Llegaba el Pucela al choque tras la derrota del pasado viernes ante la Real Sociedad y visitaba santuario blanquivioleta un Athletic crecido, tras meterse el pasado jueves en la Final de la Copa del Rey después de doblegar al Granada.
En el 3, Unai López puso el primero tras un libre directo preciso, con la derecha, que Masip no pudo sacar en un auténtico mazazo para los de Sergio, a las primeras de cambio.
El Pucela, con las novedades en los laterales de Pedro Porro y Nacho, se repuso rápido del golpe y primero Ünal y después Sandro lo intentaron, sin éxito.
Poco a poco Joaquín, Alcaraz y Míchel se imponían en la medular a Unai López y Dani García aunque el Athletic amenazaba a la contra con la velocidad de Williams y algún disparo desde la frontal de Yuri, en el 17 de partido.
La victoria del Mallorca, que se ha puesto con 25 puntos, se palpaba en el ambiente y la afición blanquivioleta rumoreaba en las gradas de un Estadio José Zorrilla que volvió a presentar un ambiente fenomenal.
En el 22 la tuvo Ünal pero sería en el 23 cuando el Athletic iba a asestar otra puñalada para el 0-2 con un cabezazo, marca de la casa, tras un centro desde la izquierda. Golpe, este segundo, que sí acusó el cuadro blanquivioleta.
Ünal volvió a tener el gol en el 27 y el 32 pero no era el día del delantero turco. El choque se iba a marchar 0-2 al descanso con un Athletic que con lo justo ponía tierra de por medio.
Sergio movía el árbol al descanso y dejaba el vestuario a gris Míchel para sacar dinamita por banda con Hervías. Precisamente el 11, a la salida de un córner le ponía un caramelo en la cabeza a Ünal en 52 pero de nuevo el balón se iba lejos de la meta de Unai Simón.
Los minutos avanzaban y Toni saltaba al campo por Alcaraz pero la decoración del choque era la misma. Sólo Hervías ponía algo diferente.
En el 72, de nuevo, un centro desde la derecha iba a provocar la salida en falso de Unai Simón y Ünal iba a desaprovechar otra gran ocasión.
La zaga rojiblanca, con Yeray y Unai Núñez imperiales despejaban todos los intentos del conjunto pucelano, con poca intención y convencimiento y menos acierto.
Pero el fútbol tiene estas cosas. En el 77, el Pucela se metió en el choque tras un golazo después de una jugada individual de Sandro. 1-2 y 10 minutos para la remontada, con Ben Arfa en el campo. Al Franco-tunecino se vio lento y aún a años luz del jugador que fue.
Y cuando parecía más cerca el 2-2 llegó Williams en el 87 para el 1-3. Córdoba pondría en el 92 el 1-4 definitivo. Colorín, Colorado. El Pucela mira de cerca al descenso y se jugará media vida ante Leganés y Celta, sus dos próximos rivales.