Las universidades de Salamanca, Valladolid y Burgos desarrollarán programas de formación para el empleo de jóvenes con discapacidad intelectual en el marco de la sexta convocatoria de ayudas de Fundación ONCE, publicada recientemente y diseñada para el curso académico 2022-23.
La iniciativa, que se lleva a cabo por sexto año consecutivo, cuenta con el apoyo financiero del Fondo Social Europeo (FSE), a través del Programa Operativo de Empleo Juvenil (POEJ), y está dirigida a todas las universidades españolas y centros adscritos.
Completan el programa las universidades madrileñas de Alcalá de Henares, Camilo José Cela, CEU San Pablo, Complutense, Politécnica, Francisco de Vitoria y Rey Juan Carlos; las andaluzas de Almería, Granada, Jaén, Córdoba, Málaga, Sevilla, Huelva y Pablo de Olavide; las valencianas de Alicante, Miguel Hernández y Jaume I; las catalanas de Barcelona, Pompeu Fabra, Ramón Llull y Rovira i Virgili; las gallegas de A Coruña y Vigo; además de las de Castilla-La Mancha, Universidad Pública de Navarra, Universidad de Extremadura y la Universidad de Murcia.
Todas ellas deberán ofrecer cursos que proporcionen al alumnado formación universitaria enfocada a mejorar su autonomía, conocimientos humanísticos y su preparación laboral, y dotarle de habilidades necesarias para aumentar sus posibilidades de encontrar un trabajo, accediendo a puestos en la modalidad del empleo con apoyo.
Experiencias inclusivas
Asimismo, tendrán que proporcionar a estos jóvenes experiencias inclusivas y de normalización dentro de la comunidad universitaria y facilitarles una formación integral y personalizada. Todo esto porque el objetivo principal del programa es implicar a las universidades, como agentes decisivos en la inclusión social, en la formación de jóvenes con discapacidad intelectual, cuyo acceso a la educación superior resulta aún insignificante.
Gracias a esta iniciativa, a lo largo de las cinco primeras ediciones alrededor de 1.650 jóvenes con discapacidad intelectual han podido conocer la realidad universitaria. Además, han mejorado su perfil profesional gracias a las prácticas laborales que se incluyen dentro del programa, lo que en muchos casos ha supuesto una contratación posterior.