Todos vivimos tiempos extraños, tiempos de incertidumbre, tiempos extraordinarios. Pero las personas que, como Nacho y Lucía, esperan un hijo sin duda ocupan un lugar destacado en el anecdotario social. Olivia, futura abonada del Real Valladolid y portadora de una camiseta con el 22 a su pequeña espalda, tiene previsto venir a este inquietante mundo en torno al 16 de abril y sus padres viven estos días con una ocupación y una preocupación especial.
“Estamos muy ilusionados, con muchas ganas. Un poco temerosos y nerviosos porque queremos que todo salga bien, que venga sana”, explica Nacho desde su casa. El lateral izquierdo comparte sensaciones con todos aquellos que se han visto en una tesitura similar alguna vez, pero evidentemente hay matices que hacen la situación incluso más especial. “Nadie se imaginaba que iba a pasar esto y lo que vamos a hacer es tratar de que estos días pasen lo más rápido posible, pensar que ya queda menos para que termine y tener una mentalidad siempre positiva para lo que pueda venir”.
Al hilo de esa mentalidad positiva, esencial en todo la vida y en el deporte, Nacho podrá disfrutar de las últimas semanas de embarazo junto a su pareja y, en función de cómo evolucione la situación, de los primeros días de vida de Olivia.
Club y jugadores, alineados
Al margen del deseo de salud para todos, solo hay algo que ocupa la mente de Nacho al margen de la pequeña en camino: el balón. Mejor dicho, la ausencia de balón. “Claro que nos preocupa perder tono físico. El Club nos ha proporcionado material y nos ha mandado unas tareas e intentamos en la medida de lo posible completar todos los entrenamientos pero está claro que en el fútbol manda el balón y no podemos entrenar con balón. Entiendo que cuando todo vuelva a la normalidad habrá un margen de tiempo para ponernos bien físicamente y estar lo mejor posible cuando empiece la competición”, comenta.
En el horizonte, la posibilidad de que se reanude LaLiga “llegando o incluso metiéndonos en verano”. Nacho, como sus compañeros, estaría encantado de regresar “mañana mismo” por todo lo que eso conllevaría, pero “lo primero es la salud”.
La excepcional situación que atraviesa el país, en pleno estado de alarma, acarrea consecuencias prácticamente para todas las empresas y trabajadores. En este sentido, la entidad se ha puesto en contacto con los futbolistas a través de los capitanes de la primera plantilla para plantear la posibilidad de un ajuste salarial en caso de que no pueda reanudarse la competición. Algo que, explica el madrileño, la plantilla ha visto “bien” a la espera de que se produzca una negociación.
“Entendemos que es un momento difícil y que todos tenemos que aportar nuestro granito de arena y dar nuestro brazo a torcer en cuanto a algunas condiciones. Estamos totalmente abiertos a la negociación para que todo en vaya en beneficio del Club, sus trabajadores y jugadores”.
REPORTAJE: REAL VALLADOLID.