Las familias de los niños con TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad) no cesan en su lucha de poder lograr que a sus pequeños les den las becas de la Consejería de Educación para poder invertir ese dinero en terapias. Una reivindicación que viene de años atrás y que, por ahora, parece no llegar a buen puerto tras muchas reuniones entre las asociaciones y la propia Administración autonómica.
Actualmente, la Consejería pide como requisito indispensable que se acredite la discapacidad superior a un 33% para poder acceder a estas subvenciones. Sin embargo, desde la Federación TDAH de Castilla y León, su presidenta, Nuria Bautista, insiste en que un diagnóstico clínico y una acreditación de la necesidad específica de apoyo educativo es "más que suficiente". De hecho, así lo especifica el Tribunal Supremo y el Procurador Común. Y recuerda que estos pequeños, aunque aprueben, "tienen otras necesidades que se dan fuera de los colegios".
Y es que recientemente el Procurador del Común de Castilla y León enviaba una queja a la Consejería de Educación por todas las becas que habían sido desestimadas con ese 'pretexto' del certificado de discapacidad. En el caso de Palencia, por ejemplo, de 38 solicitudes, 35 han sido denegadas pese a que "han presentado las alegaciones justificando la necesidad de ese apoyo educativo externo".
"Sentimos una discriminación horrible", lamenta Bautista tras lo acontecido. Asegura que no entiende que "se necesite una acreditación" cuando está "científicamente comprobado que el tratamiento es multimodal". Desde el colegio, por mucho que quieran, "no se puede dar el apoyo suficiente por falta de profesionales o recursos". De ahí que sea tan imprescindible el dinero para poder entrenar a los jóvenes en "atención, concentración, planificación, control emocional o resolución de problemas".
Unas terapias que parecen estar creadas sólo para algunos pocos ya que "muchas familias no se pueden permitir el sobrecoste" que supone tener que llevar a los niños a terapia. La presidenta de la federación explica que, mínimo, deberían ir una vez a la semana y la sesión "no baja de los 50 euros". Un coste que al mes estaría en los 200 euros, cifras inviables para muchas familias. La beca, por su parte, es de 900 euros por curso y, "aunque no es dinero suficiente, sí que ayuda a poder llevarlos a estos tratamientos".
En este sentido, los familiares de niños con TDAH se siente "cansadísimos" porque desde la Junta "aseguran que van a trabajar y se acaba quedando todo en papel mojado, en palabras vacías". Desde la federación tienden la mano a trabajar con las consejerías para "crear un plan estratégico" porque "el TDAH es real, es un trastorno del neurodesarrollo y lo que intentan es borrarlo del mapa".
Y es que más allá de la cuantía económica, lo importante es que los pequeños puedan desarrollarse con las terapias y aprender a controlar ciertos aspectos. Por ejemplo, con esta ayuda extra pueden controlar su impulsividad y afirma que se nota "mucho" cuando un niño ha tenido este aprendizaje y cuando no. "Llega a los adultos y, si no preparamos a los chavales desde pequeños, cuando crecen pasa lo que pasa. Se hacen mayores y es más fácil caer, por ejemplo, en adicciones por el mal control y gestión emocional", subraya la presidenta Nuria Bautista.
En definitiva, vuelve a hacer hincapié en que "no se necesitan certificados" y que esa norma "tiene que desaparecer" porque con un diagnóstico clínico ya es "mucho más que suficiente". Ahora, vuelven a pedir a la Junta de Castilla y León que se siente a escucharlos y que haga caso a las recomendaciones que las familias realizan para el buen desarrollo de estos pequeños.