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Al igual que el derbi vasco inició la Copa de la Reina de Salamanca, el catalán lo hizo con la jornada del viernes. Un duelo en el que Uni Girona partía como favorito ante Cadí La Seu que, sin embargo, ya había demostrado durante la temporada ser un equipo aguerrido que no le iba a poner las cosas fáciles. Y así fue, aunque las gerundenses acabaron por ganar en un partido marcado por los bajos porcentajes de tiro (19/67 en tiros de campo Girona y 15/54 Cadí La Seu).

Con ello, el primer cuarto estuvo marcado por los continuos errores de ambos equipos y unas defensas que apenas dejaban penetrar. No en vano, Cadí La Seu se cargó pronto de faltas, dejando esa opción para Uni Girona. De hecho, así aprovecharon para sumar sus primeros puntos, también con fallos de Coulibaly y Mendy.

Por el otro lado, las hoy visitantes eran incapaces de llevar el balón dentro con un pase interior ante los largos brazos de las jugadoras gerundenses. Así, solo anotaban desde fuera o en internadas individuales, en las que sí lograban zafarse de sus pares para mantener el partido igualado con 8-7 al ecuador.

Puso en pista entonces a Marta Xargay Eric Suris y algo cambió el partido en ataque. Las que actuaban como locales encontraron más opciones de tiro, aunque el acierto no estaba siendo adecuado para poder marcharse en el marcador. De hecho, Moore, tras su salida a pista de nuevo, logró poner por delante a Cadí La Seu a poco del final y Elonu pudo empatarlo casi en la última del primer cuarto (15-15).

El encuentro siguió por los mismos derroteros en el segundo cuarto, aunque con menos acierto. Xargay mandaba en el ataque de las gerundenses y encontraban tiros que, sin embargo, no querían entrar, dejando pobres porcentajes de tiro (12/31 en tiros de campo al descanso). Lo mismo ocurría con Cadí La Seu (8/28 en tiros de campo al descanso) que, eso sí, tenían menos opciones. Y es que Girona se hacía fuerte en el rebote, especialmente el ofensivo, aunque le servía de poco. En cinco minutos apenas había habido once puntos para dejar a Girona por delante (22-21).

Sin embargo, la impresión que daba el partido era que si Uni Girona conseguía tener más acierto podría abrir ventaja. Y este lo pusieron Mendy y Elonu tras varios minutos sin anotar con once puntos entre las dos en apenas seis jugadas para dejar el marcador al descanso en un 33-25.

Tras un inicio similar en el tercer cuarto, con mucho fallo de cara al aro, ambos equipos comenzaron a anotar en una secuencia que le venía bien a Girona por la ventaja ya adquirida. Además, las faltas volvían a castigar a Cadí La Seu para llevar a unas gerundenses ahora más acertadas a la línea del tiro libre. Con ello y los 12 puntos hasta el momento de Elonu, Girona marchaba nueve arriba en el 25 (43-34).

Pero entonces hubo otro parón en la anotación, ahora con malas elecciones de tiro y pérdidas que, aunque no le sirvió mucho a Cadí La Seu, consiguió detener a Girona, que anotó solo dos puntos desde entonces, para dejar todo por decidir en el último cuarto (45-39).

Más de dos  minutos tardaron en anotar de nuevo en el último cuarto. Los bajos porcentajes de tiro eran un lastre para ambos equipos. Lizarazu lo rompió con un 2+1 que encendió al público, eminentemente de Avenida, pero que apoyaba sin fisuras a La Seu. Trataban de responder el más de centenar de seguidores llegados desde Girona pero les acallaba el Multiusos.

El marcador estaba en un puño y, simplemente por una sencilla regla de tres, el que menos fallara sería el que se llevara el encuentro. Moore, la mejor de las amarillas, lo apretó a un punto a falta de seis. Mientras, Girona llevaba ya cuatro minutos de fallos continuos ante una defensa que fue ganando en intensidad mientras se lo iba creyendo.

El partido, evidentemente, no iba a ser el mejor de la Copa de la Reina pero la emoción estaba a flor de piel. Con, ahora sí, un ambiente copero en las gradas, Coulibaly rompió la mala racha de Girona de más de cinco minutos sin anotar en el cuarto y reboteó un balón en la otra canasta para cambiar la dinámica. De hecho, cambiaron los papeles. Laia Palau comenzó a anotar lo que no había hecho durante el partido mientras La Seu no veía aro. Se estiró la ventaja a siete puntos a falta de tres minutos (51-44).

Moore rompió la racha para no dar por finiquitado el encuentro tras un tiempo muerto necesario pero los rebotes en ataque, algo que no consiguió solucionar la defensa de Cadí, acabó por matar el partido. Tras dos fallos, Vasic anotó tras un buen tiempo transcurrido y Girona ya sonreía. Moviendo el balón con más calma, sin la ansiedad de anotar, dejaron pasar los segundos, entre tiros libres, para acabar venciendo con muchas dudas y fallos (56-51).