Los centros educativos gestionados por la Junta de Castilla y León a través de la Consejería de Educación siguen innovando en materia docente. Es el caso del IES Tierra de Campos de Paredes de Nava (Palencia). Este instituto, gracias a la colaboración conjunta entre profesores, alumnos y padres, ha llevado a cabo un escape room o “juego de escape” consistente en que un grupo de personas logre salir o “escapar” de una habitación a través de la resolución de una serie de pruebas o enigmas.
El proyecto, surgido a raíz de una tormenta de ideas entre varios profesores, se ha organizado en seis fases distintas, donde docentes de todos los departamentos del instituto han colaborado para su construcción física e intelectual. El claustro decidió basar la actividad en el libro ‘El nombre de la rosa’ del escritor italiano Umberto Eco, debido a su carácter misterioso y su “enjundia intelectual”, explica Jesús Ángel Rodríguez, uno de los coordinadores del escape room. Para ello, se transformó un aula en una sala medieval que evoca los monasterios del siglo XIV, época en la que se desarrolla la historia de esta obra y de la cual también existe una versión cinematográfica. El objetivo era crear un ambiente enigmático y atractivo para el desarrollo de pruebas de lógica y estrategia donde grupos de entre 4 y 5 alumnos resolviesen el caso.
Una vez proyectada la idea, se comenzó a trabajar en la creación de bocetos y desarrollo del juego de escape. La compra y obtención de materiales se realizó a través del reciclaje de algunos elementos y de la búsqueda de personas que tuviesen enseres relacionados con la materia. Asimismo, tanto profesores del centro como alumnos se implicaron en crear la decoración del escape room con murales, y otros elementos de atrezo. En este sentido, el departamento de plástica fue crucial para esta actividad de índole inmersivo.
Seis días
El proyecto se ha llevado a cabo en tres meses, desde después de las vacaciones de Navidad hasta antes de las vacaciones de Semana Santa. Durante seis días, un 96% de los estudiantes participó en la actividad. Todos los grupos inscritos podían utilizar pistas para resolver los diferentes rompecabezas, pero el tiempo en el que se solucionase y el número de comodines empleados sumaba o restaba puntos para ganar. Los mejores tiempos de cada curso (1º, 2º, 3º y 4º de la ESO) fueron los ganadores de la actividad, a quienes se les hizo entrega del premio: una camiseta que contenía el logo del juego de escape.
Esta iniciativa pretendía, en primer lugar, que los alumnos “saliesen de la rutina covid” y, en segundo lugar, dinamizar el pueblo donde se localiza el centro, Paredes de Nava: “La gente en los pueblos no encuentra actividades para personas jóvenes. Tener un escape room, una actividad por la que se suele pagar dinero, puede atraer a los curiosos a nuestra localidad. No acaba con la despoblación, pero al menos genera ilusión”, incide Rodríguez, con la idea de expandir este proyecto al resto de la comunidad y alrededores.
De esta forma, se ha logrado involucrar a profesores y alumnos en un proyecto interdepartamental, lo que ha favorecido un clima de colaboración intelectual y artística. Así, asignaturas como Música, Literatura o Matemáticas adelantaban algunos conocimientos a los alumnos para que estos los aplicasen después en la resolución del escape room. Esta dinámica, que ha obtenido como resultado un profesorado y alumnado motivado, no acaba aquí, sino que “es previsible que se realicen más en un futuro”, concluye Jesús Ángel Rodríguez.