levantado a ser una locura", aclara su compañero Alfredo. Entre sus aspiraciones se encuentra CAFD o Derecho, algo que "es más asequible". Explica que todo depende de la nota final que obtenga. Mientras Antonio, procedente del mismo centro, se muestra "muy tranquilo". "Ya estamos aquí y no hay más. Quiero cursar Arquitectura, que me piden un cinco, pero quiero sacar la mayor calificación posible".
Notas altas
María, procedente de La Salle, subraya que durante todo el curso les "han metido mucha presión con la EBAU". "Pero ahora que llega parece que no nos lo creemos". "Esta última semana estábamos desubicados estudiando todo el rato, pero con ganas de hacerlo, porque queremos acabar". La joven quiere dedicarse a la Medicina, sinónimo de puntuación elevada, por lo que asegura que "va a intentar hacerlo lo mejor posible".
"Estoy muy tranquila, pero veremos qué pasa al ver el examen", recalca Brezo, una alumna del IES Victorio Macho. "Tengo algo de miedo a las que ponderan más, porque las he dejado un poco apartadas". De las obligatorias, su temor se centra en Lengua, ya que se ha estudiado la mitad de temas, y "cabe la posibilidad de que caiga algo que no sepa", pero confía en sus posibilidades. Puntualiza que quiere hacer Biomedicina, lo que implica una nota alta, y no tiene otras alternativas deseadas.